Abecedario • Bajifuyu

00 ¦ Introducción

Matsuno Chifuyu y Baji Keisuke son la definición más acertada de polos opuestos, en todo el sentido de la palabra. Mientras que Baji prefiere utilizar la violencia para absolutamente todo, ya sea arreglar problemas o simplemente porque está aburrido; Chifuyu la aplica sólo cuando es algo estrictamente necesario dentro de sus propias reglas. Baji es impulsivo, y Chifuyu piensa las cosas una y mil veces antes de hacer o decir algo. Chifuyu está enamorado de todo lo que es el amor y la ficción romántica, a Baji no le importa en lo más mínimo nada de ese estilo. Chifuyu es un omega un poco fuera de la regla, Baji es un alfa en toda la expresión del término.

Había una lista infinita de cosas en las que ambos diferían, pero nada de eso importaba en realidad. La frase "polos opuestos se atraen", podría haber venido a ellos como anillo al dedo, pero cuando eres un alfa con impulsos estúpidos y poco autocontrol, esto es complicadisimo de aplicar. Especialmente si tu nombre es Baji Keisuke y no sabes cómo manejas ni a tu boca ni a tus jodidas acciones.

Aún recordaba la preciosa cara de Chifuyu (porque sólo una persona terriblemente ciega no podría ver lo hermoso que es), arrugarse en molestia en su primer encuentro. ¡El primero! Él ya la había cagado desde el primer momento en que se vieron, sin darse tiempo a esperar para conocerse mejor, o para establecer una relación un poco más cercana. En su defensa, no lo conocía de nada y no se había percatado de que era el amor se su vida, porque de lo contrario habría sido un poco más cuidadoso al momento de enfrentarlo.

Lo único que podía decir para zafarse de discusiones, era que su cerebro se había desconectado apenas lo vio, completamente cautivado por la belleza del pequeño omega. Aunque, en realidad, esta era una vil mentira, porque no había dado segundas miradas para asegurarse de quién era, ni para detallar su género secundario con más profundidad.

Tampoco es como si él fuese muy paciente, en realidad.

Esa vez habían chocado, ¿demasiado cliché? Le daba igual, servía de todas formas. Keisuke iba distraído pensando en... Ni siquiera él mismo lo sabe, su memoria a corto y a largo plazo le impide recordar estos detalles. ¿O fue el aroma de Chifuyu el que lo dejó mucho más atontado de lo normal?

Volviendo a lo relevante. Esa vez habían chocado, porque estaba más distraído que nunca, sin prestar atención alguna a lo que era su alrededor ni al ambiente. Chifuyu simplemente fue una pobre víctima de su torpeza.

—Oye idiota, fíjate por donde vas —había gruñido, quitándose el auricular derecho.

Love back de why don't why sonaba aún de fondo. ¿Qué? Que tuviese pinta de metalero que no se baña y con suerte se lava los dientes, con boca apestosa a cebolla y cabello grasoso, no significaba que escuchase algo parecido al rock o al dead metal.

Tenía oídos demasiado sensibles para música tan violenta. Según palabras de su madre.

Claro que la respuesta soltada por el chico más bajo lo sacó de sus casillas.

—El imbécil que debería ver a su al rededor eres tú —le contestó, alejándose un par de pasos para verlo a la cara—. ¿O es que acaso el estar en tu nube de ego te ha dejado ciego para el resto de personas?

Okay.

Debía admitir que fue bueno. Demasiado en realidad. Le había dolido, pero sólo un poco.

Pero no se dejaría vencer por nadie. Como que se llamaba Keisuke Baji que iba a dejar en su lugar al pedazo de enano frente a él.

—¿Y tú quién mierda te crees pedazo de...? —su voz se cortó cuando el suave aroma a caramelo invadió sus fosas nasales.

No. El rubiecito lindo (ahora que lo veía mejor) con aspecto gatuno (él adoraba los gatos), no estaba soltando feromonas para distraerlo. Este sólo era el momento de su realización al darse cuenta de que la persona que estaba insultando era un omega. Un omega completamente fuera de sus estándares de belleza (incluso cuando no tenía uno en primer lugar), pero que podía llegar a ser todo lo que le gusta.