Confesión borracho

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Esta sería la primera vez que Luz es invitada personalmente por Boscha para asistir a una fiesta en su casa, esta dice que después de esto no dejará de agradecerle por hacerla parte de una de sus reuniones adolescentes. Mientras sus amigos dicen que no es buena idea, Gus y Willow en realidad parecen plenamente curiosos por lo que podría suceder, incluso si son ellos quienes ponen las cartas en la mesa como razones para no asistir.

Amity es quien termina de confirmar que Boscha ha extendido invitaciones para la gran parte de mayores en Hexside, incluyendo a un grupo seleccionado de egresados ‘guapos’. Con esta nueva información, el grupo se prepara para ir, no puede ser tan malo si la escuela en general iba a asistir.

La Blight más joven no insiste en rechazar la salida, sabe que Boscha sólo necesita un empujón hacía la madurez que la ayude a dejar de ser una piedra en el zapato y sabe que no hay nadie mejor para la tarea que Luz, incluso cuando tendrá más de un par de ojos vigilando cualquier situación que suceda entre ellas… sólo por seguridad.

La noche se cierne sobre Las Islas Hirvientes, la hora acordada por Boscha llega con total normalidad. Willow, Gus, Amity y Luz están listos para asistir, la invitación dice ropa casual, así que todos se preparan con prendas que usarían comúnmente.

Un par de elogios llueven apenas se reúnen, Amity claramente prendada de cada movimiento que hace Luz, Willow controlando que el grupo no se disperse demasiado, Gus tratando de meter humanos o ilusiones con su entusiasmo habitual, lo de siempre. El equipo Owl House camina hacía la residencia con plena esperanza de buenos resultados en sus corazones. Son recibidos por la mismísima Boscha en persona, quien tiene una sonrisa leve y autosuficiente cuando los ve. La puerta se ve intimidante siendo tan gruesa y alta, sin embargo, la bruja roja les dedicó una sonrisa coqueta y un movimiento cortés para dejarlos pasar, una vez dentro se puede apreciar una considerable cantidad de gente ya dentro.

“¿No llegamos tarde, cierto?” pregunta Luz tratando de no soltar completamente su preocupación, sería su primera gran fiesta entre chicos de su edad, no quiere cagarla apenas empezar.

“No, para nada, en realidad me sorprende que los otros hayan llegado a la hora, generalmente uno llega un poco más tarde para destacar” confiesa Boscha restándole importancia al asunto.

“Bueno… ¿y ahora qué?” suelta Amity acariciando su brazo derecho tratando de quitarse la comezón, estar entre tantas personas no es del todo cómodo, agradece estar entre sus amigos para no sentirse tan agobiada.

“Sientense donde quieran, por hoy… mi casa, es su casa” declaró la bruja anfitriona con una sonrisa orgullosa antes de sentarse en algún sofá cercano.

El grupo no supo que hacer en ese momento, casi esperaban que otros se acercaran, pero Luz se dio el tiempo de hablar con algunos conocidos de la clase de detención para poder integrarse. Gracias al empujón de la humana ya tenían un grupo sólido con quienes pasar el resto de la velada, casi agradecía que Eda fuera lo suficientemente responsable como para irla a buscar apenas Gus o Willow la llamen, inclusive dándole la opción de irse con alguno de ellos.

Cuando las brujas comenzaron a partir a sus hogares, Boscha decidió que era momento de sacar el motivador principal, unas botellas de sangre de manzana fueron puestas en la mesa de centro una vez el grupo se sentó en el suelo al rededor de esta, la mayoría eran del grupo de Luz, aunque también estaban las chicas de las Banshees y un puñado de cualquieras.

"Es momento de encender las cosas, ¿no creen?" Boscha coloca vasos alrededor de la madera con una sonrisa presumida ante las miradas espectantes de su público.

"No esperaba que realmente lo hicieras" comenta Skara con una mirada fija a la botella que yace sobre la mesa, mientras las otras se colocan junto al sofá.

The Fluff HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora