¿Tienes un Goten?

4

Narra Trunks

—¡Tu versión del futuro es increíble, Trunks! —sonreía más de lo habitual. Estaba muy emocionado de conocer a Mirai, me suplicó que se lo presentara, quería ver como sería yo de grande, aunque le dije que no hacía falta, todos sabíamos que sería genial cuando creciera pero, el niño frente a mí es demasiado terco o yo soy muy accesible con él. No lo sé.

—No es la gran cosa —le resté importancia—. Yo soy mucho más genial que él —miré mis uñas con un aire de superioridad (y de diva).

—Claro, claro —¿Ya no me tiene en cuenta? —. ¡Maneja su espada de manera increíble! —gritó levantando las manos al cielo, haciendo que todo lo que haga o diga mi yo grandote parezca muchísimo más genial que yo. Creo que estoy celoso de mi mismo. Irónico.

Decidí no responder y dejar que Goten hablara. Movía sus manos frenéticamente de un lado a otro, sus ojitos brillaban más de lo normal, eso me molestaba. Me alegraba de que mi amigo estuviera feliz y eso, pero, yo quiero ser el que haga que sus ojos brillen o sus mejillas se sonrojen como ahora. Honestamente no lo estaba escuchando, sólo lo observaba, era una imagen sin sonido, como en las películas cuando el protagonista desconecta su cerebro.

¿Qué se sentirá besarlo?

Otra vez ese pensamiento se cruzó por mi cabeza en cuanto le miré los labios. Sabía que estaba mal hacer eso o bueno, eso me dijeron Mai, Pilaf y Shu; también lo oí de mi maestra, así que si ellos lo dicen es porque es cierto ¿no?. Sacudo ligeramente la cabeza tratando de dispersar ese pensamiento, pero no resultó, se intensificaron con cada “Trunks del futuro” que pronunciaba el pequeño a mi lado.

—Goten —lo interrumpí.

—¿Sucede algo?

Me acerqué lentamente, sentía el corazón en la garganta y mis manos sudaban, pero no había vuelta atrás. Junté sus labios con los míos, se quedó inmóvil y yo igual, no sabía que seguía en un beso, era todo lo que sabía.

¿Qué se sentirá besarlo? Pues la mismísima gloria, sus labios son suaves y tienen un sabor único. Quiero darle otro beso, pero me separé de él. Su cara estaba completamente roja, ni siquiera me miraba a los ojos. Esperé a que dijera algo, pero no lo hacía y yo sentía que la había cagado en grande. ¿Y si a él le gusta otra persona? ¿Y si ahora le das asco? ¿Por qué eres tan estúpido, Trunks?

—Lo siento mucho —bajé la cabeza avergonzado—. No volverá a pasar, lo juro, Goten —rasqué mi nuca con nerviosismo.

—Hazlo de nuevo —desvió la mirada.

¿Qué dijo? ¡¿QUÉ LO HAGA DE NUEVO?! Mi cerebro necesita procesar lentamente esto. Ayuda.

No lo dudé mucho y volví a atacar los labios de mi amigo, pero esta vez decidí moverlos, justo como he visto que lo hacen mamá y papá, pero no resultó muy bien, terminé por morderle la lengua a Goten y ésta empezó a sangrar. No voy a mentir, me asusté demasiado cuando vi sangre.

—Nuestro primer beso va a ser inolvidable —carcajeó limpiándose la poca sangre que se asomaba en sus comisuras.

—Totalmente —lo imité.

Luego de eso, siguió hablando de Mirai como si nada. Maldito enano. Seguí sin escuchar ni una sola palabra de lo que decía. Quería volver a besarlo, pero me contuve, no me gusta el sabor metálico que tiene la sangre.

Miré el cielo completamente azul, sentía el ki de mi yo grandote elevarse y luego disminuir, es muy probable que esté entrenando con papá. Ahora que lo menciono, no me agrada mucho ese chico, no sé por qué, no me molesta que el salga con Mai en su tiempo, no existe Goten por lo que se tuvo que conformar con eso, pero, la forma en que mira a mi mejor amigo no me gusta, lo mira con rencor, como si le hubiera hecho algo. Lo peor es que Goten no se da cuenta y salta a él en cuanto lo ve, aunque lo trata bien, se nota en su mirada. Mamá dice que los ojos son las ventanas del alma, y al parecer tiene razón, porque Mirai mira de una manera a Mai y de otra al pelinegro.

Tengo que averiguar el por qué para echárselo en cara, nadie mira a mi pequeño de esa manera en mi presencia y en ningún otro lado.