Merlín usó su magia para extinguir el fuego que aún quedaba y fue corriendo junto a Arturo. Vio que estaba malherido y sin sentido. Debía llevarle de regreso al castillo y debía usar todo lo aprendido de Gaius para intentar curarle. Ya había abandonado la idea de regresar. Arturo le acababa de salvar la vida y no iba a abandonarlo. Al menos no lo haría hasta que estuviera bien. Por suerte el caballo no se había alejado demasiado y regresó cuando el grifo había muerto. O quizás, pensó Merlín, alguien se estaba asegurando de que consiguiera salvar a Arturo. Usó un hechizo para aligerar el peso de la bestia y lo subió al caballo. Mientras lo hacía ni siquiera se movió, cosa que empezó a preocupar a Merlín. Le llevó de regreso tan rápido como pudo solo parando para recoger hierbas medicinales por el camino. Esperaba acordarse lo suficiente de lo que había visto hacer a Gaius otras veces. Cuando por fin llegó al castillo se sentía algo cansado. Por suerte los caballeros estaban allí y en cuanto cogieron a Arturo pudo dejar de usar el hechizo que aligeraba su peso. Los caballeros llevaron a Arturo al interior del castillo y lo tumbaron en una cama de una de las habitaciones de invitados. Lancelot se acercó a Merlín.
- ¿Qué ha sucedido?
- No hay tiempo para explicaciones ahora. Traed agua caliente, hilo y aguja, paños limpios, unas tijeras y necesitaría un fuego. Y también un mortero y un cazo. Y una navaja de afeitar.
Los caballeros salieron a buscar lo que había pedido. Solo Gwaine se quedó atrás.
- ¿Puedes usar tu don para ayudarle?
- Quizás. Pero primero necesito darle primeros auxilios. Tiene una herida profunda. Tendré que coserla. He cogido unas plantas de camino. Si las trituro y las preparo bien le adormecerá la zona y no sentirá dolor cuando le cosa. También he traído algo que debería evitar las infecciones.
- Bueno, parece que está en buenas manos. Voy a ayudar.
Se fue con el resto y Merlín fue hasta Arturo y le examinó las heridas. Muchas parecían superficiales porque había conseguido esquivar al grifo en su mayoría pero una parecía profunda y estaba perdiendo sangre. Cogió las sábanas y presionó la herida. Arturo emitió un quejido pero cuando Merlín miró le pareció que seguía inconsciente.
- Como te mueras por salvarme la vida no te voy a perdonar.
Los caballeros entraron en la sala con todo lo que Merlín les había dicho y Merlín dejó a uno de ellos presionando la herida mientras se ponía a hacer cosas. Habían encendido un fuego y en él mezcló unas hierbas en agua y untó una gasa para aplicarla sobre la herida más grande. Se la aplicó con cuidado. Acto seguido cogió la navaja de afeitar y empezó a afeitar la parte de las heridas.
- Seguro que se queja de eso al despertar. -dijo Gwaine.
- Más le vale no hacerlo. -volvió a pasarle la gasa.- Con esto debería dormírsele la zona.
- ¿Debería?
- Llevo solo un año con Gaius y solo soy su ayudante. Hago lo que puedo.
- Bien. Confío en ti. -se le acercó para susurrarle.- Cuando termines los primeros auxilios me asegurare de despejar la habitación para que puedas hacer las otras curas.
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The sourcerer and the beast
أدب الهواةLa vida de Arturo siempre estaba llena de las preocupaciones y los problemas de un príncipe. Así que una vez al año descansaba de todo yendo a su casa de verano. Pero uno de los veranos todo cambio cuando una druida anciana a la que no quiso cobijar...