Fantasías ocultas

9

Han pasado varios días y Marcos está cada vez más distante conmigo y más tiempo con Inma. La historia es que hace poco lo dejó con Sergio y dice sentirse decaída. Marcos afirma ser su mejor amigo... así que dice que tiene que apoyarla y estar con ella para todo lo que necesite.

Lo cierto es que desde que lo dejó con Sergio está más dentro aún de mi relación con Marcos. Él la incluye en todos los planes y ella no se corta un pelo en hacer lo que le da la gana con él.

Sonia y yo lo flipamos cuando un día vimos que en las redes sociales dijo que él era su ángel de la guarda y que por eso sueña con él. Aparte de ser patético, es alucinante ver la forma en que le da igual mi figura como novia del mismo al que se refiere, cuando su ex no tenía permiso para hablar conmigo, o incluso saludarme.

Mi mejor amiga me dijo que Inma estaba intentando convencer a Marcos para que me dejase con el objetivo de estar los dos solteros y hacer lo que les dé la real gana. Yo siempre me negué ante esa idea porque nunca pensé en sentimientos de pareja entre ellos porque se veía de lejos que simplemente eran amigos y que ni siquiera había atracción física.

Celebré mi cumpleaños con todos mis amigos. Tendría que haber sido el alma de la fiesta, pero, como de costumbre, lo fueron Inma y Marcos haciendo el ridículo.

Sonia y yo intercambiábamos miradas por las tonterías que estaban haciendo mis nuevos invitados de este año. Iván no sabía dónde meterse porque sentía vergüenza ajena.

Marcos me regaló un jersey y unas gafas de sol. Eran completamente lo contrario a mis gustos. Tuve que fingir que me gustaba cuando me enteré que fue a comprarlo con Inma y que lo eligió todo ella.

La chica me dedicaba sonrisas falsas y me saludaba con la mano cuando me pillaba mirándola con Sonia mientras bailaba desconsoladamente para llamar la atención de algún niño.

En definitiva, mi cumpleaños de los quince fue nefasto por culpa de ambos. Marcos pasaba más tiempo con Inma que conmigo y me molestaba muchísimo ver que le prestaba más atención a ella que a mí.

Sonia siempre tuvo la mosca detrás de la oreja de que Marcos iba a terminar siendo convencido por su mejor amiga. Finalmente, resultó ser cierto.

Un día después de comer, Marcos me llamó por teléfono para decirme que no sentía lo que realmente tenía que sentir y que se había dado cuenta de que yo era una niña, y que él necesitaba a una chica más madura a su lado.

Reconozco que nunca llegamos a tener sexo porque él no me daba la confianza que requería para hacerlo. Todo fue por culpa de Inma, porque nunca nos dejaba solos y provocó su cambio de comportamiento hacia mí. Ahora lo tendría todo enterito para ella sola, pues yo no quería tener a una persona así a mi lado nunca más.

Lloré durante toda la tarde con Sonia mientras ella maldecía y juraba que lo iba a matar algún día por ser tan idiota. Yo no escuchaba nada de lo que ella decía porque solo oía mis llantos.

Me asombré al ver que al día siguiente no me encontraba tan mal, estaba liberada de una pareja de amigos tóxicos que solamente hacían el ridículo y ser falsos.

Ya han pasado un par de semanas y no tengo noticias de ninguno de los dos. Sabía que yo era un lastre para ella pero no sabía hasta qué punto. Son tal para cual y no me apetece seguir en ese trío de mierda.

Ahora mismo estoy tumbada en mi cama chateando por las redes sociales. Sonia está de viaje con Iván en la sierra pasando el fin de semana. Parece que entre ellos las cosas están yendo algo mejor. A ver cuánto duran.

Me sale una notificación de que tengo una nueva petición de amistad, y me asombro al ver que se trata de Sergio. Seguramente él se siente igual de liberado que yo, pero su relación ha sido de más de un año y la mía de un par de meses.