Veintitres.

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Sí, definitivamente se podría acostumbrar a esto.

Antes de abrir sus ojos, esbozó una sonrisa mientras escondía su rostro en el cuello del alfa. Todo era cálido, agradable y suave.

Su piel.

Nunca pensó que estaría así, todo meloso, como si despertar junto a un alfa luego de dormir fuese el mejor de los elixir.

Desde ese día, podía sentir la tristeza del lobo de Taehyung, y claro que él también la sentía. Pero algo había dentro de él, quería salir adelante y llevarse todo ese dolor con él.

Podía ver, por alguna razón, que el alfa había sufrido más que él.Y eso lo estaba destrozando por dentro.

Sabía que el causante del dolor del alfa y de él mismo provenía del mismo lado. Y qué horrible saber que el causante de ese dolor venía de tu mismo linaje, de tu mismo clan.

A pesar de estar despierto, se quedó unos minutos más allí. Quería despertar a Taehyung para así darle unos cuantos besos, pero también no quería hacerlo, porque el solo pensarlo ya le daba vergüenza.

Aún no tenía claro que eran, solo se habían dicho me gusta y nada más. Tampoco era como si estuviese buscando algún tipo de relación, menos en la situación que se encontraba ahora, solo que...

Solo que todo era tan confuso, demasiado para su gusto.

El alfa se veía tan bien durmiendo, que no quiso despertarlo, por mucho que deseara unos cuantos besos matutinos.

Para su no tan sorpresa, cuando intentó salir de los brazos del alfa, este al instante abrió sus ojos afianzando su agarre.

Es que en ocasiones, Jungkook olvidaba lo posesivo que era el lobo de Taehyung.

"Buenos días" dijo con una sonrisa, para luego dejar un sonoro beso en los labios del mayor "Iré a bañarme y luego bajaré a desayunar. Si quieres puedes seguir durmiendo"

"No" le contestó Taehyung, intentando levantarse para seguir al omega.

Cosa que hizo reír a Jungkook.

Es que había algo de ternura en toda la situación. El alfa siempre le daba esa postura de ser frío y distante, pero con cada acción que hacía le demostraba lo contrario.

Sin dejar de sonreír, apoyó ambas manos en el pecho del alfa, tumbándolo nuevamente en la cama para comenzar a dejar besos en su rostro mientras la acariciaba el cabello.

Y es que Jungkook amaba el poder que tenía sobre el alfa, cada vez que este lo tocaba, podía ver como Taehyung casi se derretía bajo él, y esa era la mejor imagen que el omega podía ver en su vida.

"Bajaré y tú dormirás un poco ¿Sí?" le decía en el oído. Mientras dejaba besos en su cuello, escuchó como el alfa soltaba un largo suspiro para luego asentir con su cabeza "Buen alfa" se separó para dejar otro beso en los labios y salir por fin de la cama.

Luego de un reponedor baño y vestirse rápidamente, salió en completo silencio de la habitación al ver que Taehyung dormía profundamente.

Y es que era obvio. El terco de su lobo, se mantuvo casi en vela esos días que Jungkook estuvo en observación. Solo se dedicaba a lamer una y otra vez sus heridas y gruñir cada vez que alguien entraba a la habitación para revisar al omega.

Jungkook podría jurar que ya se estaba acostumbrando un poco al lobo.

Caminó por la casa, hasta que llegó al comedor, no encontrando a nadie. No era ni muy temprano ni tampoco tan tarde. No sabía que hacer, ya que no era su casa, pero el hambre que estaba sintiendo lo estaba matando.

Agua & Fuego | Taekook | Omegaverse ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora