Ralsei sólo pudo quedarse callado al tener a Kris frente a él, Susie se había ido detrás de Noelle y no parecía que volvería pronto a "salvarlo" de aquella conversación. Más que sentirse arrepentido estaba avergonzado ya que, pensaba en decirlo, realmente iba a hacerlo y quería que fuese algo especial... no soltarlo como si nada en media fiesta durante una borrachera imaginaria.
Tomando aire profundamente, controló sus nervios y levantó la mirada hacia Kris, decidido pero suave.
— Lo que dije antes es verdad, pero no quería que te enteraras así... no estoy demasiado seguro de lo que pasó. — Comenzó. Ralsei se hizo a un lado y le dejó a Kris un espacio para sentarse, a lo cual él lo hizo. — Tampoco sé desde hace cuánto tiempo empecé a sentirme así, pero me hizo feliz saber que mis sentimientos por ti son especiales. — Sonrió hacia él, jugando con su propio cabello.
Para su alivio, Kris no parecía tenso o nervioso con lo que le estaba contando... tan sólo extrañamente tranquilo. Aquello no le molestaba, desde el principio había ido asimilando que debía aceptar cualquier respuesta o reacción que Kris tuviese ante ello; lo último que deseaba es que se sintiese obligado a corresponderle o darle una respuesta al instante.
Tampoco es como si fuese a pedirle ser su novio o algo así, Ralsei era más de dar amor incondicional.
— Yo sólo quería que lo supieses porque creo que es algo bueno o, al menos, a mí me gusta pensar en ti e idear todos los días detalles sobre cosas que podrían gustarte, Kris. — Habló Ralsei, intentando 'rescatar' algo de la confesión original que había planeado. — Eso me hace feliz y, si a ti también te hace feliz, quisiera que continuásemos como siempre. No puedo imaginar un mundo donde no nos conozcamos.
El monstruo no pudo evitar dar un pequeño saltito por los nervios cuando Kris se sentó más cerca de él, sacando una hoja arrugada y poniéndola frente a ambos. Ralsei entrecerró los ojos y segundos después la reconoció, sintiendo cómo su rostro ardía de vergüenza por ver su carta de amor descubierta.
"¡No...! ¡Yo justo estaba repitiendo lo que decía esa carta, ahora ya sabe que estaba preparándolo todo de antemano! ¡Qué vergüenza...!"
— ¡Kris! ¿Por qué tomaste eso? — Se quejó, negando rápidamente. — ¡Te prometo que había escrito una mejor! Incluso pensaba dártela cuando-
Ralsei se silenció de golpe cuando sintió una mano sobre su cabeza, enredándose entre sus cabellos, tocando sus cuernos y deslizándose para acariciar su mejilla. Parte de su pelaje blanco como la nieve se erizó de golpe, estremeciéndose por la inusual suavidad de su toque.
Kris no dijo nada, pero aquel mero gesto fue todo un discurso para el monstruo, quien se sintió cálido y anestesiado por ello, mirándolo con los ojos muy abiertos... pero incapaz de pensar en algo.
— ¿...Kris? — Su voz fue como un susurro perdiéndose en el acogedor silencio de la escena.
Parte de sí presintió lo que venía, aunque de igual manera no fue capaz de creerlo.
El príncipe de la oscuridad fue quien se quedó congelado cuando el rostro del contrario se acercó al suyo, sintiendo el tiempo pausarse en ese mismo momento, como si su mente se hubiese quedado en blanco. Sólo reaccionó un par de segundos después de que lo besaran, cerrando los ojos y dejándose llevar, correspondiéndole.
No notó que estaba conteniendo el aliento salvo cuando ambos se separaron, viendo a Kris algo aturdido por lo que estaba pasando pero con ojos brillantes y cálidos. Tuvo que mirar a otro lado, soltando una pequeña risa nerviosa y tocándose la cara.
Antes de que pudiese decir algo, Kris volteó la hoja de papel, revelando un texto escrito en la parte de atrás. Ralsei la leyó con atención, era la letra de Kris y había varias palabras tachadas. Poco tardó en notar que parecía ser una carta de amor escrita por el humano, aunque había enormes diferencias entre ambas.
Desde que lo conocía sabía que Kris tenía problemas para expresar alguna emoción, él era más de acciones y de que el resto adivinasen lo que estaba pensando. En su carta se notaba, pues no mencionaba en ningún momento el cómo se sentía sino que se fijaba más en las cosas que le gustaban de Ralsei y su apariencia física.
Técnicamente, no era una carta de amor, pero para Ralsei fue la cosa más hermosa que alguien jamás había hecho por él.
— Me encanta, Kris... — Murmuró con una leve sonrisa. — Sé que no te gustan estas cosas pero significa muchísimo que lo hayas hecho para mí, te prometo que nunca lo olvidaré.
Por la emoción, estuvo a punto de abrazarlo... pero recordó que a Kris no le gustaba el contacto físico sorpresivo así que sólo le colocó una mano sobre el hombro.
La "respuesta" de Kris era más que suficiente para él, le gustaba la conexión que estaban creando tan instintiva y naturalmente, no necesitaban ponerle nombre a aquella unión y le gustaba más así. El vínculo que tenían era único y no existía palabra alguna para describirle a otros lo mucho que se necesitaban y querían el uno al otro.
"Mi primer beso fue con Kris..." pensó Ralsei, con ganas de saltar del sofá y gritar de emoción. "No lo habría querido de ninguna otra manera".
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Un Príncipe Encantador ¦ #Flufftober
FanficYa ha transcurrido un tiempo desde los acontecimientos del Dark World. Tanto Susie como Kris y Ralsei continúan con sus vidas con normalidad en medida que les es posible... pero las cosas han empezado a ponerse extrañas e incómodas entre estos dos ú...