4.- Memorias cortantes

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Tras decir eso, todos en la habitación le prestaron atención al director, exepto Colbert que seguramente ya sabía que pasaba

Louise: entonces... Que le gustaría decir o saber director? *Pregunto mirando al mencionado*

Osmond: mucho pero primero me gustaría esperar a nuestro último "invitado" *como si la hubiera convocado con magia, Siesta, que ya estaba de regreso en su uniforme, entro en la enfermería y se inclinó frente a todos*

Siesta: me llamo director? *Pregunto tras haber realizado el saludo estándar*

Osmond: de hecho lo hice joven Siesta, bien, ahora que todos estamos aquí, ya podemos hablar tranquilos *dijo antes de darle una calada a su pipa pero antes de soltar el humo, la enfermera entro de golpe y saco su cabeza por la ventana además de quitarle su pipa*

Enfermera: no se fuma en la enfermería! *Reprendió y se fue tan rápido como llego*

Osmond: Ouh, ya no respetan a los ancianos *susurro antes de toser en su mano para recuperar la seriedad de la conversación*

Osmond: como verán, hoy demostraron que incluso con sus errores y defectos, fueron capaces de afrontar la adversidad, incluso superados en fuerza y número *dijo mirando al trío que lucho*

Osmond: quería felicitarlos, puede que no sea una medalla o recompensa, al fin y al cabo el duelo iba incluso en contra de las reglas, pero fui yo quien dejó que ocurriera de todas formas por lo que considere que al menos merecían que los felicite personalmente, se que hay un futuro brillante para ustedes *dijo de la misma forma inspiradora que Siesta ya había escuchado*

Kirche: el director seguro sabe cómo animar a la gente no lo creas Tabitha? *Le susurro a su amiga*

Tabitha: el sabe *susurro de vuelta sin quitar la mirada de su libro*

Osmond: ahora, en otros temas, siesta de Tarbes, no serás una experta ni la mejor en el manejo de un sable, pero demostraste más que suficiente habilidad para que contratarte como una guardia oficial de la academia sea aceptado, pero, aceptas el puesto? *Pregunto mirando a la doncella*

Siesta: me gustaría aceptarlo señor director, pero no quiero dejar mi trabajo como sirvienta de la academia *dijo sacudiendo la cabeza*

Osmond: oh no te preocupes, esperaba una respuesta similar y ya tengo un plan de antemano, solo necesitarás cambiar un poco tu uniforme y conseguirte un cinturón para llevar la funda de tu sable, puedes seguir con tus actividades como sirvienta pero si es necesario me gustaría que ayudes a proteger nuestra academia, tu sueldo será el mismo que tendrías si cumplirás ambos trabajos al completo, que dices? *Ofreció alegre, incluso si no había mucho peligro para la academia, la mitad de los guardias eran mucho menos hábiles que Siesta y a diferencia de ella técnicamente no tenían experiencia en combate*

Siesta: esto es... Mucho más de lo que podría pedir señor director, solo puedo agradecerle por brindarme este puesto *dijo conteniendo una lágrima, si le pagarán tanto, su familia ya no tendrá casi ningún problema económico y aún podría pasar tiempo con los otros sirvientes*

Osmond: perfecto, la señorita Longueville tendrá su nuevo uniforme listo, además, también me gustaría hablar con la señorita Vallière y con el joven Drake *menciono mirando a ambos*

Colbert: Osmond, estás seguro de que es prudente hablar de esto con todos los aquí presentes? *Pregunto refiriéndose a Kirche, Tabitha y Siesta*

El vacío de un almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora