4. Tamaki

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Soft NSFW!!!
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Era un día como otro cualquiera, me levanté por la mañana para ir a la UA, la escuela para héroes donde estudiaba. Desayuné como siempre y me puse el uniforme. Al salir de mi casa él ya me estaba esperando en el porche, con sus audífonos puestos escuchando música, probablemente para ignorarme como siempre en todo el camino hacia la escuela. Él era mi vecino Tamaki, nos conocíamos desde muy pequeños, ya que nuestras casas estaban situadas una al lado de la otra, pero nunca fuimos amigos. Sí, pasábamos la mayoría del día juntos, íbamos a clase juntos, pasábamos el recreo juntos, estudiábamos juntos y volvíamos a casa juntos, y así día tras día, pero ni uno ni el otro entablaba conversación, simplemente estábamos acostumbrados a la silenciosa compañía del otro, la cual resultaba cómoda para evadir el mundo exterior.
- Vamos?- me preguntó sin levantar la mirada de su teléfono.
Yo simplemente acepté con la cabeza.
La gente que nos veía debía pensar que éramos mejores amigos o incluso novios, ya que nunca nos separábamos, pero la verdad no sabía nada de su vida, ni siquiera su color favorito, lo cual no me solía preocupar mucho, así era nuestra relación, pero esa mañana algo me molestó. Quizá era el hecho que nunca me saludaba o preguntaba cómo estaba, o el no saber cosas simples de él o puede ser que no me haya sentido querida, pero en ese momento fue como si la realidad se me cayese encima. Me di cuenta que esta situación no iba a ningún lado, debía hacer algo, no podíamos ser completos extraños para toda la vida.
- Y cómo has estado estos días?- le pregunté, con la esperanza de empezar una conversación.
- Como siempre.- dijo otra vez sin mirarme.
Esto me enfureció, ni siquiera sabía qué significaba "como siempre" para él.
- Escucha, podrías al menos hacer un esfuerzo en hablarme, no te das cuenta que no sabes nada del otro a pesar de estar siempre juntos?- dije parándome en seco delante de él, lo cual hizo que por primera vez en mucho tiempo me mirara a la cara.
Se quedó pensando un momento y como si nada siguió andando.
- No me interesa.- dijo con su voz monótona y se fue dejándome atrás.
"Esto no va a quedar así" pensé y pasé la siguiente semana intentando hablar con él, le contaba sobre cosas que me interesaban, hablaba sobre las clases, sobre cualquier cosa, pero no obtenía respuesta, como mucho una pequeña risa. Así seguí insistiendo hasta que llegó el viernes por la tarde, y volvíamos a casa juntos.
- Nos vemos el lunes.- se despidió de mí al llegar al portal de su casa.
- Espera!- dije sin pensar- Te apetece quedarte a cenar a mi casa?
No lo había pensado bien, solo tenía la esperanza de pasar algo más de tiempo con él, quizá en la comodidad de una casa se atrevería a hablarme más.
- No.- dijo dándome la espalda y entrando a su casa.
Mentiría si dijera que no me puso triste su respuesta, hasta me dieron ganas de llorar, y ni sé por qué, si nunca se había quedado a cenar y ya me esperaba esa respuesta...
Decidí poner en marcha otra estrategia. Fui a mi casa y me puse a cocinar. Así después de una hora y media tenía todos los platos listos, los puse en unos bentos y fui a la casa de mi silencioso compañero, con la esperanza de que no me cerrara la puerta en la cara.
Toqué el timbre de su casa un par de veces antes de que me abriera Tamaki en pijama con un mando de consola en la mano.
- Qué haces aquí?- preguntó con una expresión que denotaba sorpresa.
- Ya que no querías venir a mi casa a cenar, he traído la cena a tu casa, pensé que estarías más cómodo- dije con una sonrisa, lo cual pareció emblandecer el frío corazón del chico.
Acto seguido, él abrió la puerta un poco más, para que pasara. Su casa estaba limpia pero algo vacía, a penas había un par de muebles. Al parecer sus padres no estaban en casa tampoco. Me acerqué a la mesa del comedor y me dispuse a colocar la comida sobre esta.
