№: 14

621 104 52
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaron más rápido de lo normal, y cuando me di cuenta, el cumpleaños de Mikey estaba a la vuelta de la esquina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasaron más rápido de lo normal, y cuando me di cuenta, el cumpleaños de Mikey estaba a la vuelta de la esquina.

Una semana faltaba exactamente para el gran día. Los preparativos de mi regalo ya estaban más que terminados.

Ahora miraba el reloj de mi oficina con impaciencia, rogaba por qué se moviera más rápido para poder irme de aquí.

Lo que más raro me parecía, es que Kazutora no haya aparecido el día de hoy. Parece que al fin se había cansado de pasar las horas encerrado en mi oficina.

Y no lo culpo, es horriblemente cansado estar aquí. O tal vez solo salió con sus amigo. O le pasó algo malo...

Negué con la cabeza quitando pensamientos estúpidos que habían comenzado a aparecer en mi cabeza. Seguro estaba bien.

Por hoy, me concentraría en Izana. Ya le había cancelado dos veces por cuestiones de trabajo, pero esta vez no lo haría.

– ¿Esta acuerdo con esto, presidente?– La voz de uno de los ejecutivos me saco de mis pensamientos.

Ah.. cierto, estaba en medio de una junta para conversar la nueva abertura de un edificio.

– Aún hay unos detalles que me gustaría arreglar antes de la inauguración– Mi respuesta pareció satisfacerlos, mientras aguante un suspiro.

No tenía idea de lo que estaban hablando. Estos tiburones solo querían sacarme dinero.

– Sin embargo, lo hablaremos la próxima junta. Tengo un compromiso personal– Me arregle el saco, mientras me levantaba de la silla.

– ¿Que podría ser más importante que este proyecto?– Cuestionó toscamente uno de los veteranos de la empresa, todos en la mesa de junta voltearon como búhos hacia mi– En mis años aquí, nunca se ha pospuesto un justa para un evento tan grande por cuestiones personales.

– No tengo porque responder esa pregunta, ni tu porque cuestionar mis decisiones– Caminé con tranquilidad hacia la salida, sin borrar la sonrisa en mi rostro– Por mucho años que tengas trabajando aquí, parece que aún no aprendes la diferencia entre el puesto de presidente y un simple empleado reemplazable, como tú.

You're not alone [TokyoRev]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora