Capítulo I (Diane)

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CONTEXTO: DIANE TIENE 15 AÑOS

Tal vez no era que mamá no tuviera tiempo, de hecho lo tenía y siempre lo iba a tener con todo lo relacionado con sus hijos, pero creo que era más el hecho de que se le pasaba todo rápido, era como si el tiempo para ella pasara más rápido de lo que realmente avanzaba así que cuando no la vi entre la gente no debí haberme sentido mal, pero una parte de mí quería llorar, ¿Por qué no había venido esta vez? Ella siempre venía a estas cosas, cuando me entregaron el diploma yo mire al señor y sonreí de forma practicada, de esa misma manera que lo hacía mamá en sus reuniones.

— Felicidades, Diane — fue todo lo que dijo el señor.

Miré el diploma un segundo y luego volví a mirar desde el escenario en caso de que hubiese mirado mal, corroborando el hecho de que mamá no estaba, respire profundo y doble el diploma en cuatro para guardarlo en mi bolsillo, se escuchó un murmullo entre la gente y me baje del escenario sin más, quizá fue el hecho de que Kyle estaba en el lugar, mamá y él no se podían ni ver y si eso pasaba se ponían discutir.

Él se acercó a mí para felicitarme y decirme lo orgulloso que estaba de tener una hija como yo, pero yo necesitaba irme a casa, había pasado casi toda la semana trasnochando por una ridícula competencia escolar, todo para que mamá no se molestara en siquiera aparecer en la premiación, le pedí a Kyle que me llevara a casa de mamá (Porque si no le especificaba aquello sabía que iba a terminar en el apartamento de Kyle posiblemente durmiendo en el sofá) mientras que él seguía insistiendo en su ego de padre y que cuando me iría a quedar con él a su apartamento, joder que hombre más desagradable con el tema en serio, es que cada que lo tenía cerca Kyle (al parecer) tenía la obligación de preguntar cuando iría a su apartamento y la verdad es que yo no era muy fanática de ir a ese apartamento.

Me dejó fuera de la casa y yo saqué las llaves para poder entrar, vi a mamá en la cocina frente al portátil, en reunión seguramente la verdad es que ya ni me interesaba que es lo que se suponía que hacía tanto frente al portátil, le deje el diploma sobre la mesa de la cocina, doblado tal como lo había sacado de mi bolsillo y me fui a mi habitación, me recosté en la cama y cuando mamá entró a la habitación fue porque seguramente su reunión ya había terminado, me quedo mirando desde la puerta apoyada contra el marco de esta, sabía que si no la invitaba a pasar ella no se iba a mover de la puerta, si era necesario diría lo que sea que tuviera que decir desde la misma puerta.

— Perdón, por no haber ido — la quede mirando sin moverme de la cama, quería decirle algo así como que no se preocupara que relamente no importaba, pero en un momento así tampoco es como si se me ocurriera decir demasiadas cosas.

— Déjalo, no importa, estaba Kyle — le solté sin ánimos, pero a mi si me importaba, la verdad es que me había acostumbrado a ver a mamá cada que estaba en ese tipo de situaciones y era literalmente la primera vez que no se presentaba.

— Entonces lamento aún más no haber ido — no pude evitar sonreír frente al comentario — Haces que se le suba el ego cada que lo invitas a esas cosas ¿Lo sabes no? — le hice un gesto para que se sentara en la cama.

— Lo sé, pero él tiene derecho a ir a esas cosas y ¿A ti no se te sube el ego? — ella me miró mientras se sentaba a mi lado.

— Sí, pero no me pongo tan desagradable como él — era verdad, mamá y Modir siempre nos decían que estaban orgullosas de nosotros, éramos sus hijos después de todo, pero al menos no se le subía a la cabeza el hecho de que éramos buenos en las cosas y eso era agradable, al menos para mí — ¿Qué te parece si comemos algo rico?, aprovechando que no están tus hermanos — me guiño el ojo y yo asentí con la cabeza.

Bajamos a la cocina y la ayudé a cocinar, hasta que se detuvo un momento y tomó el diploma que seguía doblado sobre la mesa y cuando lo desdobló se comenzó a reír, a veces escuchar reír a mamá podía ser tan extraño como ver a Modir llegar temprano del trabajo, pero su risa era contagiosa y en cierto modo te daba esa sensación de que estaba todo bien, que estabas en tu lugar seguro.

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