- Buen provecho!- dijimos los dos a la vez.
La imagen que vi fue probablemente la más tierna que había visto en toda mi vida, Tamaki comía en silencio con una pequeña sonrisa. Ahí fue donde me armé de coraje para decirle todo lo que pensaba.
-Tamaki.- llamé su atención- Por qué nunca me hablas? He intentado sacar conversación, te he contado todo sobre mí pero tú sigues sin dar ningún paso, sigues sin hacer ningún esfuerzo por mí. - para mi sorpresa, mi voz comenzó a quebrarse- No entiendo qué hice mal, a caso me odias tanto que no quieres hablarme? Pero entonces por qué siempre estás conmigo y nunca te vas? Estoy cansada de no importarte, de no sentirme querida, lo estoy haciendo todo por ti y a ti parece que ni te importa.- aquí ya no pude aguantar más y rompí a llorar, no podía ni mirar al chico a la cara.
Sin darme cuenta, noté que Tamaki se sentó a mi lado y, para mi sorpresa, me abrazó por primera vez en todo este tiempo.
- Tonta.- dijo en un tono dulce el cual nunca había escuchado- No te hablo porque te odio, si no al revés, a mí me encanta escucharte, por eso siempre lo hago en silencio.- dijo poniendo una mano sobre mi cabeza juntándonos más para consolarme- La verdad es que no pensé que te sentías así y la razón por la que nunca hablo de mí es que no sé qué contar, no creo ser lo suficientemente interesante como para hablar de mí.
En ese momento lo entendí todo, me aparté de sus brazos e hice que me mirara a la cara.
- Estás de broma? A mí me encantaría escucharte!- dije en un todo demasiado alto para él lo cual hizo que bajara la cabeza.- Lo que más quiero es conocerte, saber más de ti- dije cogiendo su cara entre mis manos y mirándole a los ojos- quiero saber hasta el mínimo detalle sobre ti... la verdad es que tú... creo que... me gustas. Me gustas mucho.
Al darme cuenta de lo que había dicho me puse roja como un tomate, pero para Tamaki no fue diferente, vi cómo se ruborizó de una manera que no había visto antes. Quise decir algo para arreglar lo que había hecho pero él habló primero.
- Tú... tú también me gustas... mucho- dijo trabándose en una voz casi inaudible.
- E-en serio?- dije con sorpresa, sin creerme lo que estaba oyendo.
-Sí... desde que éramos pequeños, pero nunca pensé que podría interesante así que me bastaba con pasar el día contigo, aún sin decir nada.
Mi corazón se llenó de alegría y sin pensarlo le besé. Era el primer beso de ambos, por lo que le pilló por sorpresa, pero en seguida me abrazó y profundizó el beso. Este fue gentil aunque inexperto, pero me hizo la persona más feliz del mundo, y a Tamaki parecía que también. Se sentía cálido, como si ese acto fuera algo que llevase esperando mucho tiempo, y quién sabe, quizá en el fondo era así.
De esta manera, a partir de ese día Tamaki y yo comenzamos a ser novios.
Nuestra relación no cambió mucho, seguíamos teniendo nuestros ratos en silencio, pero hablábamos cada vez más, y lo que fue más importante para mí, empecé a conocer más de la vida de Tamaki, quien comenzó a abrirse más a mí y a mostrarme más afecto.
Así pasó un mes y ya ambos agarramos confianza el uno en el otro, por lo que decidí invitarle a dormir a mi casa un día que mis padres estaban de viaje por trabajo.
Fue un día bastante normal, volvimos de la escuela y cenamos como siempre, lo que me gustaba es que cada vez Tamaki sonreía más, y cada vez me enamoraba más de su sonrisa.
- Jugamos videojuegos?- preguntó extendiéndome un control de la consola que se había traído.
- Está bien, pero con una condición- dije con una pequeña sonrisa- con cada partida que gane me debes un beso.
Vi como el chico se tensaba, ya que aún no estaba del todo familiarizado con ese tipo de cariño, pero al ver mi cara de ilusión aceptó.
