Otro día, de vuelta al colegio. Al llegar al colegio los chicos me esperaban en la entrada, los saludo, Thian aún no llegaba y entramos al salón cuando aparece en la entrada del colegio. El tiempo hoy me pasa más lento que de costumbre y mi atención en las clases es nula, no dejo de pensar en el puto dibujo.
—Señorita Katherine Cervera, por favor presentarse en la oficina de la directora -salgo de mis pensamientos y al oír el altavoz -Señorita Katherine Cervera, por favor presentarse en la oficina de la directora -repiten por segunda y última vez.
Levanto la vista y todos me miran, mi estómago se retuerse un poco. Miro al profesor que me da un pequeño asentimiento con la cabeza y salgo disparada a la oficina de la directora bajo la mirada de todos. Cuando voy por el pasillo respondiendo los mensajes de grupo de los chicos que no paran de preguntarme si paso algo me estrello con lo que parece ser un profesor, uno muy sexy que nunca había visto.
—Tú debes ser la chica que llamaban por los altavoces -asiento -apresúrate creo que es algo urgente.
Mi pulso se relentiza y prácticamente corro escaleras abajo, maldigo internamente por estar en la última sección. La secretaria me ve con cara rara, entre extrañeza por seguro mi cara agotada y triste. Abre la puerta de la oficina y la directora se encuentra sentada en su escritorio.
—Katherine tus padres han llamado y ya vienen en camino a buscarte.
—¿Qué ha pasado? -ella pone cara triste.
—Cariño creo que es mejor que tus padres hablen contigo.
—¿Directora qué ha pasado? -exijo saber -estoy de los nervios, por favor diga algo.
—Tu abuela... -dejo de escuchar al mencionar esas dos palabras, pierdo la vista y lo único que llegó a oír son unos murmullos.
Cuando recupero la vista tengo a la directora apretando encima de mi labio. En ese mismo momento mi madre entra a la oficina, la directora le explica algo de que estuve a punto de desmayarme. No sé en qué momento llegué al auto de la casa con mamá.
—Cariño -toma mis manos -la abuela se ha desmayado y está en el hospital. Sabíamos que esto iba a pasar pero no tan rápido.
—Pero ella estaba mejor -repliqué yo.
—Ella no quería decirte, pero fuimos a unos exámenes hace poco y no dió muy buenos resultados.
—Mamá -digo con voz entrecortada y la vista borrosa por las lágrimas que se han comenzado a formar -la abuela no -me permito llorar y mi madre me abraza consolándome como puede.
Llegamos al hospital y subimos al ascensor rumbo al piso donde está la abuela. La puerta de su habitación es la primera del pasillo, me paro frente a ella y la abro. Al momento que mi padre mi ve se levanta de dónde está y viene hacia donde estoy. Me pone una mano en el hombre, me besa la frente y cierra la puerta al salir.
—Mi niña -oirla decir eso fue detonante suficiente para llegar a dónde estaba ella ponerme a llorar otra vez -no llores, ¿acaso me vez llorando?
—Nana no me pidas un imposible -logro hablar entre sollozos.
—No llores por favor haces que todo sea más difícil, ya estoy vieja -su voz suena apagada.
—Nana no puedes dejarme -la abrazo como puedo volviendo a romper en llanto.
—Escucha linda -me toma de la barbilla para mirarla -se que me quedan si acaso horas. Si no paso la noche quiero que me lleves siempre aquí -señala mi corazón -se que esto es fuerte pero nunca olvides que te amo mi niña. Siempre voy a estar cuidándote dónde quiera que estés. Tienes que prometerme que seguirás disfrutando de la vida, de tus amigos y de lo que has vivido y construido hasta ahora. Tú eres más fuerte que todo esto, tienes que mantenerte así aunque no esté -noto que su voz se empieza a quebrar -ten -me ofrece una pequeña cajita de madera -esto me lo dió mi abuela cuando murió
—¡TÚ NO VAS A MORIR, NO PUEDES MORIR!
—Lamentablemente si mi niña.
—¿Porqué lo dices con tanta facilidad, como si no importara?
—Si importa, se que te importa, pero la vida es así mi vida, un ciclo que tiene un comienzo y un fin -me vuelve a extender la caja -este es un amuleto aquí yo tenía la foto de tu tatarabuela y tú bisabuela. Cuídalo, por favor nunca por nada de este mundo me olvides ni olvides todo lo que pasamos juntas. Te prometo que esto no es una despedida te amo más que nada en el mundo mi niña. Recuerda que el amor duele pero que vale la pena arriesgarse por él. Que después de los días oscuros al final llegan otros llenos de luz -su mano se posa en mi mejilla -llora, saca todo dentro de ti, cae, levántate pero nunca dejes de amar.
Mi abuela se me queda mirando, su mano cae y la máquina que mide sus latidos se queda en un pitido.
—¡ABUELA NOOOOOOO, NO ME DEJES POR FAVOR! ¡ABUELA DIME QUE ESTO ES UNA BROMA DE MAL GUSTO! ¡NANAAAAAAAAAAAAAAA! -la puerta de la habitación se abre y entran los médicos haciéndome a un lado cuidadosamente, yo permanezco tirada en el suelo y los escucho decir...
—Hora de la muerte 11:32 AM.
Mi padre el hombre más fuerte que conozco se sienta en el mueble más cercano que encuentra y se permite llorar. Yo salgo de esa habitación, no puedo seguir ahí. Siento que el oxígeno no llego a mi pulmones, aún sostengo la pequeña caja en mis brazos. Corro hacia el balcón más cercano que encuentro, el viento fresco golpea mi rostro, me siento en el suelo y abro la pequeña caja. Lo primero que se ve es un colgante de oro blanco con un dije ovalado y una piedra de rubí en él, también con una rosas talladas. Debajo de él una nota que dice:
<<Siempre te cuidaré mi niña, TE AMO>>
Lloro libremente colocándome el colgante, mi madre no tarda mucho en encontrarme. Se sienta conmigo en el suelo y me abraza. Sus manos me acarician el pelo y puedo oír que ella también llora.
—Mamá -digo con voz rota -ella no mamá.
—Shh -me silencia -ahora ya descansa tranquila y sin dolor.
Al día siguiente se llevó a cabo el funeral de la abuela. Los chicos estuvieron ahí conmigo apoyándome, Thiana no paraba de abrazarme y llorar conmigo. Muchas personas me dieron las condolencias, la mitad ni las conocía entre ellos Manuel e Indira esta última me abraza fuerte y cuando todo acabó nos encaminamos a la casa. Una casa fría y desolada, lo único que le daba vida era ella y ya no está.
°°°°°°
Siento mucho haberme tardado tanto en publicar, he estado ocupada. Espero poder publicar pronto. Digan si les gusta la historia ayudándome con un voto.Besos Tirurs 🥰
ESTÁS LEYENDO
¿Quién eres?
AcakTodo fue tan rápido. En un abrir y cerrar de ojos su vida había cambiado por completo. No hablo de la mudanza a España a casa de su abuela, no. Una vida perfecta siempre se desmorona en pedazos, no se sabe cómo, cuándo ni dónde, pero siempre pasa. ¿...