DIECISIETE

139 27 3
                                    

Las noches eran la peor tortura para ese par de amigos, Taehyung y Yoongi sentían su alma quemar cada que la luna se posaba en lo más alto del cielo.

Suspiro y miro a la hermosa luna, tomó su cabellos y los revolvió mientras unas lágrimas silenciosas caían por su rostro -Te extraño -Susurró el de ojos gatunos, era raro ver a Yoongi ser débil, siempre fue la persona más ruda, sarcástica, fuerte y de frió corazón dispuesto a dar su vida por su reino.

Namjoon y Taehyung eran como sus hermanos, a pesar de que ellos eran de la realiza el pálido guardia se entrenó y creció con ellos, sus padres eran sirvientes del castillo, su madre murió cuando lo dio a luz y su padre lo cuidó hasta que este cumplió 8 años y entró al entrenamiento para ser guardia, su padre al ver que el pálido era fuerte y aplicado en sus entrenamientos decidió irse del reino, dejándolo solo.

Por fortuna el Rey Seokjin no lo desamparó, hizo que entrenara más que otros para convertirlo en alguien importante, dejó que se hiciera cercano a sus hijos para que un día fuera la mano derecha y confidente del futuro Rey.

Yoongi no podía creer lo que estaba sintiendo en estos momentos, ni cuando su padre lo abandonó sufrió tanto como ahora.

La pequeña Roseanne permanece en su cabeza la mayor parte del tiempo, recordar su aroma y el leve toque de sus labios la última noche que se vieron, estos sentimientos le carcomían el alma.

-Tambien la extraño -Dijo Taehyung con voz bajita tratando de no asustar al pálido , este último seco sus lágrimas con brusquedad tallando su rostro

-Esta bien llorar sabes, es como si no pudiera respirar, el aroma de Lalisa se ha quedado en mi alma- dijo Taehyung posicionándose a un lado de Yoongi

-Quisiera poder haber hecho más por ella- suspiro y puso su mano en el hombro del castaño -Se que sientes lo mismo por Rosé y aunque no la conozco, sé que ella tampoco está enferma y que la extrañas tanto como yo a Lisa.

-¡Esto apesta! -De todas las frases que el pálido pudo elegir para el momento soltó esta con enojo - Yo no debí ir con Namjoon en primer lugar, no hubiera conocido a esa chiquilla y no estaría pensando tonterías

-El amor no es una tontería Yoon -dijo Tae

-Si lo es, me siento enfermo y quiero que esto pare, quizá ellas si están enfermas, quizá lo único que hacen es contagiarnos la enfermedad para que no sientan su dolor solas -Las palabras que decía el pálido le lastimaban pero no lo admitiría, él tenía que ser fuerte y creía que si decía esto en voz alta, su tonto corazón dejaría de sentirse mal.

-¡Wow! Es difícil encontrar a tu destinada -Dijo la voz de Taehyung -Tu amigo Yoongi ya la ha encontrado y esto no acabará bien

-¿A que te refieres? -Se preguntó Tae internamente

-Su lobo morira si sigue con esta tristeza, me temo que tendrá que ir con su omega antes de que su cabeza explote junto con su corazón

-¿Tan grave es? - dijo Tae -¿Porque yo no me siento así? Extraño a Lisa pero yo me siento fuerte para protegerla -termino de decir Taehyung

-Eso es porque tu omega es fuerte igual que tu, son puros y se complementan, sin embargo creo que la omega de Yoongi es muy sentimental y débil, ella necesita de su alfa para sentirse protegida, por eso lo está llamando inconsciente y por eso Yoongi siente está tristeza

Tae volvió de sus pensamientos y la platica con V para tomar a Yoongi del hombro otra vez y suspirar

-Deberías escribirle una carta, estoy seguro que te ayudará -El pelinegro le aconsejo a su guardia y amigo Yoongi

Taehyung observo la luna por última vez y entro al castillo.

Yoongi permaneció otro rato más viendo la luna y extrañando a la pelirrubia, se adentró a su cuarto y tomó tinta y un pergamino, seguiría el consejo de su menor, antes de que esto que sentía quemara más.

Querida Rosé...

Casi 3 meses habían pasado desde que la celda de Jisoo estaba sin ese horrible candado, Namjoon pasaba casi todas las tardes con ella.

Namjoon aún recuerda la pequeña discusión que tuvo con su padre.

-Namjoon por favor entiéndeme, ella no es como las otras chiquillas, por lo que me ha dicho el doctor Lee, es peligrosa, ¡hijo puede hacerte daño!. -Dijo el Rey Seokjin viendo a su hijo

-Padre, entiéndeme por favor, yo necesito ayudar a esas jóvenes, ellas no están enfermas, es solo que nadie las logra comprender -Nam trataba de explicarle a su padre la razón del porqué necesita estar en la Castañeda

-Namjoon, -suspiro el rey y resignado le dijo -Te tendré vigilado, el doctor Lee tiene mi autorización para tomar las acciones que sean necesarias si esa chiquilla te lastima

-No será necesario padre, ella y las demás no están enfermas

Namjoon regresó de sus pensamientos, mirando como la pelinegra lo observaba con un brillo en los ojos.

-Lo.. lo siento su alteza -Dijo Jisoo avergonzada y bajando la cabeza -No le he quitado la mirada de encima, pensara que soy una mal educada

-Nada de eso, no ... no me incomoda -Dijo el pelirrubio, extendiéndole la infusión que había llevado para ella

-Veo que ha mejorado, ¿se siente bien? -preguntó el príncipe

-Me siento mucho mejor su alteza, desde que usted me hace compañía y desde que conocí a Rosé y Lisa -La pelinegra dio un sorbo a su infusión -Creo que es un milagro que usted haya llegado aquí, las cosas han cambiado mucho.

Y esa era toda la verdad, desde hace ya casi 5 meses que Namjoon estaba al frente de la Castañeda, las internas eran tratadas mejor, ya no había castigos e incluso las dejaban salir al jardín por unos minutos, se aseaban más de 3 veces a la semana y cuando la enfermedad estaba en su máximo esplendor Namjoon les daba infusiones para hacerlas dormir y calmar sus síntomas.

LA CASTAÑEDA [TAELICE] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora