Sentimientos Encontrados (Terminada)

Capitulo 29

<<Narra Poché>>

-¡Daniela! ¡Dani, dime algo! Por favor, Dani... - intenté decirle al verla allí tirada.

Mis lágrimas amenazaban con salir, hasta que lo lograron.

Cogí su cara con cuidado entre mis manos y la miré. Tenía los ojos cerrados y un pequeño hilo de sangre caía por el lado derecho de su ceja. Además, su cara y
su cuerpo estaban llenos de arañazos y raspones por la caída.

Miré para los lados, pero no había nadie. Estábamos solas. El coche se había ido sin preocuparse nada de que Dani estaba en aquel estado, tirada e inconsciente en el
suelo.

Saqué mi móvil rápidamente del bolsillo y marqué lo más rápido el 112. Estaba temblando y me era un poco difícil teclear los números bien. Tras unos segundos lo
conseguí y le expliqué lo mejor que pude a la mujer lo que había pasado.

La ambulancia llegó enseguida y se llevó a Dani. Ver cómo metían a Dani en la ambulancia me mataba. No podía ver cómo la vida de Dani estaba corriendo peligro, capaz de que su luz se apagara, y todo por
mi culpa.

Daría lo que fuese porque Dani estuviera bien y yo estuviera en aquella camilla. Porque sin duda, todo fue por mi culpa.
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Tres semanas. Tres semanas habían pasado desde el accidente de Dani. Y tres semanas desde que Dani seguía sin despertar.

Todavía lo recordaba como si fuera ayer, y eran muchas las noches en que soñaba con aquel accidente.

Dani corría sin parar, en medio de la carretera, mientras que yo le gritaba que se apartase de allí. Pero ella no me escuchaba,
o parecía no querer escucharme. Entonces venía ese coche negro y se la llevaba por delante.

Cada vez que despertaba de esa pesadilla tenía la respiración agitada, me despertaba muy alterada y algunas pequeñas gotas de sudor me caían por el cuello.

Después me acordaba de cómo me tiré a por ella en cuanto vi su cuerpo caerse.

En cuanto Dani llegó al hospital, le hicieron una serie de pruebas y avisaron a Leo y sus tíos. También llamaron a sus padres.

Estuvo unos días en el que solo dejaban pasar a sus familiares y yo siempre que veía a Leo, preguntaba por ella.

Él me decía que los médicos no sabían si se iba a poder recuperar del todo.

El primer día que vi a Leo después
de que Dani estuviera en el hospital, no pude evitar abrazarme a él y empapar sus hombros con mis lágrimas.

-¡Joder, Leo! ¡Ha sido todo por mi puta culpa!

-Poché... Tranquila... - trataba de decirme Leo, abrazándome con fuerza. - No todo es culpa tuya. Que Dani estuviera borracha
también ha influido, y más con el golpe que se llevó.

-Pero si no llegara a haber hecho nada de eso, Dani estaría bien.

-Poché...

Me separé un poco de él y le miré a los ojos con los míos bañados en lágrimas.

-¿Y si no despierta nunca? - pregunté con miedo.