No tardé mucho en ganar la primera partida, a decir verdad tenía bastantes buenos reflejos.
- Gané! Me debes un beso!
Tamaki se ruborizó e intentó escaquearse, pero le agarré de la mano y lo acerqué a mí. Sinceramente, a mí también me daba un poco de vergüenza pedirle un beso de esa manera, pero al ver sus ojos no podía pensar en otra cosa que besarle, tocarle... no, no debía pensar en esas cosas, era demasiado pronto y le incomodaría, pero estaba tan cerca de mí, y en el momento en el que me besó tan apasionadamente no podía controlarme... Pero se apartó rápidamente y agachó la mirada con las orejas algo rojitas. Sonreí ante esa escena, era tan adorable y sus besos eran tan tiernos...
Así seguimos jugando, perdí un par de partidas, se ve que Tamaki se esforzaba para no volver a pasar vergüenza, pero a la quinta partida volví a ganar.
- Me debes otro beso!- le dije acercándome a su cara.
Él rápidamente juntó sus labios con los míos por un mero Segundo y se apartó.
-No- dije cogiéndole la cara con ambas manos - quiero un beso de verdad.
Y sin pensármelo dos veces le volví a besar, esta vez lentamente. Esperé a que se sintiera más cómodo y empecé a mover mi lengua con la suya a un ritmo lento. Noté como Tamaki me cogía de la cintura y me acercaba a él, sentándome en su regazo. No me esperaba tal movimiento por lo que le miré a los ojos, los cuales, por sorpresa, expresaban deseo. Esta vez tomó él la iniciativa y me dio un beso, profundizándolo con cada movimiento, acariciándome la espalda y envolviéndome en sus brazos. Escuché su respiración hacerse más pesada, sin romper el beso. Hundí mis manos en su sedoso cabello, acariciándole, cuando involuntariamente comencé a bajar mis manos, palpando su tonificado torso y sus marcados abdominales, pegándome cada vez a él. Ahí es cuando empecé a notar algo duro rozándome en su entrepierna, lo cual me indicaba que era el momento de dar un paso más. Comencé a hacer movimientos con mi cadera, rozándonos mutuamente y consiguiendo que nuestras respiraciones se hicieran cada vez más pesadas. Cuando de pronto, Tamaki me cogió de la cintura y en cuestión de segundos me posicionó debajo de él en el futón en el que estabamos.
- T/N...- dijo jadeando, sorprendiéndome ya que rara vez decía mi nombre- si no paras aquí, no podré aguantar.
Al escuchar esas palabras sonreí y lo envolví en mis brazos.
- No hace falta que aguantes, puedes hacer lo que quieras conmigo- le susurré al oído y noté como se ponía aún más duro.
Acto seguido me volvió a besar y noté como nuestros corazones se aceleraban cada vez más mientras la mano del chico subía por mi entrepierna levantando mi falda y llegando lentamente a mi ropa interior. Se veía que quería ser cuidadoso con sus movimientos, ya que ninguno de los dos tenía experiencia, pero sin pensarlo moví mis caderas hacia adelante haciendo que su mano rozase mis panties ya mojados.
Entiendió la indirecta, iniciando unos suaves movimientos que hicieron que se me escapase un leve gemido, quitándome a su vez la camisa y agarrando gentilmente uno de mis sanos para llenar mi pecho de besos.
Un escalofrío de placer recorrió todo mi cuerpo cuando introdujo su mano dentro de mi ropa interior y comenzó a hacer movimientos circulares cada vez más rápidos, a pesar de no tener experiencia parecía saber lo que hacía, y me encantaba.
Prosiguió a quitarme el sujetador y a morder levemente mis pezones, haciendo que arqueara mi espalda, mientras mis piernas ya empezaban a temblar. Para mi sorpresa, comenzó a bajar lentamente, dejando un rastro de besos por mis pechos y mi barriga, provocándome pequeñas cosquillas. Al llegar abajo se posicionó entre mis piernas.
- Te está gustando? - dijo jadeando levemente mirándome con esos hermosos ojos.
