𝟯𝟯

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Mini-maratón 5/5 :D

Después de tomar el café, se fueron a tomar el metro de nuevo.

Otra vez debían irse paradas.

Lisa se sentía un poco débil, así que apenas se desocupó un asiento, Jennie le dijo que fuera a sentarse.

—¿No prefieres sentarte tú?— preguntó Manoban sentada.

—No, si te sientes mal es mejor que vayas sentada.

—Eso no importa, siéntate tú.— Lisa estaba por levantarse, pero Kim la bajó de los hombros.

—No quiero, quédate sentada.

Lisa puchereó, pero no duró mucho rato despierta y cayó en un sueño.

Un rato después, el asiento de al lado de Lisa se desocupó, así que Kim no perdió el tiempo y corrió a sentarse al lado de la linda Lisa que dormía plácidamente.

Como el viaje era igual de largo que el de ida, Jennie se recostó en el hombro de la mayor y durmió también.

Pero tuvo pesadillas.

Soñó que iba a comprar junto a Haneul, y que a lo lejos veía a Lisa caminando con otra chica de la mano, y Son le decía "Te lo dije, sabes que puedes llamarme cuando quieras." y esa frase empezó a retumbar en su sueño "Te lo dije, te lo dije, te lo dije".

Por suerte alguien la despertó.

—Kim, estamos llegando...— decía Lisa despertándose mientras le tocaba el brazo.

Jennie se empezó a estirar, moviendo el cuello y le sonrió.

Faltaba muy poco para llegar, así que empezaron a pararse.

Lisa tocó el botón para abrir la puerta apenas paró el metro. Bajaron ambas en silencio.

—Tengo sueño...— dijo Lisa refriegando sus ojos.

—Ya vas a dormir cuando llegues a casa.— sonrió la contraria y tomó su mano.

—Perdón...— se disculpó de la nada Manoban.

Jennie la miró extrañada.

—¿Porqué te disculpas?

—Se supone que hoy es un día en el que no hay trabajo porque es sábado, no tendrías que estar devolviendote a casa solo porque me enfermé, deberías disfrutar este día y descansar...

La menor le sonrió.

—No te disculpes, disfruto estando contigo estando o no en la cuidad. Sin importar nada, voy a disfrutar estar contigo.— argumentó la castaña.

—¿De verdad?, no es agradable estar tanto tiempo conmigo, soy muy idiota. Estoy casi segura que no vas a aguantarme mucho tiempo...

—¿Qué?, claro que no, no digas tonterías, eres un amor... cuando quieres, pero lo eres igual y te amo, si eres una idiota a veces, pero te aguanto y te aguantaré hasta el día que mueras.

—Ya entendí, cállate o me darán diabetes.— La Lisa desanimada no podía durar mucho.

Jennie río.

—¿Ves? Eres así y te sigo aguantando.— bromeó la menor.

—Si, si, si, sé que me amas.

—No dije que te amo.

—Pero sé que lo haces.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque lo sé.

—¿Pero cómo?

—Sé que lo haces.

—¡No estás respondiendo!— se estresó Kim.

—¿Me amas?— preguntó la de pecas.

—Sí.

—¿Ves? Sé que me amas.— alzó una ceja.

She | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora