Si se enteran [HarukaxMichiru] ✓

Capitulo cinco: ¿Será o no será?

Haruka
Llevo un mes en Neptuno, un mes acompañando a Michiru. Me ha hecho conocer tantas cosas en tan poco tiempo. Me siento tan diferente de como era antes.

—Haruka, ¿Cómo me veo con estás flores?— me preguntó Michiru jugando mientras desayunábamos.

—Te ves hermosa— le sonrei con dulzura y ella hizo lo mismo. A lo lejos los niños jugaban a perseguirse entre ellos, entre risas y gritos podía sentir la alegría de Michiru al contemplarlos.

—Sabes—eleve la visita hacía ella —.Quisiera ser mamá de una hermosa niña algún día— me quedé estática.

—Si llegamos a casarnos, ¿Podríamos tener una hija?—me miró con unos ojos suplicantes. En mi interior sentí mi corazón quebrarse, aún venía sintiéndome asustada por la boda y ella ya me hacía sentir consternada por un futuro que no podría darle.

—Claro— murmuré con la mirada baja.

—¿Dije algo malo?— se acercó con preocupación.

—No, es solo que, no me siento muy bien— me levanté de mi asiento —Voy a refrescarme un poco—

—Esta bien— su rostro expresaba preocupación, desconcertada y curiosa por conocer el motivo de mi cambio repentino de humor.

No me siento acomplejada por mi cuerpo, tengo brazos y piernas fuertes. Pero mis senos y mis caderas me ponen más en evidencia de lo que me gustaría. Creo que simplemente soy alguien que se deja llevar por como se siente y no sé preocupa demasiado por como luce. Aunque ahora, el como luzco me tiene contra la espada y la pared ante Michiru.

Me siento frente a la ventana con la vista al mar, mi pecho y mi espalda descubiertos para dejar que la brisa del mar me llene un poco. Respiro profundo, dejando salir todas mis preocupaciones al inhalar y exhalar.

—¿Te sientes mejor, Haruka?— escucho a mis espaldas a alguien abrir la puerta.

¡No puede ser! ¡Es Michiru!
—Michiru no entres— me cubro rapidamente con una sábana.

Miró su rostro sorprendido.

—¿Por qué no?— me pregunta asomándose a la puerta.

—¡Porque estoy desnudo!—grite escondiéndome con cualquier cosa que tuviera enfrente.

—Ah ya veo, eres tímido— se rió, a veces me parecía demasiado intimidante —.Disculpame, la próxima vez tocaré— cerró la puerta riendo. Respiré aliviada.

Cuánto tiempo más le voy a ocultar esto, no podre ocultarlo demasiado. Tire de mis cabellos con frustración. Tranquilizate, tranquilizate. Me dije a mi misma intentando calmar mis nervios, tengo que decirle.

—Tengo que decírselo— respiré ahogada mente. Sentía una presión en mi pecho...

Durante la noche, nuestra celebración de compromiso había traído consigo a muchas personas. Todas emocionadas de ver a Michiru, la observaba a lo lejos siendo tan natural con todos, tiene mi admiración total, es muy discreta aunque no le guste mucho convivir. Yo no puedo contenerme el disgusto, es algo con lo que simplemente nací.

Me acerque hacía ella con pasos seguros. Me tomo del brazo y evitó la llegada de un joven que quiso dar la vuelta de inmediato en cuanto me vió tomarla de la mano.

—¿Se va tan pronto?— dijo ella al joven, a veces me parecía que lo hacía a propósito y otros que era muy ingenua.

—Disculpe princesa— el se regresó hacia nosotros

—Le presento a mi prometido Haruka— me miró con desagrado, poco disimulado.

—Un placer— estrecho mi mano con la suya, mi rostro se mantuvo serio intentando descubrir las intenciones de este sujeto.