Yo asentí, sintiendo cómo me ruborizaba. Pero no me dio tiempo a pensar en lo vergonzosa que era la situación ya que sentí como Tamaki me quitó la ropa por completo e introdujo cuidadosamente dos dedos dentro de mí y empezando un movimiento rápido y preciso con el cual ya no podía aguantar mis gemidos. Y como si quisiera hacerme gemir aún más, acercó su boca lamiendo mi clitoris, ejerciendo Justo la presión necesaria para hacer que me perdiera en mis gemidos y no pudiera pensar en nada más que en él. Aceleraba cada vez el ritmo, notando como ya estaba cerca del orgasmo al contraerse mis interiores, formándose una leve sonrisa en sus labios, sin dejar de sabotearme entera, con lo que finalmente llegué al éxtasis con casi un grito y temblándome las piernas, ya que nunca había experimentado algo tan fuerte, claro está que fue magnificado por el amor que le tenía al chico que me acababa de provocar ese placer.
- Lo he hecho bien?- dijo con la voz algo entrecortada mientras se apartaba el pelo de la cara.
Yo asentí con una sonrisa.
- Ahora es mi turno de hacerte sentir bien.- dije besándolo.
Rápidamente me coloqué encima de él quitándole la camisa impacientemente, besándole entero, comenzando por su mandíbula, continuando por su clavícula, dejando pequeñas marcas de mordiscos con los que conseguía leves gruñidos por su parte. Bajé la mano a su miembro, el cual ya estaba demasiado duro, y comencé a acariciarlo por encima del pantalón, mientras continuaba con los besos y mordiscos por todo el torso musculoso de Tamaki.
La verdad estaba nerviosa por si lo iba a hacer bien, y a su vez tenía cada vez más ganas de saber de qué era capaz mi chico, de sentirle más, de saborearle más... Con ese pensamiento decidí no esperar y le quité rápido la ropa que le quedaba a Tamaki, exponiendo su miembro, el cual era sorprendentemente grande para su edad, incluso haciéndome cuestionar si me cabría más adelante.
Dudando un poco, cogí su miembro entre mis manos y comencé a hacer movimientos de arriba abajo, haciendo que Tamaki temblase un poco y se le escapase un gemido casi inaudible. Aceleré los movimientos y me acerqué la punta a la boca, dándole un suave beso y pasando mi lengua por el largo de su miembro. No sabía qué hacer exactamente, así que miré a mi novio, quien estaba completamente rojo y se tapaba los ojos con la mano.
- L-lo estás haciendo g-genial.- dijo entre jadeos.
Esto me dio confianza, y me alegró saber que lo estaba disfrutando tanto como yo, por lo que me armé de valor y me metí todo su miembro en la boca, hasta que me llenó la garganta, haciendo que me atragantara. Ignoré las pocas lágrimas que salieron de mis ojos y empecé a subir y bajar mi cabeza por todo su largo, haciendo succión en la parte de arriba, lo cual parecía encantarle ya que cada vez subía el volumen de sus gemidos, que resonaban en mis oídos como pura música.
De repente, noté cómo me agarró del pelo y sin previo aviso empujó mi cabeza hacia abajo. Me tomó por sorpresa, pero ese acto tan rudo y atrevido hizo que me volviera a mojar, sin importarme que me lagrimearan los ojos cada vez que me empujaba hacia abajo, haciendo que su miembro chocara con el fondo de mi garganta.
- Ah~ estoy t-tan c-erca- dijo entre gemidos, con lo que aceleré para hacerle sentir aún mejor.
Acto seguido noté como me llenaba la garganta de su líquido caliente con un fuerte gruñido mientras un escalofrío de placer recorría su espalda del fuerte orgasmo que acababa de sentir.
-T-te ha gustado?- le pregunté con un leve rubor al darme cuenta que había tragado por completo su semilla.
- Eres la mejor T/N.- dijo acariciándome el pelo, haciendo que me ruborizara aún más.
De repente vi como se giraba hacia un cajón que tenía al lado y sacaba un condón.
- Q-quieres seguir?- dijo algo avergonzado por la propuesta.
Yo asentí, y decidí tomar el control. Le coloqué el condón cuidadosamente y me posicioné encima suyo.
