Un entrenamiento agotador que terminó en una misión de imprevisto la había dejado ahí, medianamente consciente en medio del campo de batalla.
—Romanoff está herida —la voz era distante y apenas y podía reconocer a quién le pertenecía.
El dolor, aunque tolerable para ella, acabó por vencer a su cuerpo, mal momento media batalla para desmayarse.
Abrió sus ojos y pudo reconocer perfectamente la habitación en la que estaba; curiosamente no era ningún hospital ni nada por el estilo, en realidad estaba en casa. Intentó levantarse y un quejido salió de sus labios.
—No se levante —otra voz inconfundible inundó sus oídos y pudo relajarse un poco más.
—Zemo —incluso la garganta le dolía un poco, así que apenas y se dispuso a decir el nombre de aquel que le veía desde el marco de la puerta.
—Soy tu número de emergencia
—No tengo tal cosa —y aunque lo tuviera, dudaba que realmente le permitieran poner a Helmut como tal, con todo y el tiempo que llevaban ya saliendo
—Lo sé, pero Stark piensa que sí y me llamó
—Gracias
—¿Por qué?
—No lo sé, por ir por mí a medio enfrentamiento, incluso si nadie ahí era de tu agrado
—Aunque la peles hubiese sido contra mí, en el momento en el que mi adorada espía resultara lastimada sería ella mi prioridad —sintió su rostro calentarse un poco, pero prefirió obviar el hecho de que Helmut habría sido el primero y único que lograse teñir sus mejillas de rosa.
Volvió a intentar levantarse y esta vez, incluso antes de que pudiese sentir el dolor del movimiento, Zemo la detuvo.
—¿A dónde cree que va?
—A darme un baño, relajarme y tomar un analgésico; le haría una invitación pero estoy agotada
—Lo tengo listo, en realidad —el alemán abrió la puerta de su habitación que daba hacia el baño de la misma y el agradable aroma de las sales de baño inundó la habitación, haciéndole incluso olvidar el metálico olor de la sangre que seguía clavado en su memoria.
—Eres un encanto —con ayuda de su pareja, la peliroja logró ponerse de pie con el mínimo de problemas.
Al entrar al baño, pudo notar que estaba todo listo para que ella simplemente se metiese a la bañera, Otra vez ayudada por Helmut, logró despojarse relativamente rápido de todas sus prendas, notando que algunos moretones apenas empezaban a salir en su piel.
—¿Te he dicho ya que odio tu trabajo?
—Cada día, pero sé que hoy el sentimiento es aún más fuerte —sosteniéndose del castaño, Natasha pudo entrar a la cálida bañera que había preparado para ella.
Apenas se estaba aclimatando al ligero calor en su cuerpo y disfrutando el roce del agua con su piel cuando notó que el barón no había abandonado la habitación.
—¿Va usted a cuidarme?
—En realidad... —lo vio arremangando su camisa y colocándose de cuclillas a su lado.
—No estará hablando en serio
—¿Me ve riendo? —ni siquiera le dio tiempo a responder cuando ya tenía en manos la esponja, pasándola delicadamente por sus hombros.
Ella quería quejarse, pero en realidad su cuerpo estaba todavía adolorido y ser consentida por el alemán nunca le venía mal, en especial ahora que seguramente le tomaría el doble de tiempo darse un baño si lo hacía por sí misma. Con calma y paciencia, pudo levantar cada brazo para que su pareja se deshiciera de la tierra o manchas de sangre que seguían sobre su piel, y la colonia del alemán no hacía más que relajarla de sobremanera. Seguramente disfrutaría muchísimo más el ser mimada por Zemo de no ser por el dolor que le obligaba a ser especialmente cuidadosa con cada movimiento.
Después de unos cuantos minutos el cuerpo de la peliroja estaba completamente libre de sangre seca, tierra o cualquier otra suciedad que la batalla pudiese haber dejado sobre su piel, y ella estaba significativamente más relajada en comparación a cuando recién había despertado.
—Si le soy sincera no quiero moverme de aquí
—Serías una pasa muy linda, querida
—Siempre sabes qué decir, ¿no es así? —con los ojos cerrados y una sonrisa pintada en sus labios, siguió el ritmo de la conversación.
—Es bueno saber que mis palabras son de su agrado pero realmente tiene que descansar y tomar algo para el dolor
—Bien —respiró profundo, preparándose para dejar la enorme comodidad en la que estaba, incluso si el agua empezaba a enfriarse.
Siempre con ayuda de Helmut, la agente pudo ponerse de pie y fue cubierta con la suave tela de su bata de baño. Se sorprendió al sentir cómo su pareja la cargaba entre brazos, de una forma nupcial, pero nuevamente, decidió que disfrutaría de las atenciones que le brindaba su amado.
—Casi me hace desear ser herida más seguido
—No bromees con eso, cielo —le regañó, aunque su tono era uno más bien dulce—; sabes que puedo hacer esto en cualquier momento, no tienes que llegar a tal extremo
—Lo sé —volvió a sonreírle e, ignorando el ligero malestar que le generó el rápido movimiento de su mano, detuvo a Helmut de alejarse, aferrándose a su brazo.
—¿Sucede algo?
—Quédese a mi lado —le suplicaba, no sólo con la voz, sino que también con la mirada.
—Lo que sea por mi espía favorita —se inclinó para besar su frente y acomodó uno de sus mechones húmedos detrás de su oreja.
Se sentó en la orilla de la cama, al lado de la peliroja y colocó delicadamente su mano sobre la ajena. No necesitaban decir demasiado, nada en realidad, la presencia del otro era más que suficiente.
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Fʟᴜғғᴛᴏʙᴇʀ [2021]
FanfictionUn drabble/narrativa por día, todos con una pareja que se ha robado mi corazón y de la cual no he leído mucho, así que... WidowBaron supremacy. Los temas son de la página Es de fanfics (https://www.facebook.com/EsDeFanfics/) Los personajes son propi...