Capítulo 21:

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Mi fiesta de 15 años

Me sentía muy feliz por Ruth esta iba a alcanzar su gran sueño ¡Estar con su padre!. Pero por otra parte estaba su madre, Rita sufriría mucho el hecho de que su hija no estuviese a su lado y el tratamiento para ella sería más complicado, mucho más.

Ruth no se podía creer que era novia de Owen, se quedó estupefacta al saberlo. No podía creer como una persona que me había hecho daño podía ser mi novio en tan poco tiempo, la verdad ni yo me lo creía pero solo dejé que todo fluyera.

Todo estaba preparado, el salón de la Casa de la Cultura estaba repleto de globos, luces y un cartel grande de "Feliz Cumpleaños Dash". Era el día esperado, el día que tanto anelhaba, el día que bailaría con mi platónico insoportable. El corazón se me quería salir del pecho, estaba muy emocionada, los chicos se estaban vistiendo y maquillando en otro camerino distinto al mío. Ya yo estaba lista, parecía una princesa con mi largo y plisado vestido rosa, mis tacones blancos y una pequeña coronita en mi cabeza

—Dash ¡Dios, Que hermosa estás!, eres toda una princesa —me dijo Owen al salir del camerino, ya todos me esperaban en el salón para bailar el vals.

—Gracias galán, tú también estás muy guapo.

—¿Me concedes la mano princesa? —Y seguidamente se inclino ante mi.

—Si —respondí emocionada y nerviosa.

Bailamos y bailamos y mientras bailabamos no dejaba de sentirme la chica más afortunada del planeta.

—Principessa  Dash de las Tinieblas cuidado no me pise —dijo dándome una voltereta en el aire y volviéndome a colocar hacia él,  le respondí—. Sapo convertido en mi príncipe descuide que nunca lo haría —me sonrió.

No podía besarlo joder, mi mamá estaba tan cerca y tan emocionada con verme bailar que sí besaba a Owen en esos momentos infartaría y ahí sí que se arruinaría mi fiesta. ¡Game over!.

El vals y la coreografía se terminan. Todos se dispersaron a bailar y a tomar, pero Carlos Manuel no me había quitado los ojos de encima en todo la fiesta.

—Dash estás muy bonita.

—Gracias Carlos. Tú también vas muy bien.

—¿Y dónde está el profe?.

—¿Que profe?. Ahh hablas de Owen. Pues no sé, debe andar por ahí conversando.

—¿Dash tú tienes algo con él?.

—Como piensas eso Carlos Manuel no, por supuesto que no.

—¿Pues entonces como me explicas esas miradas intensas y las sonrisas que se regalaban mientras bailaban?.

—Que te digo. ¿Es mi fiesta de quince verdad?, estoy contenta, me sale sola emocionarme.

—Si Dash, pero yo no soy bobo y el profe te mira con otros ojos.

—Piensa lo que quieras, pero no es así. Y me voy a tomar algo, luego nos vemos.

Y me alejé. Joder Carlos Manuel no me dejaba respirar, ya se había dado cuenta de que con Owen había algo. Cada vez se hacía más difícil esconder lo de nosotros.

No veía a Owen por todo el salón, me preguntaba donde estaría.

—Dash, había olvidado felicitarte, bailaste estupendo Owen y tú captaron toda la atención, estuvieron fenomenales. Ven acércate toma algo, te noto un poco tensa y son tus quince chica, baila y toma que esto solamente es una vez en la vida. —me dijo Leiza que se encontraba en la barra tomando.

Realmente mi cabeza solo estaba concentrada en donde estaría Owen en esos momentos. En que habría sucedido con él. Me tome unas cuantas cervezas con Leiza, pero no estaba enfocada en la fiesta, no estaba realmente disfrutando y bueno mientras ella me contaba una supuesta increíble historia de su fiesta de quince años yo ya estaba un poco ebria, veía a tres Leizas a mi lado, pero puedo jurar que las tres estaban hablando mierda.

—¿Dash, estás bien?

—Si claro estoy muy bien —dije sonriendo por el efecto del alcohol ya en mis venas.

—Pero te veo buscando a alguien. ¿Buscas a Owen?

—¿A Owen?. No por Dios, ese imbécil creo que se marchó.

—No Dash. Owen me dijo que te dijera que te esperaba en el baño de los hombres a las 12:00 pm.

Ya eran las 11:50 p.m. Yo estaba bastante ebria pero sabía lo que hacía o eso pensaba. Esperé unos minutos y me dirigí al baño a la hora acordada.

—Owen ¿que haces aquí?, te estaba buscando por todo el salón y no te veía, pensé que te habías marchado.

—Nunca me iría de aquí y menos hoy Dash —me dijo mientras exhaló el humo del cigarrillo que fumaba.

—¿Y desde cuando fumas?.

—Hay muchas cosas de mi que no sabes Dashita, pero somos novios y las iras conociendo poco a poco, ¿no crees?.

—Si eso creo.

—¿Quieres probar? —me invita y me toma de el brazo y me dirige hacia su lado.

En el estado en el que me encontraba no pude observar bien que era lo que Owen sostenía en sus dedos. Mi mente solo veía un cigarrillo extraño.

—Owen nunca he fumado.

—Es increíble Dash créeme, esto te llevará a las estrellas princesa.

—Pues bien, confiaré en ti.

Tomé el extraño cigarrillo en mis manos, no sabía ni como sujetarlo, pero lo sujeté con seguridad entre mi dedo índice y mi dedo del medio, le di un rápido sorbido y ¡waoo que sensación!.

—Suave amor, ¿qué haces?. El efecto ocurre con la misma paciencia con la que fumas. Mira es así...

Tomó el cigarrillo que tenía en mi mano y lentamente me enseñó como era que sujetaba y ser absorvia ese humo tan placentero.

Ya luego de haberme fumado ese estupendo cigarrillo, empecé a emocionarme y a ponerme más feliz de la nada. Todo lo veía rosa, y ni siquiera ya mi vestido era de ese color, era un arcoiris, mi vestido tenía muchas franjas de colores, mi peinado era otro "uno más bonito", mi corona era más grande y había un concierto de unicornios a mí lado. Un unicornio se acercó y me susurró al oído "eres la princesa más linda de toda la fiesta". Al abrir bien los ojos era Owen vestido de caballero, cerca muy cerca de mi, era él quien me había hablado al oído.

Otra cicatriz © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora