Capítulo 8.

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La noche de brujas estaba próxima y la semana de exámenes había terminado así que tendríamos unas merecidas vacaciones.

Benditas vacaciones lejos de la escuela.

Lejos de Evan Powell.

Luego de varios días, la tan esperada noche por todos aquellos niños amantes de dulces y uno que otro adolescente tratando de hacer maldades había llegado. Me recosté en mi cama dispuesta a hacer la tarea de vacaciones pero el cansancio lo impidió y los ojos se me cerraban a tal grado de quedarme dormida.

Mi celular me despertó gracias a las insistentes llamadas.

Era Lena.

-Necesito tu ayuda.- su voz llamó mi atención. –Derek me ha invitado a salir, tienes que venir.

-No creo que sea conveniente que me tengan allí.- Derek y Lena… ¿Yo? siendo la amiga estorbosa. Mala idea.

-Por favor, no te hará daño salir, es solo plan de amigos.- suplicó esperando mi respuesta.

-Es noche de brujas, no tengo ningún disfraz.- Poner excusas. Buena idea.

-¡Oye Megan, no me dejarás sola! Estaré en tu casa dentro de 25 minutos y si no sales te juro que te dejaré como un conejo sin tripas.- Colgó sin más decir.

¡Lena!

No pasaron ni los 25 minutos y ya la tenía tocando la puerta como si la fueran a devorar unos zombies.

Al final de cuentas no solo me obligo a salir, sino también a ponerme un disfraz de vampira que lo componía un vestido negro que a duras penas cubría la mitad de mis piernas. Maldito vestido, por lo menos no era pegado al cuerpo. Bendición.

Ella llevaba unos shorts rasgados y una camiseta de la misma forma, su pelo alborotado y sangre falsa por todos lados.

Puso un poco de ésta en la comisura de mis labios, estaba comenzando a creer que en lugar de vampira lucía como una chica luego de salir de la habitación de su novio.

Caminamos unas cuantas cuadras hasta ver a lo lejos a Derek. Otro zombie, vaya. De seguro él y Lena se habrían puesto de acuerdo.

-Powell.- gritó en cuanto nos saludó.

¿Evan aquí?

Estúpida Lena. La mataría.

Vi como una silueta se levantó de la banqueta, caminó hacia nosotros con su sonrisa burlona. De seguro por mi patético disfraz.

-Dijimos que con disfraces.- Lena alzó la voz.

-Estoy disfrazado.- Eso era poco creíble a causa de que solo tenía puesta una corbata y un saco. –Soy Christian Grey.- su risa apareció de nuevo.

¿Christian Grey? ¿Enserio?

Solo faltaba que yo me convirtiera en su sumisa y me pusiera a firmar un contrato para someterme a variedad de actos sexuales.

Jajaja. Ni en sus más remotos sueños.

-Bien, que comience la noche, ya quiero lanzar a estos bebes.- Derek señaló una bolsa llena de huevos.

Lena y yo tocábamos puertas como niñas pequeñas solo para pedir dulces, Evan y Derek se escondían detrás de los arbustos por si algún tacaño no quería compartir con nosotros.

Muchos huevos se hicieron presentes en las casas de aquellos que no dieron nada.

-Dulce o truco.- Me sentía estúpida diciendo eso.

Un señor un tanto viejo nos abrió la puerta en una de las casas.

-¿Bastante grandes no creen?- su voz ronca dominó el ambiente. -¿Por qué mejor no pasan y me dan sus pequeños dulcecitos? Estoy sediento de chicas.- Viejo rabo verde.

-¡Váyase a comerse los dulcecitos de su abuela anciano estúpido!- Lena le gritó en su cara y salimos corriendo de ese lugar.

Los chicos al enterarse de esto se enfurecieron queriendo ir al golpear al anciano. Los detuvimos sino todos pararíamos en la estación de policía.

Estábamos cerca de la playa así que fuimos a repartir todos los dulces a niños que se encontraban lanzando pedazos de papel al mar con todas su malas acciones escritas en él. Una tradición de este lugar.

Al finalizar nos sentamos en la arena, mis pies ardían.

-Lena ¿me acompañas?- Derek lanzó una mirada cómplice a Lena.

-Nos vemos luego chicos, Megan no te preocupes por mí, Derek me llevará a casa.- Se fueron riéndose y muy agarrados de las mano.

Más que preocuparme por ella me preocupaba por mí.

-Es tarde, creo que debo irme.- dije luego de un silencio atormentador y me dispuse a pararme.

-¿Ahora?- Evan me tomó de la muñeca, sus manos estaban frías y un poco rasposas.

-Si-

-Antes de que te vayas, ¿Te gusto mi disfraz?- Se levantó. Mis ojos ahora estaban viendo hacia arriba, Evan era mucho más alto que yo.

-Christian Grey es atractivo.- Esta vez no tuve miedo de mis palabras. Eso causa una leve sonrisa en su rostro. –Tu no.- Reí por lo bajo.

-Pues déjame decirte que no me gusta nada como se te ve ese vestido, es demasiado corto y tus piernas son tentadoras.-

Miré hacia abajo sonrojada y en un rápido intento bajé el vestido lo más que pude.

-es inútil lo que haces, toma.- se quitó su saco y me lo amarró a mi cintura. Por un bendito momento mis caderas sintieron las manos de Evan. Gloria.

-Gracias.-

-Quiero de vuelta mi saco.- Sonrió. –Hasta luego Megan.-

¡Dios! Dijo mi nombre.

Doble gloria.

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Hey! ¿Qué anda pasando por tu mente?

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También estoy muy emocionada porque ya son 556 lecturas :') puede que sean poquitas pero por algo se empieza ¿No?

PD. come mucho, lee mucho y sonrie mucho.

¡Besos terricolas y abrazos alienigenas!

-Gabriela(La enamorada del coleccionista de mundos, Booktuber)

Los corazones también se rompen.[Pausada temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora