Halloween a llegado como todos los años, pero esta vez trae algo más, algo siniestro y oscuro.
El terror se adueñara de los corazones de las personas mientras la oscuridad consume a toda luz.
La sangre bañara las calles, y el miedo, los alimentara.
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Poderosos estruendos resonaban al interior de una nave, la cuál se mantenía suspendida sobre a unos kilómetros de Manhattan, justo sobre el mar, gracias a 4 poderosas turbinas. Los atronadores sonidos eran causados por un ser que se encontraba prisionero, dentro de una cúpula de cristal reforzado diseñada especialmente para contener a sujetos poderosos y peligrosos.
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-¡Sáquenme de aquí maldita sea!- gritaba Venom, golpeando con sus dos puños el cristal, pero sin causar el menor daño. Ante la frustración de su encierro, no se le ocurrió otra cosa que rugir, pero la cámara amplifico el sonido, causándole daño -Arghh, carajo- se quejo, esta vez por lo bajo, dando un último golpe.
-Venom, no creo que logres nada- le dijo Eddie en su cabeza, buscando que este se calmara para pensar en una solución. Pero eso no estaba en los planes del simbionte.
-Cállate, solo... cállate en lo que nos saco de aquí- Venom retrocedió hasta llegar al centro de su prisión, analizándola a profundidad, observando cada detalle en búsqueda de algo que le sirviera, notando de reojo -un par de capsulas a su izquierda- a otro prisionero, un hombre de no más de treinta años, con ropa y apariencia normal, aunque para estar encerrado en ese lugar, no podía ser alguien común y corriente. Aún con eso, Venom no le dio importancia, siguiendo con su análisis.
Primero alzo la mano sobre su cabeza, extendiendo algunos tentáculos finos para introducirlos en la pequeñas aberturas que había en el techo. Por algunos minutos intento buscar alguna forma para abrir la celda y salir o separarla de lo que la sostenía al techo, solo para rendirse al darse cuenta de que eso no funcionaría. Su siguiente opción, saltar en contra del cristal y, al este no ceder, usarlo de impulso para arremeter contra el lado contrario, repitiendo la misma acción muchas veces, aumentando a cada momento el impulso y la fuerza ejercida sobre cada punto de contacto, pero sin llegar nunca a la necesaria para romperlo o tan siquiera provocarle una grieta. Al final, embistió con su hombro, deteniendo todo la actividad allí, pero tampoco rindió fruto. Molesto, solo gruño al momento de arañar el cristal, sin conseguir nada obviamente.
Venom sencillamente se apoyo de espaldas contra el cristal y se dejo caer lentamente hasta quedar sentado, viendo directamente al pasillo por el cual muy debes en cuando se podía ver a algún agente de Shield, cosa que estaba a punto de ser el caso.
