Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]

"Washington D.C" One-Shot

—Su alteza...

La boca de Elsa se llena de un bostezo profundo y flojo, tiene la frente apoyada en la ventanilla del avión, observando cómo las nubes coquetean con las tiesas alas metálicas que emergen de los costados. Si se pega aún más, sabe que podrá ver como los edificios comienzan a motear el paisaje verde de Norte América y las edificaciones tomar forma en los horizontes, están llegando a Washington D.C.

—Su alteza...

Perezosamente, gira su cabeza a Natalie, que se aprieta la tableta electrónica contra el pecho.

—¿Sí, Nat?— su voz suena mullida, como un soplo a un cuello de botella.

—Estamos a punto de aterrizar, entonces considero pertinente que repasemos su itinerario durante su estadía en América— estoica y sin esperar respuesta, Natalie comienza a recitar una serie de actividades monótonas y frívolas en un orden tan exquisito que la mata.

—A las cuatro y cuarto la estará esperando su estilista para confirmar y probar por última vez el atuendo que utilizará esta noche para el evento benéfico en la Casa Blanca....

Lo que dice Natalie a continuación, es inmediatamente ignorado por Elsa, ahora su mente gira alrededor de la Casa Blanca; La gala de la Casa Blanca, el presidente en la Casa Blanca... El primer hijo en la Casa Blanca.

Sin poder evitarlo, una sonrisilla se dibuja en sus labios coloreados.

—Y lue...— Natalie corta su discurso para estudiar su expresión con sospecha— ¿Por qué sonríe así?

La sonrisa de Elsa se ensancha, mas no hay respuesta. Y antes de que Natalie pueda decir algo, el piloto anuncia que están apunto de aterrizar.

(...)

El despacho oval de la Casa Blanca se ilumina con la bonita mañana primaveral que proyectan sus ventanas, el presidente, Nicholas Saint North, ojea sobre sus gafas una serie de documentos que su asistente le ha facilitado; Aster, con el rostro impasible, espera en silencio alguna nueva orden y mientras, observa con fastidio al primer hijo arrellanarse sobre uno de los sofá encarados en medio de la habitación. Está jugando entretenido con su teléfono, esperando a que su padre adoptivo lo requiera.

—¿Esto es todo, Aster?— la voz de North es un bramido amable, ruidoso pero cálido, con un acento fuerte y bien marcado.

—Sí, señor.

—¿Tienes las confirmaciones para el evento de esta noche?

—Todos asistirán, señor— dice Aster. —Menos la familia real Noruega.

Eso sí llama la atención de Jack, que finge demencia sin apartar la vista de su teléfono.

—¿Ninguno vendrá? ¿Por qué?

—Según lo que tengo entendido, los reyes se encuentran afinando los detalles para la firma de tratados entre Palestina e Israel, señor—. Dice —me informan que en cuanto tengan más detalles sobre el asunto, se comunicarán inmediatamente con usted. Pero por el momento, no podrán presentarse en la gala de esta noche, y han enviado a las princesas en representación de la familia.

Jack se obliga a morderse los labios para ocultar una sonrisa.

—De acuerdo— North suena complacido. —Jackson— Jack regresa la mirada. —espero te comportes, no quiero tener que aclarar otro escándalo a la prensa. ¿Entendido?

—Por supuesto, North—. Sonríe, fingiendo inocencia.

Nicholas lo mira con desconfianza, pero no menciona nada más sobre el tema.