Blinded by childhood, friendship and love

「 XLVII 」

⚘ Comenzando de nuevo, por fin ⚘

Un bostezo fue el que se oyó resonando por la habitación. Dabi dió la vuelta, botando por el colchón tan blando en el que se situaba.

Se estiró con un sonido gutular ronco y abrió sus ojos al no sentir al alado.

Su pelo estaba despeinado, y se incorporó sin realmente quererlo. Observó a sus lados, nada.

Simplemente él en medio de sábanas blancas que le conjuntaban.

Agudizó el oído, escuchando tras la puerta del baño la ducha y, estirándose de nuevo quiso entrar.

Posó su pie descalzo en el suelo y miró las sábanas echas un rebuño, deseando volver a mezclarse entre estas y dormir más pero por otra parte, fantaseando con ver de nuevi a su amigo.

Si es que aún podía referirse a Hawks como tal.

Bostezó de nuevo y más exageradamente, entrando al cuarto de baño y cerrando la puerta tras de sí. Vio al alado a través de la mampara, sus alas tapaban su desnudez y pudo observarlo con sus ojos cerrados mientras le caía agua en el rostro.

Ah, Dabi no podía equiparar esa belleza con nada. Sus mechones rubios y esas alas recién mojadas solo hacía que se asemejara completamente a un verdadero ángel.

Más aún estando sin prendas.

Se paralizó y sonrió por tener algo tan bonito a lo que observar al principio del día.

Hawks ni siquiera le había escuchado entrar, en realidad, acababa de meterse en la ducha, sintiendo el calor del agua recorrer su piel.

Adoraba aún la sensación de ducharse.

Dabi deslizó la mampara y entró para cerrarla de nuevo, posándose detrás del rubio y abrazándolo de imprevisto.

—Buenos días— Dijo ronco, causando una sonrisa en el alado, quién le saludó con sus alas mojadas, calentando el cuerpo del mayor y mojándolo también.

—Buenos días Touya ¿Dormiste bien? — Preguntó, aún queriendo mojarse por completo y colocó la ducha para que también lograra caer agua al mayor.

—Demasiado, tienes una cama increíble — Y esto era cierto, recordaba la primera vez que se quedó y que también le encantó —Es un gusto saber que dormiré en ella estos días— Coqueteó tras una pequeña risa grave, haciendo que Hawks le golpeara con sus plumas en un modo juguetón.

Entonces el alado se giró, tirando de Dabi para que este se mojara por completo, quien cerró los ojos y pasó su cabello hacia atrás, haciendo que Hawks se sonrojada desde primera hora de la mañana.

Parecía un sueño, tener a Dabi en su ducha por la mañana después de lo que ocurrió la noche anterior le hacía actuar como si aún estuviera dormido.

Sostuvo su rostro, acariciando sus quemaduras y piercings y le observó con cariño, recibiendo una sonrisa como respuesta tras pasar su mano por el cabello albino.

—¿Qué pasa pajarito? — Preguntó confuso, haciendo que el alado negara y ahora alcanzara el gel, decidiendo no utilizar la esponja esta vez.

—No es nada ¿Me ayudas a limpiar mis plumas? —Dijo, sacando otra sonrisa a Dabi quién apresuró a tomar el gel.

Con lo que soñaba de pequeño tocar sus plumas no podría imaginárse ahora que esto estuviera pasando.

Hawks sabía que Dabi adoraba esto y ahora había descubierto que por igual adoraba ese tacto.