Harry Potter: Heredero de Merlín

Capítulo 14

Capítulo 14 ||

Hadrian Black estaba sentado en una tumbona al sol en una playa de la costa sur de España. Sirius y él habían estado en España durante las últimas dos semanas de vacaciones. Habían conocido a varias personas importantes del ministerio mágico español y habían estado recorriendo el país, yendo a la capital y a diferentes ciudades costeras. Ahora mismo se encontraban en una de las playas de Cádiz, disfrutando del sol, la arena y el agua.

Hadrian escuchó varias risitas a su derecha, y al incorporarse levemente para mirar, vio a un grupo de chicas de unos catorce o quince años que le miraban mientras se reían. Hadrian les lanzó una sonrisa perfecta mientras se volvía a tumbar en la tumbona. Las chicas se siguieron riendo mientras que Hadrian sonrió para sí y siguió tomando el sol. Después de unos minutos, algo le tapó el sol a Hadrian, que miró hacia arriba y vio a Sirius a su lado.

~ Cachorro, deja de ligar y levántate, volvemos a casa ~ le dijo Sirius a Hadrian.

~ ¿Por? ~ dijo Hadrian quejándose ~ aquí el clima es perfecto y la gente muy maja.

~ Y las mujeres están muy bien, que no se te olvide ~ dijo Sirius mientras le sonreía a su ahijado.

Hadrian rodó los ojos debido a la actitud de Sirius, que era la misma de siempre.

~ El abuelo ha vuelto, y quiere verte.

~ ¿Y no puede esperar una semana? ~ se siguió quejando Hadrian.

~ No, y ahora levántate o te levanto yo, y dudo que quieras hacer el ridículo frente a esas chicas.

Hadrian bufo mientras llamaba capullo a Sirius, sin embargo se levantó y se estiró como un gato. Les lanzó una última mirada y una sonrisa encantadora a las chicas antes de seguir a Sirius, que le esperaba unos metros más adelante.

Sirius solo negó con la cabeza mientras le revolvía el cabello color negro a su hijo. Los dos caminaron hasta encontrar un punto seguro donde pudieran aparecerse al hotel y luego directamente a Inglaterra.

Esto de los puntos seguros era una medida que habían adoptado los españoles, que eran espacios de cinco por cinco metros donde había encantamientos para que los mundanos, así llamaban los españoles a los Muggles, no se acercaran y no vieran lo que pasaba allí. Normalmente los puntos seguros rodeaban las colonias mágicas que había en España, pero también había puntos seguros en los sitios de turismo más importantes.

Los dos, padre e hijo, desaparecieron de aquella playa que se encontraba en Cádiz y aparecieron en un hotel híbrido, que era mágico y mundano a la vez, que se encontraba en la capital de España, Madrid.

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Hadrian y Sirius hicieron la maleta y recogieron sus cosas mediante magia antes de bajar a recepción, donde los llevaron a una sala aparte para que pudieran aparecer directamente a Inglaterra.

Para lograr esto, habían desarrollado una habitación que recogía la magia que había presente en el ambiente y canalizaba la magia a una matriz de runas que se encontraba en las paredes y en el suelo de la habitación, que le daba al mago un impulso de energía y magia que les permitía aparecerse en cualquier lugar del mundo.

Hadrian y Sirius aparecieron en el salón del número 12 de Grimmauld Place después de haberse aparecido desde España. Sentado en uno de los sillones que había en el salón, estaba sentado Myrddin Emrys esperándolos, se encontró siendo abordado por Hadrian, que se abalanzó sobre él y le abrazó, ya que no lo había visto en varias semanas.