Adiós.

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Género: Angustia
Personajes: 2B, 9S, Pod153, Pod042, operadora 21O.
Advertencia: Ninguna.
Clasificación: Todos.
Palabras: 575.

9S andaba porque debía hacerlo, aun cuando su cuerpo le clamaba por descanso, aun cuando sus motivos para continuar eran escasos, aun cuando ya no tenía esperanzas

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9S andaba porque debía hacerlo, aun cuando su cuerpo le clamaba por descanso, aun cuando sus motivos para continuar eran escasos, aun cuando ya no tenía esperanzas.

Soltó un profundo suspiro con una de sus manos enguantadas aferrándose a la desgastada cuerda del puente colgante entre la zona de la torre y el centro comercial abandonado. Sus pies se arrastraban por las astilladas tablas de madera, y la pequeña estaca que cargaba en su hombro, se balanceaba al compás de sus pasos.

Cuando entró en la estructura que alguna vez fue un importante lugar de encuentro entre los humanos, se acercó al elevador escondido entre el follaje. Tocó el botón para llamar al aparato, sin poder controlar el repentino temblor de sus manos. Esperó en silencio, jugueteando nerviosamente con sus dedos y con sus emociones a flor de piel.

Tan pronto como las puertas del ascensor se abrieron, se adentró sin dudarlo. Durante el descenso, rememoró todo lo que había descubierto, volviendo a sentirse atormentado: La puerta trasera del Bunker, la extinción de los humanos, la información clasificada de YoRHa, los materiales de las cajas negras y por supuesto, el virus lógico.

9S cerró las manos con fuerza al recordar esto último, con los dientes rechinando al chocar entre sí. Fue incapaz de no pensar en 2B, situación que hizo que terminara por perder la compostura. Soltó un grito desgarrador, comenzando a golpear la superficie de metal a su espalda, su liquido refrigerante escurriéndose como lagrimas que bajaban por sus mejillas, y la estaca cayendo al suelo provocando un constante eco.

Cayó de rodillas, sollozando. Un par de sus sistemas sufrieron una sobrecarga de energía y pudo escuchar la voz digitalizada de su Pod advirtiendo de los fallos internos, sin embargo, no le prestó en lo absoluto atención hasta que finalmente el ascensor se detuvo y sus puertas se abrieron. Parpadeó en un par de ocasiones, notando la enigmática cueva de Emile enfrente de él, repleta de hermosas flores lunares.

Poco a poco, recuperó el control, quitando con su mano las gotas de agua que manchaban su rostro y tomando la estaca nuevamente. Caminó despacio por la zona, buscando un punto ideal donde realizar lo que había venido a hacer. No estaba seguro si habría un sitio perfecto o una forma correcta. No tenía ningún tipo de registro de video, audio o texto que lo apoyase, solo las palabras de aquel extraño androide:

«La raza humana tenía muchas tradiciones en relación al duelo de sus muertos. Sé que no significa mucho para nosotros, pero...Solo quiero que sus almas encuentren algo de paz»

Al final, 9S se decidió por clavar la estaca en el centro del área, enfocando su mirada en el visor azabache amarrado al poste. Por primera vez en días, fue capaz de sonreír. Su mente se llenó de los buenos momentos, de las tantas experiencias y desafíos que enfrentaron juntos. No pensó en las veces que le había mentido, en las veces que lo había traicionado, en las veces que lo había matado, todo porque la amaba.

—2B —pronunció 9S con voz temblorosa, arrodillándose frente a la estaca—. No estoy seguro de lo que es el duelo, o de si tenemos un alma de la que debamos preocuparnos...

»Pero espero que tengas reposo. 2B, dulces sueños.

»Pronto estaré contigo...

Y de esa forma, rodeado de flores y sus recuerdos, 9S le dio el adiós a su compañera, 2B.

Nier Autómata: El peso del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora