Capítulo 19

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Eleanor estaba observando a su marido vestirse, Severus murmuraba contra el nuevo asistente que contrató, un graduado con resultado "E" (extraordinario) en su ÉXTASIS de pociones, tenía intención de nombrarlo para atender la nueva sucursal de Hogsmeade, teóricamente está sede sería inaugurada al público la primera semana de enero, los permisos estaban casi listos y los arreglos estaban demorados, Severus adquirió un local que necesitaba muchas reparaciones y acondicionamiento para conservar los productos, de modo tal que se pudiera prevenir cualquier saturación mágica, sin mencionar que siendo época festiva los "profesionales" no trabajaban todos los días. Aún con magia el local no estaría óptimo antes de las fiestas.
- No puedo creer que se perdiera toda la producción de crece huesos que completamos ayer. Teníamos que enviar el pedido a la enfermería de los equipos de quidditch, ahora deberé ofrecerles no solo una disculpa sino también un descuento en compensación por la demora.
- ¿No puedes utilizar alguna reserva? No son muchos los que compran esa poción en la botica, los viales en el local pueden ser destinadas a cubrir alguno de los pedidos, al menos recibirían algo.
El maestro en pociones respondió que las botellas rotas eran también parte del stock que se llevarían a las otras sucursales.

El mago inicio con una Botica en el sector comercial de Londres, ubicada distante de sus competidores pero cerca del banco Gringotts. Ante el buen rendimiento de su negocio, Severus solicitó un préstamo bancario para colocar una botica en Glastonbury (al sur de Inglaterra), alquiló un espacio y luego se asoció con otro colega que estaba en igual situación que él, juntos consiguieron su propio establecimiento en Glastonbury.
El callejón Diagon y Hogsmeade eran las ubicaciones clave para cualquier negocio mágico, Severus dudó en establecer una sucursal de su botica en el pueblo cerca de Hogwarts, si bien tendría una demanda segura para sus productos, la cadena de boticarios de J. Pippin establecida en 1753 tenía la confianza de los habitantes, sin embargo, si pudo mantener una "amistosa" competencia con la sucursal del Callejón Diagon, podría con está también. Por otra parte, expandirse siempre era un riesgo, Severus no pretendía formar una cadena pero pensó que dada su buena racha no debería perder oportunidades.

Eleanor usaba un escote que dejaba ver su tatuaje de un pequeño colibrí sobre el seno derecho, se acercó para acomodar el cuello de la camisa de su marido y dio su visto bueno.
- Aterroriza a esos "alcornoques", cariño.
Tras decir esto bromeando ella lo escucho murmurar y calmarse un poco. Él se colocó su capa y se dirigió al flu.
- Me encanta como haces flotar tu capa.
Una ligera sonrisa petulante afloró en el rostro de Severus.
- ¡Papá! ¡Voy contigo! - exclamó el menor dando saltitos para acomodarse los zapatos.
- Está vez no Marcus - respondió el mago colocando una mano sobre el hombro de su hijo.
- Pero puedo ayudar.
- Voy a trabajar hasta tarde y tú madre no puede quedar tanto tiempo sola. Hay cosas por hacer, sacar a los perros por ejemplo.
El niño asintió declarando que ayudaría, por supuesto mientras no se distrajera jugando con algo.

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Siendo diciembre, el conductor del tren verificaba antes de confirmar fecha de salida, el buen estado del Expreso de Hogwarts cuyo control de manteniendo era su responsabilidad y una actividad que se realizaba por partes durante el año; una de las tareas que se realizan es revisar que la estructura este bien, el equipo técnico del ferrocarril revisa las ruedas, el sistema de frenos, etc., por ejemplo cada vagón es parte del plan de mantenimiento una vez al año.
Todo el personal se prepararon para el viaje de los estudiantes que regresarían a sus hogares por motivo de las festividades.
- Los hechizos de detección están óptimos, espero no se repita la explosión de moco del año pasado.
- ¿Nunca lo olvidarás, cierto? Pero no te preocupes, por algo nos preparamos para controlar mejor las travesuras de los estudiantes - respondió el conductor.
El jefe de estación suspiró, usualmente su puesto estaba en el andén 9¾ pero aceptó supervisar la actividad de los pasajeros, recorrería los pasillos para que los prefectos pudieran viajar con el resto de los estudiantes delegando así completamente una de sus funciones al personal del tren.

Vida en caleidoscopio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora