𝓛𝓪 𝓫𝓻𝓾𝓳𝓪 𝔂 𝓼𝓾 𝓶ú𝓼𝓲𝓬𝓪 [𝓽𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓻𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼] Cancelada

¿ᗴＲ𝓔Ş 𝔱ú?

Las semanas habían pasado y kazutora era cada vez mas constante en ir a ver a Astrid. No faltaba que como mínimo fuera a verla dos veces por semana, pues su compañía era grata y bien recibida por parte de él y de ella también.

En poco tiempo se hicieron buenos amigos, e incluso Annelise le mostró su casa en el bosque. Era realmente grande y tal parecía que era el hogar que tenían Joshua y su esposa Aimée, pues concordaba con las características que le había mencionado entre las tantas historias que tenía para contarle. Al igual que le mostró sus mascotas. Antes eran ocho gatos, pero han adoptado más y finalmente son catorce

Pero esto le causó duda a sus amigos, ya que desaparecía casi siempre con escusas como " tengo que ir a comprar" "mi mamá me mandó" "es que necesito materiales para la escuela" etc, etc, etc. Además que siempre iba por el mismo camino y no dejaba que nadie lo acompañara "puedo ir solo" "no es necesario" o simplemente los dejaba con la palabra en la boca para desaparecer. Realmente se preguntaban que era lo que su amigo tanto hacía, hasta que se decidieron en seguirlo en esos días que se "escapaba".

El plan estaba a punto de concretarse, ya estaban todos listos y "disfrazados" para que no los reconocieran. Y con disfrazados me quiero referir a cada uno con un bigote falso y un sombrero de detective -¿Están seguros de esto?-Les preguntó Mitsuya con una gota de sudor corriendo por su sien -Claro que es buena idea, la hice yo- Contestó orgulloso, Mikey, mientras lo miraba -Por eso mismo me preocupa- Dijo sinceramente y a la vez algo exaltado -Cállate que ahí está- Le tapó la boca el rubio mientras veía atentamente donde era que Kazutora se dirigía.

Lo siguieron por varios caminos hasta que vieron que llegó a la entrada del bosque y entraba como si nada, algo que los dejó con una duda inmensa ¿Por qué entraba ahí, otra vez? ¿Acaso iba a encarar a la bruja? No parecía, tenía las manos en sus bolsillos y una cara y caminata relajada, no se veía hostil tampoco.

Cuando llegaron a la entrada de la arboleda y se quitaron sus estúpidos bigotes para después seguir a su amigo de a poco. Al avanzar trataban de no pisar nada que emitiera algún tipo de sonido o ruido por muy leve que sea, puesto que no querían llamar su atención, ya que si se enteraba que los estaban siguiendo inventaría otra escusa y sería más cauteloso al ir -¿Que está haciendo? Cuando vinimos no pasamos por ahí- Susurro pah mientras se escondía de tras de un árbol, lo veían caminar entre muchos matorrales con una sonrisa plantada en su cara -Tienes razón ¿Qué estas tramando, Kazutora?- Se preguntó Draken con el seño fruncido. Después de que se adelantara un poco, fueron a su siga, pues no lo querían perder de vista. 

La caminata para llegar a el no fue muy extensa, puesto que lo habían encontrado sentado en un piano lleno de plantas mientras se recargaba en este -¿Que le pasa? ¿Es estúpido?- Peguntó Baji en susurro a sus amigos. Todos estaban asomando la cabeza entre las grandes plantas que había por todos lados -¿Acaso será él la bruja?- Exclamó sorprendido Mikey. Porque mas iría al bosque si no es él -Tienes razón- Dijeron pah y Baji mirándolo con sorpresa. Ahora todo les cuadraba -No creo. Si fuera así, ¿Entonces quien tocó el piano cuando fuimos?- Cuestionó por lo que los demás se quedaron pensando. Tenía razón, era ilógico. Más se quedaron observando por unos cuantos minutos, pero nada pasó -Me harté- Dijo Baji para salir de entre las plantas y acercarse a Hanemiya -¡Oi, kazutora! ¿Que mierda haces aquí?- Gritó el de cabello negro y después salieron los demás acercándose al de ojos jalde -¿Baji?- Preguntó mientras se giraba levemente aún sentado en pequeño sillón del piano -¿Baji? ¡No te hagas el tonto! ¿Qué mierda haces acá?- Gritó furioso el de ojos castaños. Estaba enojado ¿El porque? Ni él mismo sabía.

Kazutora se levantó dispuesto a acercarse a el quinteto, pero sintieron pasos que venían desde el costado derecho de kazutora. Al girar sus cabezas se dieron cuenta que venía alguien: tenía el pelo color negro, llevaba una gabardina negra larga, una camisa negra, una corbata y pantalones del mismo color, sin embargo lo que más llamaba la atención eran sus ojos, un color violeta tan intenso que parecían que brillaban -Yo, Kazutora- Dijo ella deletreando el nombre del joven con una sonrisa pícara y el ceño algo fruncido. Esto asustó de sobremanera a los muchachos espías que ahí se encontraban, pues también tenía un peludo gato negro en sus hombros con unos orbes color verde brillante y los ojos de ambos parecían resplandecer en tan sombreado lugar. A medida que se acercaba, la piel de los presentes se erizaba y sus corazones latían más rápido -Astrid- Dijo su amigo mientras se acercaba a la chica de mayor estatura con una gran sonrisa -Hola, kazutora- Su lengua se trabó al ver a más gente ahí presente, no los había visto, ya que una corrida de árboles los tapó completamente. Los miró mientras parecía congelada y luego se posó detrás de su amigo -¿Quien es ella?- Preguntó el pelilia mientras la miraba -Ella es la tal supuesta bruja- Explicó alegremente. Los demás solamente la miraron, era realmente alta e intimidante, pero su comportamiento era totalmente distinto a su apariencia, se veía cohibida y muy avergonzada -Hola, soy Baji- Se presentó de los primeros el esper mientras extendía su mano con una de sus típicas sonrisas. La fémina simplemente la estrechó sin decir nada para volver a "esconderse" detrás de Hanemiya -¿Como te llamas?- Le preguntó el anteriormente nombrado -Se llama Astrid- Respondió Kazutora por ella, sabía perfectamente que se trabaría o hablaría muy bajo, así que se lo "facilitó" -Entonces, ¿tú fuiste quién tocó el piano?- Le preguntó ahora Mitsuya, la joven movió la cabeza de arriba para abajo dando a entender que si fue ella -¿Y porque no hablas? ¿Eres muda?- interrogó Mikey mientras se acercaba a la chica. Esto provocó que se echara hacia atrás mientras más se acercaba -Mikey, basta, la pones incómoda- Le reprochó Draken tomándolo de la camisa tirándolo para alejarlo. Sin que nadie se diera cuenta, pah se acercó a Annelise y se posó frente a ella -Soy Hayashida Haruki, pero dime pahchin, ahora eres mi amiga- Dijo así sin mas. La muchacha asintió levemente con rubor en sus mejillas. Esto sorprendió a todo y en especial a Kazutora, no creía que aceptaría tan rápido, aunque recodó que él tuvo que poner la iniciativa, pues ella era demasiado vergonzosa para hacerlo -Así que ¿Eres tú?- Volvió a preguntar Mitsuya.

-O sea, tu solamente tocabas el piano y no eres ningún tipo de bruja- Le cuestionó rápidamente Mikey mientras que estaba sentado en frente de ella -Si- Dijo ella algo bajo, era mucha gente y le daba vergüenza lidiar con ello, además que se volvía mas torpe y eso le daba aun mas vergüenza, en pocas palabras, un circulo vicioso -¿Estas segura?- Repitió tomando su mandíbula con los ojos entrecerrados , no le creía mucho que digamos, además que eso sería lo que diría una bruja si la descubrieran -No soy una bruja- Le contestó mirándolo, que le hayan hecho una estúpida leyenda sin antes saber que o quien era realmente le molestaba, pero no iba a mostrarlo tan abiertamente, puesto que le daba pena hacer sentir mal a alguien mas -¿Como se llama el gato?- Preguntó Baji, quien le ponía atención al felino que ahora tenía en sus piernas retorciéndose por las caricias que él le proporcionaba -Se llama Faddei- Dijo en un tono un poco alto para alcanzara a escuchar -¿Faddei? ¿De que país es ese nombre?- Preguntó sin mirar al felino en fin de fijarse en ella, realmente le daba curiosidad esa niña -De Alemania- Contestó con una sonrisa plantada en el rostro por ver como es que su gato jugaba, le encantaba, pues a ojos de ella se veía como la cosa mas tierna del mundo -Por cierto... ¿Te puedo decir Astrid?- Le llamó la atención Mitsuya -Claro- Contestó con una sonrisa -Astrid san ¿Cuántos años tienes?- Esa pregunta era mas común de lo que quisiera, pues no faltaba la persona que se la repitiera miles de veces solo por no creerlo -Tengo trece- Dijo un poco molesta, pero se mantuvo sonriente -¿¡Tienes trece!? ¿¡De verdad!?- Exclamó pah -A ver, a-chan, levántate, ken-chin, tu también- Esto sorprendió a kazutora mas que nada, se suponía que ella era su amiga y jamás le ha puesto un apodo. El rubio de menor estatura tomó a su mejor amigo y a ella del brazo para levantarlos -Junten sus espaldas, voy a ver quien es mas grande- Dijo para acomodarlos, ella estaba que se caía de los nervios, pero sentía que debía mantenerse firme -¡Wow! ¡A-chan es mas grande que ken-chin!- Gritó mientras sus ojos brillaban por su nuevo descubrimiento -¿Que? ¿A ver?- Dijo Draken dándose la vuelta para comprobarlo por si mismo. Ella lo pasaba por unos dos centímetros, pero lo pasaba -¡Es cierto!- Se sorprendió el de tatuaje de dragón, jamás había encontrado a una mujer tan alta, pero bueno, tampoco podía decir mucho, la estatura promedio de los nipones no era muy alta y ella no parecía asiática -Que genial, de seguro tus papás también son altos- Acaban de pisar una mina. Realmente ella no tiene a sus padres, su madre murió en un accidente de avión por trabajo y su padre casi no está presente si no fuera por el dinero, además su familia tampoco podía influenciar, puesto que su madre fue adoptada a temprana edad -Si, son altos- Dijo -¡Sácalo! ¡Sácalo!- Gritos se podían oír y todos se dieron vuelta y vieron a Mikey con un bicho pegado en la cara, draken se acercó a sacárselo con un palo, pero en vez de picotear al bicho, picoteo a su amigo. Las risas se empezaron a oír por parte de los demás. Sin darse cuenta ella también se carcajeaba, tener tantos nuevos amigos no es tan malo como creía.

Ya todos habían salido del bosque, pues se había empezado a oscurecer y ya era tarde. El camino a sus hogares fue silencioso, pero cómodo -Así que este era tu pequeño secreto- Le habló Draken a kazutora, quien había estado muy callado -Mh, si, lamento no haberles dicho de un principio- Se Disculpó mientras inclinaba un poco su cabeza y se rascaba la nuca -No tienes porqué disculparte ¿Qué te parece si la próxima vamos todos juntos?- Sonrió Mitsuya a terminar la oración. Realmente estaba contento por tener amigos así.

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No he visto a raquel