Nuestro pequeño infinito.

Una pequeña historia.

Hola queridos lectores. ❤

El día de hoy vengo a compartir con ustedes una pequeña historia que vino a mi mente hace un par de días.

Debo decir que fue un texto que me dolió mucho escribir, supongo que me encontraba en un punto en el que mis sentimientos estaban a flor de piel.

Espero que les guste y lo disfruten tanto como yo.

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Era un día lluvioso en París, el aire soplaba las hojas secas de las copas de los árboles y las abundantes nubes en el cielo no le permitían el paso a los rayos del sol. El otoño estaba próximo a terminar para dar paso a las festividades navideñas, sin embargo, el espíritu de fiesta estaba apagado.

Ese día una chica azabache se encontraba en el cementerio, parada frente a la lápida del que era su esposo, sosteniendo el paraguas con el que se enamoró de él. Lágrimas salían sin control de sus ojos para deslizarse por sus mejillas. Le lloraba al amor de su vida, pero tenía que ser fuerte porque se lo prometió.

- Hola mi amor - dijo con voz temblorosa - ¿Sabes?, hoy quiero compartir contigo una gran noticia. He logrado sacar una nueva línea de ropa y todo es en tu honor - mencionó con una cálida sonrisa - También nuestra línea que sacamos juntos ha sido altamente requerida y me emociona saber que a pesar de todo siempre serás parte de esto. Pero no vine solo para contarte sobre trabajo, hay algo más… sólo que… antes quiero recordar nuestros momentos juntos para cerrar este capítulo en mi vida - respiró profundamente y continuó - ¿Recuerdas cuándo nos conocimos en la escuela? Yo te odiaba por poner goma de mascar en mi asiento - rió un poco - Pero después, cuando terminó la clase, el clima era lluvioso como el de hoy y tú me entregaste un paraguas y me explicaste todo y yo… yo sólo… me encantaste con esa tierna personalidad que tenías. Desde ese momento me era imposible tener una conversación normal contigo, porque sin proponertelo me habías cautivado por completo.

- También recuerdo nuestros días en la universidad, mi personalidad había cambiado y me sentía más segura, podía estar contigo sin tartamudear pero… hablar de sentimientos era complicado, sin embargo, ese día que casi me ahogo en la playa te preocupaste tanto por mí, que tu abrazo me reconfortó tanto que te dije que me gustabas… no sé en que momento surgió el valor, pero ahí estaba, lo había dicho luego de que mencionaras que tenías miedo de perderme. Nos fundimos en un beso tan necesitado y me sentí completa.

- Después de varios años, tengo tan presente como me pediste ser tu novia y lo emocinada que me sentí, fue increíble esa cena en la torre Eiffel. Aunque no tanto como el momento que me pediste ser tu esposa - sonrió con mucha nostalgia - Me dijiste que nunca me quitara el anillo, que era símbolo de que tendría por siempre tu corazón, pero me temo que es momento de quitarlo de mi dedo, no te preocupes mi amor, tengo una gran explicación sólo que… quiero continuar con nuestra historia.

- Cuando nos casamos fue un momento maravilloso, recuerdo mi vestido de novia que diseñó tu padre, era simplemente hermoso. Los adornos de la iglesia y del salón fueron espectaculares, tu madre siempre ha tenido un buen gusto. Y no olvidemos nuestra luna de miel, me encantó pasar días contigo en la hermosa playa, alejados de todo y de todos… sólo eramos tú y yo… tú y yo contra el mundo como decías - las lágrimas corrían por sus mejillas - Cuando regresamos y creamos nuestra propia empresa para asociarnos con tu padre, crecimos profesionalmente y fue maravilloso. Nuestra primera línea de ropa fue muy exitosa y más porque modelabas tan bien... ¿Sabes? Hay algo que nunca pude decirte, ese día que te fuiste de viaje por los nuevos materiales para la nueva colección yo… me sentía mal y tu madre me acompañó al doctor - se le comenzó a quebrar la voz - Yo… tenía sospechas y quería confirmar - suspiró - Cuando me dieron los resultados me sentí tan feliz porque los resultados arrojaban que estaba embarazada - unos pequeños sollozos salieron de su boca - En ese momento era la mujer más feliz del mundo y necesitaba decirtelo, tu madre me aconsejó que te lo dijera en persona y estaba totalmente de acuerdo con ella, así que nos pusimos en marcha para comprar cosas y celebrar el día que regresaras del viaje. Estaba tan ilusionada… pero… ese día tú… tú... no llegaste - Marinette se soltó a llorar cayendo de rodillas y dejando el paraguas a un lado - Ese día que sería el más feliz para nosotros, yo… yo te perdí, nunca te pude decir que ibas a ser padre y me hubiera encantado ver tu expresión. Siempre soñamos con tener una familia y justo cuando lo ibamos a lograr... tú… te fuiste. No te lo reprocho mi amor, porque se que nos cuidas desde donde quiera que estés.