Llenos de vida, de sonrisas, dé llanto. Llenos de todo.
Llenos de aprendizaje, de dolores, de sorpresas, de oraciones respondidas y no.
Pero cuanta paz trae el saber que al final del día, sin importar que paso, que hicimos, que dijimos, que no dijimos, que guardamos, que gritamos, sin importar NADA.
Alguien nos ama, y lo hace porque sí. No por que lo merecemos, sino por GRACIA.
Qué palabra tan extraña en este tiempo, GRACIA... así es, no podemos entender la gracia porque no nos entra en la cabeza que alguien nos de algo sin dar algo a cambio. Pero no, éste no es el caso, al final y durando el día, aún cuando dormimos...somos amados.
¿Por quién te preguntarás? Si querés saber más...escribíme y te cuento más, mucho más.