jealousy jealousy | Alpha¹ - ; stiles stilinski (en edición)

1.10

Olivia McCall.

Caminamos adentrándonos en el bosque, guiados por Stiles.

-¿A donde vamos? -pregunté-.

-Ya verán -continuó caminando-.

-No deberíamos estar aquí, mamá ha estado en pánico constante desde lo que sucedio en la escuela -habló Scott mientras seguíamos a Stiles-.

-Tu mamá no es policía. No hay comparación, creeme -me extendió la mano para caminar entre las piedras-.

-¿Al menos puedes decirnos que estamos haciendo aquí? -pregunté-.

-Si, cuando dejan a tu mejor amigo -comenzó a relatar-.

-No me dejaron -interrumpió-. Tomamos un descanso

-O si que lo hicieron, pero la primera etapa es la negación, después la aceptación y luego embriagarse -palme su hombro-.

-Exacto, y cuando la novia de tu mejor amigo dice que necesita un tiempo -se detuvo-. Embriagas a tu amigo -sacó una botella de alcohol-.

-Aún falta la parte dos -dije-.

-La parte dos no existe en el mundo de Stiles -tomó mis mejillas en sus manos apretándolas-. Así que iremos a la parte tres.

...

Olivia McCall.

Aún no se cuanto había bebido pero seguro que más que Stiles no, estoy segura que un trago más y estaría al borde del desmayo.

-Oye ella es solo una chica -dijo ebrio pasándome la botella y recostándose en el suelo dejando caer su cabeza en mi regazo-. Es una chica de muchas, como hay chicas en el mar.

-Peces en el mar -corrigió Scott-.

-¿Peces? ¿Por qué hablas de peces? -lo miro volteando sus ojos hacia atrás alzando su barbilla-. Yo hablo de chicas, yo amo a las chicas, las amo, las amo. En especial a las que tienen cabello rubio rojizo, ojos verdes y 1,60 de estatura -terminó de hablar-.

Me levante dejando su cabeza caer en el suelo.

-Oye -se quejo-. Sabes tu también eres hermosa, pero no como ella.

-¿Hablas de Lydia? -preguntó Scott viendo cómo tomaba un gran trago de la botella-.

-Si, exacto. Oye ¿como supiste de quien hablaba? De que.. -se calló-. ¿De qué hablaba? -sonrió cómo estupido-. Oye no estás feliz -se sentó y me miro-. No están feliz.

Voltee los ojos volviendo a tomar de la botella, tal vez si me embriago más no tendré conocimiento de esto.

-Bebe un poco -me quito la botella y se la extendió a Scott-. Tu, ya no bebiste mucho esta noche -me señalo-.

-No quiero beber más -negó Scott-.

-Yo si -extendí mi mano pidiendo la botella-.

Negó poniendo la botella del otro lado.

-¿No estas ebrio? -preguntó-.

-Nada.

-Tal vez así como no necesitas tu inhalador, no te embriagas como lobo -dijo algo coherente-. ¿Estoy ebrio?

-Y mucho -respondí-.

-¡Si! -festejo-. Por favor amigo se que se siente mal, sé que duele lo sé. Bueno, no lo se. Pero -cerró sus ojos-. Se esto -los abrió mirandolo-. Se que por mucho que duela terminar, peor es estar solo -fruñí el ceño mirándolo-. Eso no tuvo sentido -se río-. Necesito un trago.