CAP ♡ 15

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Kate intentaba hacerme comer, pero todo me daba asco, de sólo pensar que ocurriría cuando Christian viniera por mi, me hacía temblar, y en especial ya no soportaba la mirada fija en mi de mi guardaespaldas.

Elliot entro en la cocina unos minutos después, por su rostro sabía que había hablado con él  y que la conversación no había sido nada agradable. Se acercó a donde estábamos nosotras dio un suspiro cansado y nos empezó a hablar.

— Mi hermano vendrá por ti en cuanto se desocupe, y dijo que esperaba que no intentaras escaparte de nuevo o esta vez te en cerraría para siempre, también dijo que el abogado de tu padre leerá el testamento mañana y que no quiere que tu madre este ahi.

— Pero como se atreve a decir eso el idiota de tu hermano, Elliot tienes que ayudarme, debe haber alguna forma de que Ana escape.

— No puedo hacer nada, si te ayudó el es capaz de en destruirme y tu más que nadie sabe que es cierto o te recuerdo que le hizo a tu padre y como quedo su empresa.

Ambos discutían,  pero como siempre nadie me tomaba en cuenta, ni siquiera se habían parado a preguntar que es lo que yo queria. Tal vez después de  la lectura del testamento Christian decida darme mi libertad, ya después me encargaré encontrar una forma de pagarle todo lo que gasto con la hospitalizacion de mi padre.

Pero de algo estaba segura quería encontrar a Amelia, una de las chicas que estuvo conmigo cuando mi mama me mando a vivir con ella un tiempo, ella sólo era una niña de 12 años, cuando Elena nos encerraba en la noche en aquel cuerpo ella se acercaba a mi y me contaba todo lo que le hacían  los supuestos amigos de Elena cuando venían todas las tardes, días después ella se fue con uno de ellos, y nunca más la volví a ver.

Kate y Elliot seguían discutiendo, sin que ellos se dieran cuenta me pare de la silla y salí al jardín,  sabía que no estaba sola y que Luke vigilaba todos mis movimentos, pero necesitaba respirar aire fresco y sentirme libre aunque sea por un momento.

🔘APARIENCIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora