Oportunidad

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Dios siempre me dio una segunda oportunidad en la vida.

Paulo Coelho

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Después que Simon consolara a Clary hasta quedarse dormida, Isabelle le dio la terrible noticia de su aborto espontáneo, a lo que Simon reaccionó lanzándose sobre ella para rodearla con sus brazos. Ella le dijo: Está bien. Y él respondió: No, no lo está.
En ese momento, su madre salió con una carta en mano y les informó que debían ir al lago Lyn de inmediato. Isabelle se alistó y pidió a Simon que se quedara para cuidar de Clary y Chris.
Ella y su madre se unieron al semicírculo alrededor de la fogata y vio con un poco de sorpresa a su hermano hablando con Alba, antes que ella se levantara.
Después del relato, la mandíbula de Izzy se quedó abierta y preguntó en una voz lo suficientemente alta para hacerse escuchar.

–¿Cuánto tiempo tomará?

–Por lo que veo... –Alba miró al lago– Dos semanas, quizá tres.

–¿Qué haremos? –preguntó Jia.

–El lago en su etapa de metamorfosis emanará una gran cantidad de energía –explicó la bruja–. Eso atraerá a muchos demonios, será necesario colocar unas cuantas salvaguardas a su alrededor, pero cuando la energía sea excesiva se verán afectadas y serán inservibles. Entonces será necesario que cazadores, lobos, vampiros, brujos y hadas, se turnen para vigilar el lago. Un ataque demoniaco será inminente a ese punto.

–¿Y qué podría pasar si un demonio nada en el lago?

–Si un demonio se ve reflejado, no habría el mayor problema –Alba miró a Wesley como a un idiota–. Pero si se introduce en el agua, se volverá negra y por lo tanto el espejo igual. Si Raziel emerge así, no sé qué podría pasar.

–Así que debemos vigilarlo –concluyó Jia.

–Así es.

–De acuerdo –todos se levantaron y su padre dio la ultima orden– Nefilim, regresen a casa, subterráneos sus casas les darán la bienvenida y mañana regresarán a sus respectivos hogares. Una última cosa. Deben saber que después de votar se ha decidido que las hadas serán reintegradas al consejo.

Eso detonó una serie de reacciones: los vampiros estaban felices y los lobos igual, los brujos parecían más escépticos, como si ya lo hubieran esperado, y los nefilim estallaron en ira.
Gritos y abucheos al consejo se escucharon, incluso Isabelle se unió, ¿cómo pudo su padre permitir eso? Aunque Helen fuera la reina, eso no borraba a lo que habían hecho.

–¡Silencio! –estalló su padre. Cuando lo quería podía verse intimidante y así se veía en ese momento– ¡Esta decisión fue tomada de manera justa! ¡Quiéranlo o no, ya está hecho!

Las quejas no se hicieron esperar, todos gritaban cosas como: ¿Han olvidado lo que nos hicieron?, son unos corruptos, las hadas no merecen esto; o aún peor: Valentine tenía razón. Isabelle sabía que eso no era cierto, pero su odio e ira la cegaron.

–¡Si la Clave quiere esto, es porque no son más que unos cobardes rastreros ante los subterráneos!

–Isabelle, ¿cómo puedes decir eso? –preguntó Maia.

–Las hada, –se obligó a calmarse, todos tenían sus ojos puestos en esa conversación y supo que debía escoger muy bien su palabras– destruyeron el Preator lupus, lo quemaron hasta los cimientos...

–No fueron ellas...

–¡Fue gracias a su ayuda! ¡Gracias a su ayuda, Jordan está muerto! ¡¿Acaso eso no significa nada para ti?!

Cazadores de sombras: Ciudad de espejismosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora