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Chifuyu corría por las oscuras calles, sin importarle mucho si alguien le atracaba o le pegaban

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Chifuyu corría por las oscuras calles, sin importarle mucho si alguien le atracaba o le pegaban. Sólo quería ver a Kazutora. Después de tanto tiempo solo quería abrazarle. Como había estado tan tranquilo sin haberle visto en una semana? Por fin se encontraba delante de la puerta.

Sus manos empezaron a sudar. Ensayó en su cabeza lo que iba a decirle a la madre del chico. Al ver que nada le convencía se puso más nervioso.

De repente la puerta se abrió y la mujer se dejó ver. Parecía distraída y con prisa. Tanto que se chocó con él.

-Lo siento mucho. Está bien, señorita?-

-Sí. Pero quién eres? Por qué estabas en la puerta?-

-Y-Yo necesito ver a Kazutora. Hace mucho que no sé de él y- fue interrumpido

-Pasa y habla con él, a ver si haces que salga de su cuarto. Estoy muy preocupada por mi hijo- la palabra hijo resonó en su cabeza

-Hijo? Pensé que usted no aceptaba que su hijo era trans, o eso me dijeron- las palabras salieron solas de su boca, como si no le importara enfurecer a esa mujer

-Sí. Pero al ver como está mi hijo, y ver que lo que hago le afecta he reflexionado. Él es un chico, y me lo ha estado repitiendo mucho tiempo. Me siento muy mal. Y, como sabes tú tanto?-

-Yo soy un amigo suyo. Me ha contado de usted.- mintió, ya que Kazutora no se lo había dicho, solo se había enterado por Takemichi- Si era un tema que le afectaba bastante, me alegra que haya reflexionado. Puedo pasar entonces?-

-Pasa. Estaré fuera un rato-

Y este acató lo que dijo. Entró a la casa. Estaba en un silencio tan absoluto que le daba escalofríos. Encendió la luz, y supo cual era el cuarto de Kazutora ya que tenía la puerta cerrada. Evidentemente tenía puesto seguro. Así que dio unos golpecitos.

-Tora? Estás despierto? Soy Chifuyu. No me contestas los mensajes ni coges mis llamadas. Estoy muy preocupado por ti. Puedes salir?- no obtuvo respuesta así que volvió a tocar más fuerte -Tora? Por favor si me escuchas sal de ahí. Te echo mucho de menos. Necesito abrazarte-

Por su parte, el de mechas estaba escuchando todo. Estaba despierto, acurrucado en su cama, al borde del llanto al escuchar la voz del rubio. Se sintió como una mierda. Le había estado haciendo más daño evitándole.

-Vamos sal, por favor. No sé qué pensarás pero no estoy enfadado contigo. Ni mucho menos, te necesito. Necesito hablar contigo.-

Lo que menos quería Kazutora era tener una charla con alguien en ese momento. Pero al ser por parte de Chifuyu se lo pensó. Igualmente no abrió.

-Por favor- calló de rodillas al suelo -Sé que me escuchas. Esto me está afectando mucho. Y sé que estar así también te afecta a ti. Nos conocemos ya por lo menos desde hace tres meses, y eres alguien muy importante en mi vida. Sal Tora. Te quiero.-

Esas palabras atravesaron a Kazutora. Le atravesaron como una bala. Alguien le había dicho te quiero. Por primera vez en años. Comenzó a llorar con más intensidad, cuando además escuchó sollozos al otro lado de la puerta.

Puerta que fue abierta rápidamente. El rubio, sorprendido, se levantó del suelo, intentando mirar adentro de la habitación oscura. Cuando logró ver al chico, se abalanzó entre sus brazos, uniéndose en un abrazo.

Abrazo cálido y triste. Se agarraban con fuerza, como si algo fuese a quitarle al otro. Estuvieron así unos minutos.

-Tienes un aspecto lamentable. Vamos, necesitas cambiarte, ducharte y seguramente comer. Te ves mucho más flaco- agarró ahora la mano del contrario y le arrastró al baño

Luego recordó las palabras de su primo. Era trans. Y necesitaba darle su espacio. Así que le dejó en el baño, le dio unas palabras de ánimo para que se duchara y salió de ahí, esperando pacientemente.

Mientras, recogía su cuarto, que parecía que había estado abandonado una década de lo descuidado y desordenado que estaba.

Ya bañado y arreglado salió el de mechas del baño, viendo como el bajo ordenaba concentrado su cuarto. Estaba tan feliz de tenerlo. Sus ganas de llorar volvieron.

Este notó que el contrario había salido ya del baño y se volteó. Le sonrió e hizo que se sentara en su cama ya hecha. Y le extendió un plato de comida.

-Es lo más ligero que he encontrado en tu cocina. No hace falta que te comas todo, solo come algo. Cuando termines vamos a la calle a que tomes aire y camines un poco- le volvió a animar un poco mientras acariciaba su espalda

Kazutora sonrió y comenzó a comer lo que pudo. Sentía ganas de vomitar. Pero debía comer, tenía mucha hambre.

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AM I VALID? ♡ kazufuyu ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora