Ahí estaba, recostada en el marco de la gran puerta mirando la espaciosa habitación donde se encontraba el príncipe de un reino, algo olvidado, de espaldas tocando ese viejo piano, como se me había hecho costumbre los últimos meses. Escuchando como cada día mejoraba, a pesar de no practicarlo por mucho tiempo gracias a su apretada agenda.
-¡He mejorado!, ¿no? - dijo volteandose en mi dirección, solo asentí con una sonrisa y él continuó en lo suyo.
Mirando y apreciando cada detalle de su vestuario, podía ver la delicadeza en tela de la guerrera azul a su lado, que se había quitado para estar más cómodo. Era increíble la manera en la que incluso de espaldas podía verse tan atractivo y provocar tantas cosas en mi interior. Cada detalle de él parecía ser irreal, como delicadamente sus limpias y cuidadas manos tocaban las teclas de ese piano, y de este salía una hermosa melodía; como todo su cuerpo iba al mismo compás, podía notar que lo disfrutaba, incluso al verle tan sereno parecía una persona completamente diferente en comparación a la primera vez que pude verle.
La primera vez que ví príncipe Jaehyun, se encontraba en el salón común del Castillo, donde habían más príncipes y gente de alta sociedad, al ser una fiesta importante. Yo estaba allí, gracias a que necesitaba ayudar a mi madre, quien era una de las criadas más fieles y preferidas de la Reina. Al verlo entendí todo lo que decían sobre el príncipe Jaehyun, todo en él era atractivo, no era igual de bruto y egocéntrico que los demás príncipes cercanos a él, pero aún así lograba tener un aura muy dominante; sabía que él era consciente de sus atributos y los usaba a su favor. Me era sorprendente ver como alguien de mi misma edad podía hacer todas las cosas que hacía él.
Luego de esa importante reunión decidieron que era bueno que me quedara, para ayudar porque estaban pasando por una pequeña crisis de personal. A partir de ese día, la presencia del príncipe era una prioridad para mí, parecía que a donde a sea que fuera él estaba ahí, pero era solo el destino que nos había puesto tareas en las mismas áreas, gracias a eso pude aprender mucho de él, aunque él ni siquiera se hubiese percatado de mi presencia en ese entonces.
- Jae.. - hice una pausa -..perdón, su majestad - aclaré y él rió sarcasticamente.
- ¿Qué pasa? - dijo volteandose para quedar mirándome dándole la espalda al piano.
- Acabo de recordar, uno de los herreros mencionó que su nueva espada está lista - dije, recién venía ese recuendo a mi mente. Su antigua espada la había roto de tanto prácticar, en uno de sus enfados había terminado de partirla en una práctica.
- No quiero otra espada - dijo - le dije que la reparara, no que quería una nueva - dijo y se volteo de nuevo al piano.
Definitivamente, ahí frente al piano, presionando las teclas tan delicadamente, no parecía alguien que podía destrozar una espada en una práctica.
Por eso, la primera vez que lo vi frente a ese piano, en medio de la noche en esa habitación olvidada con ese piano viejo que nadie había utilizado en años, fue algo increíble.
Me encontraba vagando por los pasillos del castillo en el cual era recién llegada, lo cual estaba prohibido. Sin embargo, la curiosidad de conocer ese gran lugar era más fuerte que cualquier regla que se me fuese impuesta.
Llegué a uno de los lares más silenciosos del castillo, a los que rara vez llegábamos a caminar. Escuchar el sonido de un piano en el medio del silencio llamó mi atención, caminé hacia la habitación de donde era proveniente ese peculiar sonido.La puerta estaba abierta por lo cual, ver no era un problema. En primera instancia imaginé que se trataba de un criado más que como yo, salía cuando no debía, puesto que no había ninguna iluminación en la habitación más que la que entraba por la ventana. La persona que emitía esa hermosa melodía estaba de espaldas, pensar que era el príncipe Jaehyun era algo inaceptable, hasta que notó mi presencia en la habitación y se detuvo para voltear a mirarme.
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YOUR MELODY [ HYUNJAE TBZ ]
Fanfiction-..usted solo ama a su piano y el trono - - si me lo pidieras, lo dejaría todo sin importarme nada más que poder verte sin nada que lo impida - El amor es complicado, es difícil. Te hace sufrir, te hace sobrepensar. Depende de quién lo interprete...