No recordar lo que había sucedido la noche anterior no era algo nuevo para mí, ya me había pasado antes. Aún así, mis ojos se mantuvieron enfocados en mis nudillos, como si estos tuvieran las respuestas que buscaba; y así fue... más o menos.
Una punzada llena de dolor invadió mi cabeza al instante en que pude recordar como escalé con cautela el balcón de la habitación de Alexis y la manera en que la encontré con Jackson en cuanto entré por su ventanal. Tenía una respuesta, no la que buscaba, pero al menos eso respondía algo.
Tomé mis audífonos y el primer par de tenis que encontré en mi armario. Salí de mi habitación sin hacer ruido para no llamar la atención de mi familia y una vez fuera de casa me puse mis tenis sin interesarme en amarrar correctamente las agujetas. Me coloqué mis audífonos en los oídos y cuando estuve dispuesto a correr, me percaté de la extensa neblina a mi alrededor. Apenas se podía ver algo, por lo que tuve que esperar a que mis ojos se acostumbraran un poco antes de recorrer las calles de Twin Falls con gran rapidez en busca de algo más sin saber exactamente lo que era.
«Se sentía similar a un presentimiento; uno malísimo»
Corría como si mi pies tuvieran vida propia y conforme avanzaba, me iba acercando más y más al puente Perrine. Entonces lo vi: tráfico y cintas de precaución cubriendo un carril del puente para impedirle el paso a la multitud de personas que se morían por saber lo que pasó. También habían bomberos y policías alrededor. Me acerqué un poco más para obtener un mejor panorama de la escena, logrando ver que el tubo con el que había soñado estaba completamente destruido y a lo lejos los bomberos se encontraban sujetando con la ayuda de un gancho enlazado a una grúa una camioneta que había caído dentro del río.
Mi estómago se revolvió.
«¿Que pasó ayer?»
Volví a preguntarme. Esta vez con preocupación.
No muy lejos de mí se encontraban un par de reporteros hablando. Así que me acerqué a uno de ellos sin llamar la atención para poder averiguarlo.
—Como podemos observar, un vehículo se volcó dentro del río Snake—informó el reportero frente a la videocámara—. Un fenómeno que ha logrado captar la atención de todos nosotros es que no hay forma de saber como llegó ahí, ya que extrañamente las cámaras de seguridad se descompusieron antes del incidente...
Mi respiración comenzó a acelerarse, pero mantuve la compostura tanto como pude mientras me obligaba a escuchar con atención.
—No hay ningún testigo que pueda brindarnos algún tipo de información certera—continuó hablando el reportero—. Hasta el momento no se ha reportado ningún herido y ni el vehículo ni el puente presentan algún indició de que haya ocurrido algún choque que vincule al vehículo con su llegada al río...
Di media vuelta y avancé entre la multitud de personas que comenzaban a obstruir mi paso.
«Todo lo que había logrado mover no había involucrado un peso mayor a un kilo. Por lo tanto no sabía quien había hecho eso, pero definitivamente no había sido yo»
Y no necesité saber más.
Corrí de vuelta a casa sin enfocarme en nada más que en mi respiración y los latidos de mi corazón. Llegué justo a la hora del desayuno y me acerqué al comedor para encontrarme con Stella, mi hermana mayor. También estaba nuestra madre y Helen, quien solía preparar los mejores omelettes del condado.
—¡Buenos días!—exclamé sonoramente antes de sentarme en el comedor.
Después de haber corrido me sentía más relajado y un poco más aliviado.
—¡Buenos días, Ello!—exclamaron todas al unísono.
«Se pronunciaba "Elo" y se escribía "Ello". Era la manera en que solía llamarme mi familia y las personas cercanas a mí, al igual que a mí hermana llamándola "Ella"»
Helen dejó omelettes, tiras de tocino, fresas con moras, café y jugo que seguramente era naranja sobre la mesa. Así que me serví dos omelettes y tres piezas de tocino en mi plato antes de sonreírle con la boca llena. Se acercó a mí ladeando la cabeza mientras sonreía y me sirvió un vaso gigante de jugo de naranja sin preguntarme antes si lo quería.
—¿Se acabó la leche de almendras?—le pregunté esbozando una mueca de disgusto, ya que solía tomar leche almendrada de la misma forma en que algunas personas tomaban café o refresco por las mañanas.
Helen se limitó a regalarme una mirada llena de advertencia antes de darse la vuelta en completo silencio.
—Compraré una después—le dí un sorbo a mi jugo y levanté el vaso mientras elevaba las comisuras de mis labios tanto como podía para mostrar una sonrisa.
—Pensé que te cortarías el cabello—dijo mi madre con la vista fija en su taza de café. Claramente era un intento poco ensayado por mostrar desinterés.
—¿Dije qué lo haría?—pregunté con indiferencia.
—Es una forma amable de decirte que no le agrada verte con el cabello largo, hermanito—intervino mi hermana. Puse los ojos en blanco provocando que me sacara la lengua y respondí brevemente mandándole un beso al aire.
—Deberías de ir con nosotras al centro comercial para comprarte un smoking—sugirió mi madre—, y de paso a la barbería—agregó después de barrerme educadamente con la mirada.
—Tengo cientos de trajes—le recordé—, y no quiero cortarme el cabello
Traté de sonar tranquilo, pero mi tono de voz fue desafiante.
—Sabes que esta cena es muy importante para nosotros, Ello. No puedes simplemente—hizo un ademán con sus manos para enfatizar todo mi cuerpo—..., presentarte así
—¿Así?—me levanté del comedor claramente ofendido—. Ustedes tienen una cena "importante" cada semana—replique de mala gana—, no creo que mi presencia sea taaaan significante
—Elliott—me advirtió mi madre seriamente.
Y supe que necesitaba salir de ahí en cuanto vi que la jarra de jugo comenzó a moverse ligeramente fuera de su órbita. Algo que sorprendentemente ninguna notó.
—¿A qué hora nos iremos?—le pregunté con nerviosismo al tratar de cambiar mi postura por una más relajada.
—En una hora y media—me informó mi madre cambiando su gesto serio por una sonrisa que claramente demostraba todo el alivio que le causaba no tener que discutir conmigo.
—Esta bien—engullí lo último que quedaba de mi desayuno y me levanté de la mesa después de limpiar mi boca con una servilleta—. Volveré antes de irnos—le informé a mi madre sin esperar su aprobación. Deposité un beso en su mejilla y caminé hacía la puerta para poder salir de casa.
—Pero acabas de...—cerré la puerta detrás de mí y su voz se suspendió.
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Silence Of Delusion
FanficHacerse el muerto para sobrevivir. Jugar a vivir mientras estás muerto. Queremos controlar nuestra muerte, nuestra despedida del mundo, y sino podemos hacerlo, podemos controlar al menos como lo abandonamos..., ¿O no?