Capítulo 2.

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Se removió en su sitio un poco incómodo debido a una punzada de dolor en sus costillas derechas. Arrugó el entrecejo y abrió suavemente los ojos. Todo estaba completamente oscuro pero por los números verde neón que se indicaban en el reloj de la mesita de noche a su costado eran las 6:32am, demasiado tarde para ellos.

Giró un poco y trató de sacar el fuerte brazo de Jungkook que yacía apilado entre su espalda y el poco blando colchón de la cama personal. Seguramente el contrario cuando despertara no iba a sentir ese miembro de su cuerpo.

Suspiró profundo y soltó por completo el aire en cuanto llegó a su mente la lista de todas las labores que tenían que hacer ese día. Ambos eran los encargados de limpiar por completo las instalaciones de investigación y los laboratorios.

Se sentó en el borde de la cama. Sus pies descalzos tocaron el frío suelo cementado debajo de él. Estrujó su rostro con ambas manos, aún tenía sueño pero el deber para ellos estaba primero que todo.

Estiró su brazo derecho y tomó la jarra de cristal que había sobre la mesa junto al reloj de color negro. Sirvió un poco de agua en el vaso contiguo y bebió todo el líquido que refrescó a su paso su boca y garaganta reseca. Aquellas pequeñas habitaciones eran muy calurosas y ello se debía a que la temperatura cálida bajó tierra siempre es más alta que en la superficie.

Se levantó con cuidado de su sitio y tratando de no emitir ningún sonido salió del lugar rumbo a su habitación. Tenía que ir por sus productos de aseo personal y alejar el molesto y pegajoso sudor con el agua relajante de la ducha.

Los pasillos estaban vacíos a esa temprana hora. Seguramente todos dormirían hasta tarde. Ya no tenían mucho trabajo que hacer, al menos no durante esa semana. El primer y más importante paso del experimento había resultado como todos esperaban y luego de tanto esfuerzo y arduo trabajo merecían descansar.

Luego de tomar todo lo necesario se dirigió al baño que se encontraba cerca de su estrecha habitación y dejando caer el agua fresca sobre su cuerpo, sonrió. Extrañamente la tarde de ayer le había parecido fuera de lo común. Jungkook nunca le había pedido que durmieran juntos lo que le iluminó la noche y a pesar de no mostrarlo en su rostro o cuerpo estaba sumamente feliz. Pensó que ya era hora de comenzar a derribar los muros que él mismo se había encargado de construir lo que provocó que Jungkook se alejara de él aún más. Quería forjar algo que ambos quisieran y que los hiciera realmente felices.

Se relajó más de lo normal. El agua se llevaba consigo toda su tensión y relajaba todos los músculos contraídos de su cuerpo. Se apresuró a salir de la ducha cuando se percató de que había pasado algo de tiempo. Secó su cuerpo rápidamente, y echando una ojeada a ambos lados al estar fuera, corrió hasta la habitación en la que había dormido plácidamente.

Se sentó junto a Jungkook que aún dormía como un bebé y comenzó a rozar delicadamente con la yema de sus dedos sus brazos y pecho desnudos.

Un quejido salió de los labios contrarios acompañado de una tierna y a la vez imnotizadora sonrisa. Envolvió su pecho y lo atrajo a su cuerpo.

—Hueles muy bien— expresó adormilado al inhalar profundamente en el suave y blanco cuello del chico de cabellos morados.

—Me haces cosquillas— sonrió y lo envolvió con sus cálidos brazos— es hora de levantarse. Por si no lo recuerdas hoy nos corresponde la limpieza a ambos y tenemos que aprovechar que todos duermen.

—Tienes razón, lo había olvidado— habló ya más despierto.

—Yo ya me he duchado, si quieres puedo ir adelantando el trabajo mientras tú te bañas.

—Me parece bien, de todos modos no tardaré— se levantó y dándole la espalda al contrario, Jimin pudo apreciar ese sexy cuerpo que nunca se cansaría de mirar y desear.

Mutación [Libro1. Saga Agente Biológico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora