RED THREAD °JICHEOL°

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-Entonces- empezó a hablar el chico del otro lado de la barra- ¿No estás dispuesto a seguirlo?

-No Minghao- le dijo por décima vez en el día.

-Pero ya ha pasado una semana desde que apareció tu hilo rojo, no entiendo.

Minghao era un chico de su edad que había llegado a Corea hace un mes ya, el chico estaba en busca del otro extremo de su hilo. Así que había planeado un viaje a todos los lugares que pudiera ir siendo su primera parada Corea del Sur.

Jihoon y él se habían conocido cuando el chino llegó a la cafetería en la que él trabajaba y la cual manejaba. Desde el primer encuentro se hicieron amigos y el contrario le contó las ganas que tenía de conocer a su otro extremo.

Realmente Jihoon no creía en nada de eso. Cómo, en el momento que veas a tu otro extremo y sus ojos conecten te enamoras al momento.

Cuando escuches su voz, estarás seguro de que no habrá mejor melodía que esa y quisieras escucharlo toda la vida. Tonterías

Para él nada de eso era real. ¿Cómo puedes enamorarte de alguien que ni siquieras conoces en solo un instante?.

Se conocía que cuando tu otro extremo está cerca de tu posición tu hilo toma un color dorado, y personalmente él prefería que el suyo se mantuviera rojo.

-¡Jihoon!- se asustó cuando su amigo le gritó para llamar su atención- ¿Me estás escuchando?

-No. Disculpa- le dijo con sinceridad

-Si no fueras el jefe podría asegurar que ya te habrían despedido- soltó una risa a lo dicho por su amigo, el cual en ese momento veía su mano con curiosidad y sorpresa.

-Minghao- lo llamó y el contrario aún seguía mirando su mano- ¿Estás bien?

-¡¡Está dorado!!- gritó el muchacho haciéndolo saltar del susto.

-¡¡¿¿Qué??!!- dijo sorprendido después de asimilar las palabras del contrario- ¿Cómo que está dorado?- le preguntó pero el otro todavía estaba en shock- ¡¡Por dios, dime algo Minghao!!

-¿Qué hago?.

-¿Cómo?- dijo incrédulo- Pues obviamente lo vas a ir a buscar- que no le gustara lo del hilo rojo no significa que no estuviera feliz por su amigo, quien ya tenía muchas ganas de encontrar el suyo.

-No estoy preparado todavía- dijo mirando asustado hacia todos los lados- Mierda Jihoon, dame un cuchillo lo voy a cortar.

-¿Qué dices?- empezó a reír- Minghao, ten un poco de calma. ¿No tenías ganas de conocerlo?

Su amigo se sentó de nuevo y escondió su cabeza entre sus brazos mientras susurraba cosas en chino de las cuales no entendía nada.

Quitó la vista del chico cuando la campana del lugar sonar. En la puerta estaba un chico alto, moreno y guapo que estaba hablando por teléfono.

-Que si Seungcheol- decía el nuevo por su celular a la vez que se sentaba en la barra del lugar- Estoy en la cafetería que te dije ayer. Tienes que venir rápi.....- no terminó de hablar cuando vió su mano extrañado.

Rápidamente el chico giró su vista hacia donde estaba él y después vió a Minghao. Oh, Jihoon tenía un buen presentimiento de esto.

-Minghao- llamó rápido a su amigo- Creo que a quien tanto estabas buscando está aquí.

El chino levantó su rostro y lo miró extrañado. Para después recorrer el camino de su hilo y parar en la mano del chico moreno. ¡Bingo!

En cuanto vió que el otro se acercaba a su amigo para hablarle supo que era momento de retirarse.

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Estaba limpiando una mesa cerca de la puerta del lugar, mientras de vez en cuando veía como le iba a Minghao.

El chico que antes estaba muy asustado ahora se veía con una sonrisa y el rostro sonrojado, y su otro extremo no estaba mejor. Se le notaban mucho los nervios a los dos.

Casi deja caer la taza que estaba limpiando en ese momento cuando volvió la vista a su tarea y se dió cuenta que su hilo estaba dorado.

-Esto no me puede estar sucediendo- iba a esconderse en el almacén del lugar y se detuvo cuando escucho la voz del chico alto llamar a alguien después de que la puerta del lugar fuera abierta.

-¡Seungcheol!- el recién llegado al lugar ignoró el llamado de su amigo antes de dar un vistazo al lugar completo.

Su vista se posó de inmediato en el chico a donde llegaba el otro extremo de su hilo, ahora dorado.

Jihoon veía con atención al chico que se acercaba a él, tenía mucho miedo la verdad. ¿Por qué tenía que pasarle eso a él? Si no quería conocer en esos momentos a su otro extremo.

"Vete, vete, vete" repetía en su cabeza, pero al parecer su cuerpo no le hacía caso cuando no se había movido ni un centímetro.

-¿Se le ofrece algo?- le preguntó al pelinegro frente a él para que no se notaran sus nervios.

-Uhm... Mi nombre es Seungcheol- le dijo extendiendo su mano hacia él.

"Huye, huye, huye" se dijo a si mismo, pero nuevamente su cuerpo no le hizo caso. Porque al momento había extendido la mano al chico más alto que él.

-El mío es Jihoon- miró con atención como sus hilos se veían entrelazados al darle la mano y le dedicó una sonrisa al chico que miraba lo mismo que él- Un placer conocerte.

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