「 XLVI 」

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Esta no será la última noche

Sus largos dedos se mojaron en el lubricante, acariciando la espalda del alado con todo el amor del mundo hasta posarse en su entrada.

Hawks acalló, apretando lo hombros del mayor y de rodillas, mientras que Dabi ahora estaba sentado. Notaba el líquido medio espeso resbalar por su piel a la vez que también acababa en las sábanas sin que se dieran cuenta.

—Te dolerá un poco— Avisó, metiendo por fin su dedo de forma lenta y sintiendo cómo este se tensaba.

Pensó por ahora en si podrían llegar más lejos, era la primera vez de Hawks y es cierto que se encontraba excitado pero tal vez Dabi era demasiado grande para él.

—No importa, tu sigue Touya— Garantizó el menor sobre el oído de Dabi, queriendo también seducirlo. Era consciente de que aún no había acabado y estaba dispuesto a ofrecerle más.

—Eres precioso Keigo— Añadió bajo una sonrisa, profundizando más en su entrada y haciendo que Hawks destensara su mandíbula para suspirar.

—Sigue Touya, sigue — Quiso acelerarlo. Hawks aún estaba en un estado de extasis por su primer orgasmo, queriendo llegar a más por la emoción tan placentera y anhelando cada vez más a Dabi.

El alado se aferró a él en plena confianza, dejando que al mayor se le escapara otro suspiro de placer y metiendo un segundo dedo al sentirle más implicado.

Jugó con estos al entrar en hawks, comprobando las paredes rugosas que le envolvían y causando temblores al menor.

Aquello se sentía extraño, invadido y apretado.

Escuchaba sus leves quejidos y cómo ahora él mismo abría más sus rodillas para qué Dabi pudiera explorarlo mejor.

—Oh Keigo... deberías verte — Sonrió, posando un tierno beso en el rostro del alado y antes de que pudiera decir nada gruñó más alto —Creo que lo encontré pajarito— Dijo el mayor tras esto, volviendo a tocar aquel punto, una parte más rugosa que las demás y blanda que por cada toque creaba un espasmo al menor.

Siguió acariciado esa zona con un claro movimiento de "ven" solo que hacia abajo.

Ese era su punto.

—Tou... —Cortó el nombre al sentir su voz más aguda de golpe. Dabi entonces siguió golpeando el sitio, teniendo ahora más cerca el lóbulo de su amigo al situarse más adelante y en un impulso lo mordió, recreando un sonido al chocar sus dientes con los pendientes escarlatas.

Hawks sólo dejó salir un suspiro suave, pegándose más a Dabi y acariciando con sus manos su cabello  y espalda.

Mantuvieron esta coordinación, dejando que Dabi disfrutara de esa caricias y sonidos hasta querer hablarle.

—¿Escuchas lo húmedo que te pusiste? —Burló sin querer, recordándole por hábito a sus otras veces.

—Qué lascivo eres Touya— Rió desganado, notando como el mayor sacaba sus dedos y dejaba de nuevo a Hawks nervioso.

—Lo siento pajarito — Murmuró, mirando a Hawks y lamiendo los restos húmedos de sus dedos, haciendo que este tragara pesadamente y elevara sus alas —¿Preparado?

Hawks asintió y Dabi sonrió mostrando sus dientes. El alado sintió más escalofríos nerviosos por esto, notando cómo el mayor le sostenía de la cadera y lo acercaba.

Previamente él mismo se había puesto protección.

—Sé que es tu primera vez, Keigo ve despacio y a tu ritmo yo te ayudaré— Consoló el albino, semblando más confianza en el alado. A veces realmente le recordaba a cómo era de niño.

Blinded by childhood, friendship and love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora