Un amor inesperado

Capitulo 12

El martes y el miércoles pasan lentos. Lo hacen al menos para mí, ansío con ganas que el llegue el jueves para ir a mi nuevo empleo, estoy muy emocionada.

Mientras tanto me dedico a hacer mi carta de renuncia para mi actual empleo, la entrego y me siento liberada.
Mañana doy un nuevo paso en mi vida y me siento realmente orgullosa.

Decido pasar el resto del día en el centro comercial, pero no lo quiero hacer sola así que le marco a Melissa para preguntarle si viene.
Después de tres timbrazos me contesta

- Catalina estoy ocupada te marco en una hora- me dice en un susurro

- Vale, bye

Mi mala suerte hoy está acompañándome. Entonces le marco a Andrea, otra amiga de la secundaria y el bachillerato.

- Bueno- lo dice insegura- ¿Catalina?

- Hola Andrea, si soy yo, Catalina

- Hola, ¿cómo has estado?

- Pues bien gracias ¿y tu?

- Igual, ¿pasa algo? hace mucho que no llamabas- tiene razón hace más de dos meses que no me contacto con ella, pero mejor tarde que nunca.

- No, no pasa nada. Te hablaba para ver si querías salir ésta tarde al centro comercial, ¿estás disponible?- cruzo los dedos para que su respuesta sea un sí.

- Bueno la verdad es que...- vale creo que eso es un no- no tengo planes para hoy, claro vamos.

Suelto un suspiro me alegro de que si pueda, odio ir yo sola al centro comercial o a cualquier otro lugar- ¿a qué hora nos vemos? ¿Al centro comercial de siempre?

- ¿Puedes en media hora? Y si, al mismo de siempre

- Claro, ¿en donde te veo?

- En el café, nos vemos al rato bye

- Si, bye

Guardo el celular en el bolso y me subo en mi March. Cuando lo enciendo Iris de Gogodolls inunda el ambiente y comienzo a cantar mientras me dirijo al centro comercial.
No tardo tanto en llegar, el tráfico no estaba tan pesado y aún faltan 15 minutos para que se cumpla la media hora en la que habíamos acordado.

Entro en la cafetería y me siento en una mesa del fondo, comienzo a darle un vistazo al menú cuando oigo mi nombre. Es Andrea.
Andrea es una chica delgada, unos cuantos centímetros más alta que yo, morena y de ojos cafés. Lleva puesto un vestido floreado, ajustado hasta la
cintura y falda en vuelo, zapatillas y un ligero maquillaje que le queda perfecto.

- Hola Catalina- se abalanza sobre mi y me aprieta entre sus delgados brazos

- Hola Andrea- me suelta y tomamos asiento. Fisgoneamos un momento el menú hasta que decidimos pedir dos capuchinos de moka

- ¿Que tal te ah ido? ¿Alguna novedad sobre algún galán?- dice ella

- Bien, hoy acabo de renunciar a mi empleo- agranda los ojos y antes de que me interrumpa continuo- conseguí un empleo en un despacho de diseñadores y mañana es mi primer día- su gesto cambia rápidamente por una sonrisa

- Felicidades mujer, me alegro por ti.

- Gracias, me siento muy contenta la verdad

- Claro que si es un gran paso. Y cuéntame ¿que tal con el galán del que aún no me has contado?

- ¿Cómo puedes estar tan segura de que hay alguien?- ¿tan obvia soy?

- Bueno lo estoy, cuando te pregunte sonreíste, supongo que significa que si. Ya cuéntame y no me hagas sufrir

- Se llama Eric. Es mí doctor

- Espera pero si tu doctor era un viejito, arrugado, canoso y nada guapo- cuenta cada aspecto con un dedo

- Lo se, pero ya no lo es. Hace una semana que me lo cambiaron, cuando fue por mis pastillas la última vez al entrar en el consultorio me en encontré con el hombre más guapo que haya visto. Imagínatelo, alto, castaño, ojos azules pero de un azul puro hermoso y lo mejor de todo unas nalgas perfectas- mi amiga tiene la boca abierta, esta sorprendida por supuesto

- ¿Estas segura de que no eran imaginaciones tuyas?

- ¡Claro que no lo son! es real. El sábado salí con él. Fuimos de copas Melissa y yo y se nos pego junto con su amigo Jack

- ¡Cuéntame eso!

- Melissa también consiguió un empleo nuevo así que salimos de compras por que en la noche iríamos de copas para festejar. Al salir de una tienda Jack se le acercó a Melissa y le coqueteó. Yo no había visto a Eric, el estaba de espaldas hablando por teléfono y cuando volteó y Jack dijo que era su amigo sentí que me iba a desmayar. En fin Melissa y Jack hicieron planes para esa noche y salimos los cuatro.
Y el lunes lo vi de nuevo Jack estaba en el departamento y fue cuando me hablaron para decirme que obtuve el puesto. Así que lo mandamos por vino, regreso con vino y con su amigo

- ¡No lo puedo creer! Eres una maldita suertuda- me da un ligero puñetazo

- Lo se, pero bueno aún no pasa nada y dudo que pase algo

- Pero si que pesimista eres, pasara algo yo se lo que te digo- me hace sonreír y seguimos platicando hasta que nos acabamos los capuchinos.
Salimos de la cafetería y vamos a distintas tiendas de ropa en las que acostumbramos a comprar. Término comprando una falda y una blusa que me encantaron. Andrea sólo compra unos lindos jeans y vamos a mi departamento.

Cuando llegamos son alrededor de las 7 pm. Ponemos una película de comedia y hacemos palomitas. Sirvo una bolsa de papas en un plato grande y la bolsa de palomitas en otro. Nos sentamos en la sala.
Justo cuando esta empezando llega Melissa y se nos une rápidamente, noches de chicas.