Parecía un Adiós

Me estaba pidiendo que siga con mi vida, que sea feliz, y que me enamore, sabiendo que no puedo amar a alguien que no sea el, el es quien robó mi corazón.
Ninguno de los dos estaba bien parado en esta situación, estábamos separados por unos barrotes, lo cual era lo único que impedía que nuestros cuerpos se encontraran como debían.
El esperaba que ame a alguien más, y que sonría con otra persona, pero no lo iba a ser si no era con el. Agradezco poder haber estado con el, agradezco los besos y caricias.
Me pedía que olvidara todo lo que pasó en esa noche, pero jamás que lo olvidara. Eso era imposible, yo iba a recordar cada momento que vivimos juntos, nunca se van a borrar de mi mente los recuerdos, nuestras noches en vela, las caricias, y los besos, lo especial, y los hermoso que se sentía cuando estábamos juntos, se sentía distinto por esa misma razón, porque aún que lo negaremos, nos enamoramos, y jamás ninguno de los dos iba a olvidar al otro. A pesar de la distancia o de la muerte, siempre viviríamos en el jardín de la memoria el uno del otro.