La operación duró 4 horas y media. La fractura expuesta del fémur había sido más grave de lo que pensaba. El estado de la pierna de Ben era candidata a una amputación, como le había sugerido a Rey su colega el Dr. Ellis, pero ella ya había realizado varias cirugías de esta índole y conocía sus capacidades, ella iba a salvarle la pierna y así lo hizo.
Cuando Rey salió del Block quirúrgico sintió como su cuerpo estaba agotado y sus piernas le temblaban. Estaba acostumbrada a las cirugías de tantas horas, por eso no sabía si realmente era cansancio por el esfuerzo físico o por el impacto de quien era su paciente.
Esa noche no volvió a casa pese a que su turno ya había terminado. No era sospechoso porque eran incontables las veces que se había quedado en guardia por un paciente, en su profesión era algo normal.
Nadie sospecharía al verla sentada en la habitación de su paciente, ingresando datos en su tablet, mientras las enfermeras se encargaban de acomodarlo. Después del Shock inicial al reconocerlo había vuelto su lado racional. El era su paciente y ella tenia que salvarlo, no podía dejar que las emociones le afectaran tanto.
Pero Rey no se podía engañar. Sus verdaderas intenciones no eran meramente profesionales.
Verlo ahí removió un sin fin de sentimientos que creía ya no tener y en ese momento entre las paredes de la habitación, viendo a dos enfermeras terminar de limpiarlo y poniéndole la bata de hospital, se sintió sola y triste.
Y se preguntó que fue lo que los llevó a este punto.
Fueron para ser exactos diecinueve años desde la última vez que lo vio, que le habló, que lo besó.
Cuando se fueron las enfermeras y quedaron solos se permitió observarlo. Lo primero que pensó Rey es que los años lo había tratado bien, atrás había quedado todo rastro de la juventud, pero a cambio quedaba un apuesto hombre capaz que dejar sin aliento a cualquiera, incluso a ella. Llevaba el cabello más largo a cuando era joven, seguía siendo negro como lo recordaba y estaba salpicado por algunas canas que eran la prueba del paso de los años.
- Mmmmmm- sintió un quejido que provenía de el y lo vio moviendo suavemente de un lado a otro su cabeza con los ojos aún cerrados y repitiendo los quejidos.
Rey quedó paralizada sin saber que hacer. Sabía que tarde o temprano el la vería pero pensó que tendría más tiempo para prepararse. Ben abrió un poco los ojos y ella dejó escapar el aire que no sabía que había estado conteniendo.
Sus ojos se conectaron. El parpadeaba confundido y finalmente le hablo. - ¿ Estoy muerto? - Su voz era un suave y débil susurro. Aún no abría completamente sus ojos. Sentía que cada movimiento de su cuerpo le costaba y le dolía.
- Estás en el hospital Ben.- Rey utilizó el mismo tono que él.- Tuviste un accidente. ¿ Recuerdas algo de lo que te sucedió?- Agregó.
- ¿Quién eres?- Ben preguntó y a ella le dolió que no la reconociera.- Tus ojos....- continuó hablando sin esperar la respuesta de ella.- Los he visto antes, los conozco. ¿Quién eres?- Hablaba lento y se trababa entre palabras.
Rey se dio cuenta de que Ben estaba delirando gracias a la cantidad de calmantes que tenía en su organismo. Seguramente no estaba en sus sentidos en este momento y mañana no recordaría nada. - Shhh, tranquilo. Debes descansar. Necesitas dormir un poco más. Mañana te daré todas las respuestas que necesitas.- Le susurró Rey cerca de su rostro y se atrevió a mover un mechón de cabello que se estaba posando cerca de una herida, una de las tantas que te- Descansa Ben.
El asintió y ella pudo jurar que lo vio hacer una leve sonrisa antes de cerrar los ojos y dejarse llevar. Los calmantes harían su trabajo y lo dejarían dormido unas horas más. Aprovechó y se dispuso a abandonar la habitación. Se encontraba saliendo de la sala cuando lo sintió.
ESTÁS LEYENDO
Todo de Mi
RomansaAU. Hace dos años que Ben Solo quedó viudo y a cargo de su pequeña hija de seis meses. Fueron años difíciles pero finalmente logró salir adelante. Su carrera iba bien y tenía una vida cómoda. Hacía muchos años que había dejado de pensar en el amor...