Capítulo 1: Sospechoso.

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El simbionte estaba agitado, lo había estado toda la noche y el amanecer no lo calmo

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El simbionte estaba agitado, lo había estado toda la noche y el amanecer no lo calmo. Para su anfitrión era molesto, las quejas del alienígena en su cabeza y la sensación que le provocaba al retorcerse dentro de su cuerpo, le provocaba nausea hasta cierto punto. Pero no podía culparlo, recibió de lleno una llamarada, lo que estaba haciendo era normal, deshacerse de los desechos quemados de su cuerpo para después regenerarlos. Además, no era la primera vez que algo como esto pasaba, se podía decir que ya estaba acostumbrado. El humano caminaba por su departamento, esquivando el desastre que su amigo había dejado al terminar su jornada como vigilante, hasta llegar al refrigerador, para abrirlo y mirar dentro.

-¿Que se te antoja?- pregunto, mirando las pocas opciones: algunos huevos, un empaque a medio terminar de salchichas, una botella casi vacía de refresco, un par de tomates, una patata solitaria y un montón de barras de chocolate.

-La pregunta ofende Eddie- respondió una voz en su cabeza. 

-Je, claro, como no- tomo la más grande del motón dispuesto a romper la envoltura, pero adelantándose, un tentáculo negro emergió desde la piel en su espalda, rompiendo la envoltura para después arrebatarle el dulce de la mano, apareciendo también una cabeza de color negro, de blancos ojos y afilada dentadura, devorando con gusto el dulce para poder regresar al interior de su anfitrión.

-Je, claro, como no- tomo la más grande del motón dispuesto a romper la envoltura, pero adelantándose, un tentáculo negro emergió desde la piel en su espalda, rompiendo la envoltura para después arrebatarle el dulce de la mano, apareciendo también...

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-Impaciente que eres, deja al menos que la disfrute- pidió tomando otra. 

-Yo la disfruto, eso es suficiente- respondió, repitiendo la misma acción.

-¡Yo también tengo hambre!- agarrando otro chocolate, este le fue arrebatado de las manos. Al tomar el siguiente, sujeto el apéndice emergente antes de que lograra su cometido, pero desde su hombro emergió la cabeza del simbionte, quitándole el dulce y comiéndolo sin molestarse en quitarle la envoltura. Cuando intento tomar otro, la cabeza de Venom surgió directamente desde su brazo, devorando todo los chocolates y dejando solo la envolturas maltratadas -¡Bueno ya! ¿Qué tienes?-

-No lo se Eddie, tal vez sea porque ¡me bañaron el fuego anoche!- gruño molesto el simbionte.

-Yo también estuve allí, y todo lo que haces allá adentro no me es muy cómodo que digamos, así que no te quejes- 

Lethal protector: The Dark Halloween. (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora