Aquel despertar se percibía totalmente distinto. El verde de sus globos oculares trató de adaptarse a la escasa luz que provenía de la ventana. Justo en ese momento pudo admirar completamente su entorno, sentir el espacio y llenar su corazón nuevamente. Su madre también había estado en Heulen.
Escanear las asimétricas formas de los muros de madera fueron parte de su escrutinio. Su mirada pasaba de un punto a otro, estaba cómodo. Cuando sus ojos cayeron en el rostro relajado de Chris, se puso a pensar en que sus sueños recurrentes habían cambiado muchísimo desde que estaba con él. Primero estaba la ausencia del ser que siempre asistió a ellos, y ahora, simplemente ya no tenía tales sueños.
Se habían esfumado por completo, pero ahora soñaba otras cosas.
Sus ojos se dirigieron al collar que compartían, sujetó el propio y sus recuerdos le hicieron saber que estaba usando algo de la ropa del lobo de ojos grises frente a él. Sara se ofreció a buscar para él, pero al ser tarde, Chris pensó en que eso sería una molestia para su amiga, por lo cual, prefirió que mejor fuese para la mañana siguiente. El lobo le prestó de sus antiguas ropas y por suerte si le quedaban.
Las pestañas largas del lobo, su barba bien cuidada y recortada, sus labios y sonrisa... August no era tonto, sabía que estaba comenzando a sentir cosas por él, no tenía idea de qué era, ya que no se conocían de hace mucho, sin embargo, con el tiempo sus sentimientos podrían convertirse en algo más...
No sabía si eso era lo correcto, o si era algo bueno, ya que, en algún momento se iría, y si todo salía bien, Christopher tendría obligaciones con su abuelo que no podría dejar atrás y él no era egoísta, jamás le pediría a alguien que aprecia que abandone todo por él.
Se incorporó y se movió con mucho cuidado para no despertarlos y salió de la habitación. Pudo sentir como Jason seguía descansando, así que siguió moviéndose por el espacio hasta abrir la puerta de la entrada.
El sol había comenzado a salir, y con él, aves e insectos emergían de sus refugios para así iniciar su día. Apreciar el nublado cielo en conjunto con sus cargadas nubes era algo que August no podía evitar; la neblina rondaba lentamente la copa de los árboles, y levitaba por las hierbas como si de un manto ligero se tratase. Podía notar la humedad del aire con cada inhalación que daba.
«Es muy puro» pensó al mismo tiempo que caminaba, se inclinó y luego de meditarlo unos segundos, se sentó en el húmedo césped de la colina, cerró sus ojos respirando hondo, podía sentir la magia que irradiaba el campo de energía que rodeaba a Heulen. También percibía las relajadas emociones de Giah, se la pasó durmiendo todo el día anterior y sólo despertó para comer.
El dulce frío del orio acariciaba su piel; al encontrarse descalzo, sentía con una total viveza a las pequeñas hojas de césped en sus pies, movía sus dedos mientras sus ojos admiraban el entorno.
Era una sensación tan distinta, para muchos era común hacer algo así, sin embargo, el brujo de ojos verdes nunca pudo encontrar un verdadero momento de comodidad como aquel, siempre huyendo, preocupado por la aceptación de los demás, ansiando un poco de lo que otros tenían. Un padre, amigos, salidas y escuela... Aun así, debió entender que no podía tenerlo, ya que no era como ellos, no era alguien normal, no era humano.
Cerró los ojos permitiéndose al fin pensar en aquellas cosas que lo seguían, esos fantasmas del pasado que le impedían continuar.
Buscaste tanto la aceptación de otros que se te hizo imposible aceptarte tú mismo.
Eso le decían aquellos susurros en su cabeza, no importaba lo fuerte que quisiera ser, siempre tenía presente aquello, mientras más lo pensaba, peor se sentía. Le exigía a su madre una estabilidad que no podían tener, si decidían quedarse y milagrosamente aquellos brujos que los cazaban no los encontraban, ¿Qué sucedería? ¿Los humanos les darían la bienvenida en algún momento? De ser así, acabarían marchándose de todos modos, su brujería sería como un muro que los mantendría aparte, y estaba claro que, siendo joven, lo echaría a perder, era inexperto, y estaba desesperado por tener algo de atención humana, terminaría revelando el secreto y la cacería de brujas regresaría. Sólo sería un problema más para su madre, y estando en las condiciones en las que estaba al final de su vida... No quería pensar aquello, se había dicho una y otra vez que no era su culpa, que él había hecho lo que se le había pedido y que no podía hacer más.
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August: Heredero © |Libro 1|
Novela JuvenilEl uso de la magia negra en el mundo sobrenatural es restringido, y todo aquel que crea poder manejar su poder, caerá bajo sus garras; los lobos, las brujas y los vampiros lo saben muy bien. August no sabe por qué es tan especial, ni mucho menos, l...