Sorprendentemente él ya volvía a estar duro a pesar de haber tenido un orgasmo hace minutos. Así, con algo de duda, puse la punta de su miembro en mi entrada, sin saber si iba a entrar ejercí algo de presión. Él me cogió de la cadera, y me miró a los ojos para acto seguido darme un apasionado beso, lo cual me dio la seguridad de que todo iba a estar bien y bajé mis caderas hasta que chocaron con las suyas, haciendo que entrara entero dentro de mí, escapándose a ambos unos fuertes gemidos por la nueva sensación que nos provocamos.
Nos mantuvimos así unos instantes hasta acostumbrarme a su tamaño. Comencé a mover mis caderas hacia arriba y abajo mientras Tamaki me besaba el cuello y dejaba pequeñas marcas de mordiscos, con lo que confié más en mí misma y empecé a montarle con seguridad a un ritmo más rápido, ejerciendo más fuerza cada vez que nuestras caderas chocaran, consiguiendo gemidos de ambos cada vez más frecuentes.
Pero, de un momento a otro, Tamaki se armó de valor y me volteó, estando yo ahora debajo, dándole un control completo sobre mí.
- A partir de ahora no podré controlarme, T/N...- dijo con la voz algo áspera, dedicándome una mirada penetrante que hizo que se me erizara la piel con la anticipación.
Colocó mis piernas sobre sus hombros y me embistió fuertemente, haciéndome casi gritar por la inesperada ola de placer que dominó mi cuerpo, la cual se expandía con cada embestida, cada vez más fuerte y precisa.
No podía aguantar más los gemidos, llegados a este punto el placer había tomado control de mi cuerpo, mis piernas temblaban y mi espalda se arqueaba cada vez más, haciendo que el miembro de Tamaki llegara más profundo dentro de mí.
- Ah~ T/N eres increíble- dijo Tamaki entre gemidos- estoy a punto de v-venirme.
- Y-yo también T-Tamaki ah~
No podía ni formar una frase coherente, mi atención estaba completamente dirigida al chico que me estaba provocando tanto placer. Amaba sentirle tan dentro de mí, tan cerca, quería cada vez más, no podía tener suficiente, lo quería entero para mí.
Llegábamos ya casi al orgasmo, mis interiores comenzaron a contraerse de nuevo, enviando escalofríos por todo el cuerpo de Tamaki, el cual estaba a punto de llegar al éxtasis también, haciendo que sus embestidas perdieran precisión pero sin bajar el ritmo.
- Hagámoslo a la vez T/N~
- S- Sí Tamaki~
Al escuchar los nombres del otro ambos llegamos al orgasmo a la vez, recibiendo el placer del otro, sintiendo el cuerpo de uno contra el otro. En ese momento no podía formar ni un mero pensamiento coherente, el chico que me acaba de llenar me poseyó completamente, sentía que me hizo suya para toda la vida, y sin duda lo sería gracias a ese momento inolvidable.
Así, ambos nos relajamos y nos tumbamos abrazados, dejando mi cabeza descansar sobre su pecho, sintiendo como Tamaki me acariciaba el pelo y plantaba suaves besos en mi frente.
- Gracias por compartir este momento tan bonito conmigo.- dijo Tamaki con su voz dulce al recuperar el aliento.
- Me haces muy feliz, Tamaki, jamás olvidaré esto... gracias.

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Espero que hayáis disfrutado de esta historia tanto como he disfrutado yo escribiéndola! Es algo más larga que las demás, pero sentía que el personaje de Tamaki necesitaba más desarrollo! Disculpad que no mantenga un ritmo de subida constante, con el trabajo y los estudios se me hace difícil encontrar el tiempo y la inspiración, espero poder subir más capítulos con el tiempo, gracias por vuestra comprensión!
Dejadme en los comentarios vuestras opiniones y sugerencias :3

PD: este capítulo describe una "primera vez" bastante idealizada ya que se trata de un personaje ficticio, no recomendaría comparar estos escenarios con la realidad ni seguir estos ejemplos para una "primera vez" real.
Gracias!! <3

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2021 ⏰

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