Colegio Wolfrahan ©

Capítulo 36: La Verdad

Austin se quedó en silencio mirándome fijamente al decirle que era una chica.

Justin, pasó su mano por su cabeza mientras comenzaba a caminar en círculos por el cuarto de boxeo.

—¿Qué eres qué? —Replicó Lian mirándome fijamente. —¿Estás jodiendo, no?

Suspiré.

—No, en realidad soy una chica. Entré a éste colegio haciéndome pasar por mi hermano Alejandro, el cuál está enfermo. —Bajé mi mirada al suelo.

Austin se quedaba en silencio observándome mientras Lian miraba a Justin en busca de una opinión.

—Justin, ¿es eso cierto? Ustedes dos cojieron, tú debes saber si es mujer o no cabrón. —Preguntó Lian mientras Justin se acercaba.

—Sí, es una chica. —Suspiró.

Inmediatamente, Austin le miró a Justin muy seriamente.

—Eres muy irresponsable Justin Woski, debiste decirnos cuando lo descubriste. Éste lugar no es un sitio seguro para... —Me miró. —Una señorita. Estoy muy molesto contigo pendejo. —Austin me miró de arriba a abajo.

Austin, se llevó las manos a la cabeza mientras caminaba hacia el cuadrilátero.

Hubo un minuto de silencio mientras Austin se apoyaba del cuadrilátero. Lian, por otra parte, no dejaba de mirarme de arriba a abajo muy raro.

—Alejandro... digo Emily ¡Yo me desnudé frente a ti! —Austin se tapó la cara con sus manos. —¡Te enseñé todo lo que tengo! Que bochorno. —Se sentó en el suelo con las manos en la cabeza.

Yo, comencé a reírme mientras miraba a los chicos actuar muy raro.

—En realidad, le he visto todo a todos aquí. —Me partí de la risa. —Así que, no tienen de qué preocuparse, creo que ya me medio acostumbré. —Me puse la mano sobre mi boca para evitar burlarme.

—¿Y cómo me veo? ¿Te impresionó lo que viste? —Rió Lian mientras me guiñaba un ojo.

Justin, rápidamente se acercó a Lian y le pegó con su mano por detrás de la cabeza.

—¡No seas pendejo Lian! —Rio Justin.

—Bueno, tranquilícense y cuéntanos Emily, ¿quién carajos eres? —Dijo Austin mientras se paraba del suelo.

—Soy la misma persona que conocen, pero mi verdadero nombre es Emily. Solo que, no tengo paquete como ustedes pensaban, lo siento. —Sonreí.

—¡Me cago en la puta! Con razón el cabrón tenía un cuerpazo y un culo envidiable. —Dijo Lian mientras me miraba. —¡Y tú Justin! Eres muy listo amigo. —Lian se le acercó y le chocó la mano. —Con razón tenía ése enamoramiento con el Alejandro cabrón. ¡Porqué tiene tetas! —Ambos rieron.

El hecho, de que lo chicos se tomaran esta bomba que les acababa de dar de tan buena forma, me hacía sentir mucho mejor.

Mi miedo a que estos me rechazasen cuando les dijera, era lo que había impedido que les contara hace tiempo.

—Entonces, ¿Dexter también sabe que eres chica? —A Austin le estaba explotando la cabeza.

Asentí.

—¡Mierda, qué enredo! Con razón estos dos pendejos se peleaban tanto por ti. Ahora todo hace sentido. —Austin caminó hacia mí. —Necesito que por favor me cuentes, ¿cómo carajos tenías aquel paquetón? Siempre en natación te veías con ése tremendo paquete que me hacía sentir a mí, miserable en comparación. —Me miró muy serio mientras me ponía su mano sobre mi hombro.