Capítulo 11. Seré lo que yo necesite

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Mikael dijo que tenía algo que decirme.

Me dio curiosidad.

Estaba bastante serio, así que eso me intrigó.

—Yo... te mentí cuando terminamos hace años- me confesó.

Lo miré confundida, ¿Qué quería decir? Vi que tragó saliva y evitaba mi mirada

—Cuando terminamos hace años, te dije que era porque nuestra relación se había enfriado y merecías algo mejor... pero realmente eso fue solo una verdad a medias- aquello me heló la sangre.

¿A que iba todo esto? ¿Qué significaba?

Vi que se acercó a mí, y no sé porque, eso me alertó.

—¿Por qué me dejaste entonces? - le pregunte, esta vez sería.

Él entonces me miró a los ojos.

—Fue por otra mujer- sentí que mi corazón se detenía.

—Mira Mikael, por lo que me contaste, pude adivinar que ya te gustaba Sarah cuando andabas conmigo. No soy tonta, pero si me terminaste para andar con ella, aun así, fue sincero de tu parte. Antes de engañarme, fuiste correcto al haberme me dejado- le conteste, quitándole importancia.

Pero él negó con la cabeza.

Entonces, me asusté.

—No, Ariadna- declaro y tomó mi hombro con la palma de su mano — no fue solo ella...

Sentí que mis brazos se quedaron sin fuerza, y no podía moverme.

¿Cómo que no fue solo ella?

¿No fue qué?

Mikael continuo:

—Si... Sarah me gustaba y por eso decidí terminarte... pero antes ya había estado con otra mujer - se me formo un nudo en la garganta y seguido de eso las lágrimas comenzaron a amontonarse en mis ojos para salir, pero tuve que hacer la pregunta.

—¿Cuánto tiempo me engañaste? - lo cuestione, sin moverme y sin mirarlo a los ojos.

Él suspiro.

—Un año- sentí que todo lo que conocía se desvanecía.

Todo lo que creía era una mentira.

Él quiso abrazarme, pero le di un manotazo para que se alejara.

Entonces, una lagrima bajo por mi mejilla.

—Ariadna, eso fue ya años atrás. Lo siento, te lo quise decir desde que te vi... pero me dio miedo, yo ya entendí que tú eres la mujer de mi vida...

—¿Tuviste sexo con ella? -  pregunte

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—¿Tuviste sexo con ella? -  pregunte.

Él se acercó y me quiso abrazar de nuevo. Yo le volví a empujar.

Ya no me duelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora