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Jimin adoraba algo de Hoseok eran los perfumes con los que siempre llegaba el pelinegro cada cierto tiempo, sus aromas eran muy característicos pero todos tenían en común algo y es que todos eran dulces.

Así que, como regalo para confesar sus sentimientos al mayor, decidió consegir el más exquisito perfume que creía ideal y que le quedaría a la perfección.


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Cuando citó a Hoseok, todo se veía más fácil de lo que pensó, pero cuando ya estaba en el lugar, pensaba en salir corriendo y aventar todo por la borda, aunque todo fue evitado cuando vio al pelinegro acercarse a él con una gran sonrisa en sus labios.

— ¿Qué sucede, Jimin-ah? — habló el mayor pero sin dejar de lado su tono feliz.

— Verás...hyung — suspiró y decidió decirlo de una vez todo — ¡Tú me gustas mucho, Jung Hoseok!

Una parte de él estaba aliviado pero la otra solo quería enterrarse en la tierra y jamás salir de ahí. Esperó de todo, pero nunca esperó oir una suave risa de parte del mayor, ¿Le daba gracia?

— También me gustas, Jimin — el mencionado solo pudo sentir que su corazón se aceleraba con aquellas palabras — me ganaste, pensaba confesarme en unos días... — hizo un puchero que era sumamente adorable a los ojos del menor frente a él.

— ¿Lo siento? — ambos rieron un poco y Jimin le extendió una pequeña bolsita que aún tenía en sus manos — yo...compré esto para ti, espero te guste mucho.

— No tenías que hacerlo — tomó la pequeña bolsita y la abrió, encontrándose con un frasquito, era un perfume — pero gracias — al momento de destaparlo, un olor a vainilla entre otras fragancias más salió, Hoseok estaba fascinado por el aroma.

Jimin atinó a los gustos del mayor, Jimin le dió un regalo a Hoseok que usaría siempre, ya que, desde ese día se había convertido en su único perfume favorito. 

Stay with you | FLUFFTOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora