Otra vez lo mismo de todas las mañanas, tengo que esperar a que mi madre me agarre las coletas y escuchar como mis hermanos se gritan en la sala, siempre veo a mi hermana discutir con mi hermano por siempre llegar tarde; pero estoy segura que es su culpa, ella siempre se demora mucho tiempo en la ducha y mi hermano tiene que pagar las consecuencias.
Mi mamá siempre esta corriendo de arriba y abajo ayudando a mis hermanos, y peinándome a medias, mi papá siempre es el que tiene que terminar de peinarme.
Cuando mi mamá ya no regresa a la habitación, me bajo de la cama y me encamino a la habitación en donde seguramente se esta cambiando mi papá, entre sin tener que tocar pues normalmente la puerta siempre esta abierta y a disposición de todos.
— pa...! me peinas? —Le dije desde la puerta, él se estaba poniendo la camisa de la empresa y amarrando sus gruesas botas café.
—tu mamá no alcanzo a peinarte?— Pues no es que no haya alcanzado, si no que se le olvido peinarme con el show que tienen mis hermanos en la sala.
—si
«Y con razón, mis hermanos no parecen mayores a niños de mi edad»
—ven, siéntate mi niña —En mis manos tenia el cepillo y la moña con la cual me agarraría el mechero, me trepe a la cama y le entregue lo que tenia en mis manos, mi papá empezó a peinarme suavemente desenredándome los severos nudos que mi mamá alcanzo a quitar aunque haya sido muy poco.
Los jalones no se dejaron esperar y cuando termino de mechonearme, me hizo una coleta y aun así me dejo doliendo la cabeza, pero igualmente no tenia mas opciones... era mi papá o mi peludo gato.
«El gato ni siquiera tenia manos con que agarrarme el cabello»
[...]
Estaba guardando las cosas en el casillero, cuando detrás de mi sentí como me empujaban hasta estrellarme la cara de lleno contra el casillero; detrás de mi escuche sus escandalosas risas y sus pasos alejándose.
Si fuera por mi iría y les daría una buena paliza, pero conociéndome en el camino me avergonzaría y seguramente si lo hiciera la castigada seria yo.
Cuando llegue al salón encontré a mis amigos sentados hablando entre sí y demás grupos creados por diferentes compañeros, mis amigos tenían gustos similares; les gustaban mucho las películas de acción, aunque yo soy un poco mas dirigida a las películas de romance y sobrenatural. Cada día nos recomendamos diferentes tipos de pelis, aunque no sea de nuestros gustos terminábamos viéndolas, la vieja amargada de la profe Cecilia es la que siempre arruina nuestras importantísimas conversaciones, esa vieja tiene como 100 años y aun así no se muere.
Ya finalizando la primera clase, la vieja amargada nos manda a guardas nuestros útiles y dice.
"Hoy hablaremos sobre su futuro"
Todos mis compañeros empezaron a mirarse entre sí, para después ponerse a reír y gritar de todo, de todo lo que menos entendía.
Mis amigos hablaban de su futuro y de lo que querían ser; yo ni siquiera sabia lo que quería ser, no quería ser lo que todos querían, era casi lo de siempre y además mis hermanos andan hablando de ello todo el tiempo.
Abogado..
Doctor...
Veterinario..
Etc..
Lo de siempre.
La profesora nos empezó a preguntar lo que queríamos ser y todos respondían lo mismo, cuando llego mi turno mis manos empezaron a sudar y sentí muchísimo calor, como si fuera verano. La profe me volvió a preguntar y yo pensé en la película que vi en la noche, la que estaba viendo con mi hermana.
—Quiero ser Sicaria — La profe me vio con los ojos abiertos y escuche a mi compañeros jadear, el salón completo quedo en silencio hasta que la profe pregunto.
"Porque"
«Sinceramente ni siquiera sabia el porque »
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NO Profesionalmente Sicaria
ActionCortos y simples son los sueños de los niños de hoy, cada corto tiempo desean ser algo más; sin saber si lo cumplirán en un futuro. *** Ella desea ser una sicaria, desea ser como esa chica que aparece en la tele cuando su hermana coge el control, d...