Estrellas en Liyue

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Todo ocurrió después de una lluvia pasajera. La tierra aún estaba húmeda. El sol apenas si daba señales con algunos haces de luz que se asomaban entre las aún ennegrecidas nubes. El viento húmedo golpeaba el rostro de la pequeña niña que, perdida, temblaba y miraba fijamente al cielo.

Suaves hipidos salían desde lo más profundo de su garganta. Estaba aguantando con todas sus fuerzas para no llorar. Su rostro estaba empapado, ya sea por la terminada lluvia o por las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas. Abrazada a sus rodillas, miraba el cielo esperando a que todo terminara.

«Recuerdo estar perdida. No sabía dónde estaba. Después de que unos bandidos nos persiguieran, por la conmoción del momento, me había separado de mi abuelo cuando salimos a pasear fuera de la ciudad. Tenía miedo, eso era obvio. Pero de nada serviría quedarme llorando. No quería llorar, pero las lágrimas ya deslizaban por mi rostro. Y después, comenzó a llover y tuve que correr a refugiarme bajo los árboles de aquel abandonado y siniestro bosque. No sabía a dónde ir».

Su mirada, vacía, aún se encontraba perdida en algún lugar distante. La niña intentó levantarse. Despacio se irguió sin perder su mirada de aquel lejano cielo.

«Cuando me di cuenta, estaba caminando sin rumbo alguno, adentrándome más a aquel bosque en el que sabía que habría algún peligro esperándome. Pensé que quizás los bandidos iban a regresar para buscarme; eso me helaba la piel y me hacía temblar. Tenía miedo y lo único que quería era regresar a casa».

Las sombras de las copas de los árboles le manchaban el rostro. Sus pasos se hundían en el húmedo barro. Sus lágrimas no dejaban de fluir y los ruidos aterradores de aquel bosque sólo le quitaron la esperanza de lograr su cometido de salir de ahí y encontrarse con su abuelo.

«Y cuando perdí todas las esperanzas, cuando pensé que no regresaría jamás con mis padres y mi abuelo, fue cuando...»

Sus pies la llevaron a aquel lugar que veía desde hace un rato. Su aliento comenzó a expulsar un vaho gélido. Su piel se congeló inmediatamente y, de pronto, se vio rodeada de escarcha y hielo.

«Todo lo que recuerdo ver fue una hermosa luz. Era como un sol, pero era frío y pequeño. Nieve se acumulaba cerca de un claro en el bosque. Mis pies se hundían en el hielo acumulado en el suelo. Escarcha cubría las copas de los árboles y pequeños copos de nieve, irreales y ficticios, me comenzaron a rodear».

Sin siquiera pestañear, la pequeña niña de cabello color púrpura se acercó a aquel claro misterioso y congelado. El hielo se acumulaba a su alrededor, hasta que una fría ventisca trajo de pronto frente a ella un extraño espejismo.

«Pensé que lo que veía era un sueño. Pensé que me había quedado dormida en algún punto de mi viaje y ahora deambulaba sola en un desierto bosque. Pero no era un sueño. Lo que vi ahí se quedó grabado en mis recuerdos todos estos años y me es difícil olvidarlo».

Comenzó a caminar de nuevo, acercándose a la joven chica que, bajo un inmenso árbol, dormitaba mientras que la fría nieve cubría su cuerpo.

«No me di cuenta que era una chica hasta que me acerqué a ella. Al principio, la bruma fría la cubría y la hacía parecer una bestia mitológica. En la cabeza tenía unos cuernos rojos como las rosas en primavera. Su cuerpo estaba cubierto de una espesa escarcha; como si fueran las nubes del cielo. Sus ojos eran negros y pequeños. Cuando la vi, me provocó una profunda paz interior».

Sus pasos comenzaron a resonar en medio del silencio y la chica bajo la nieve comenzó a removerse.

«Cuando me acerqué a ella pude verla mejor. Y pensé que mi imaginación me había jugado una mala pasada porque me di cuenta de que en verdad era una chica debajo de un cúmulo de nieve. Cuando abrió los ojos, pude ver amabilidad en ellos; me llenaron de calma y el corazón se me aceleró. Su cabello era de un azul; frío como el hielo que caía sobre nosotras. Sin embargo, no me equivoqué con una cosa, ya que sí que tenía un par de cuernos en su cabeza; al verlos, solo pensé que eran un adorno para el cabello bastante exagerados».

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