prólogo

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Se encontraba atónito, sin saber nada, conforme más trataba de aclarar sus pensamientos más confuso se volvía todo.

—Estoy seguro que debe haber una forma, tan sólo una oportunidad de encontrarla.

-A lo lejos en todo el aire se propagó una voz imponente sin ningún punto de procedencia, como si el aire mismo tuviera vida.

–Está bien una oportunidad es todo lo que tendrás, aprovechala, es un todo o nada y en tu caso una eternidad vacía o una vida con aquello que más desea tu alma.

—Sólo dime como salir de aquí, y yo encontraré la manera de verla así me tomé hasta mi último segundo, voy a estar con ella.

El estaba mas asustado de lo que nadie pudiera haber estado nunca, pero el pensar en ella, en tenerla una sola vez más, en que ella lo viera con esos ojos resplandecientes que siempre se llenaron de amor al verlo, el tan sólo escuchar una vez más su respiración, sentir una vez más su latido en su pecho desnudo, el decirle una vez más que la amaba valdría cualquier desafío.

Si algo había aprendido es que para el nunca existiría una vida sin el amor de ella, y que no existe nada más digno por lo que morir y vivir que el amor verdadero.

—Muy bien chico, has tomado tu desicion. Que tengas suerte y que tu corazón siempre te guíe a aquello que anhelas tanto.

Todo se torno en un fondo blanco, hasta que todo estuvo desaparecido a la vista.

El alcance del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora