A una semana de saber quién será el nuevo rey de la selva, los candidatos hacían de lo posible para ganarse la mayor cantidad de votos. Entre ellos: La Hiena que iba halagando y contando chistes entre carcajadas, el hacer reír a alguien era voto seguro; El Búho que pretendía reformar toda acción en la naturaleza para así beneficiarse todos, que se coma lo exacto y ni más ni menos; El León que por ser el depredador más fuerte tenía la confianza de hacerse con el cargo; y el Venado que estaba cansado de ser siempre atacado por el León, siendo rey no debería preocuparse por siempre escapar.
Entre los chistes de la Hiena, este les prometía bienestar y seguridad por parte de su especie, además de culminar, evidenciaba que no se preocuparan por morir puesto que ella estaría para limpiar los lechos. Al final nadie más le oía, salvo ella misma.
El Búho se había hecho con multitudes: las águilas ya no tendrían que estar semanas con el buche vacío; los buitres que no tendrían que esperar al último; las jirafas que ya no tendrían que estirarse mucho para hallar alimento —A muchos les dolía el cuello—.
El León, invocaba a la calma, y planteaba que todo debería seguir igual. Sus amigos carnívoros lo apoyaban pues comer medido no les satisfacía.
Los herbívoros apoyaban al Venado, con los carnívoros desterrados las futuras generaciones tendrían una vida de tranquilidad.
Llegado el gran día, los representantes de cada especie procedían de acuerdo habían su cola formado:
Había un empate entre León y Venado, seguido del Búho y último la Hiena con cero votos.
Continúa la elección y los que a la final no llegaron emitir su voto nuevamente se prevén. Y aquel que con el reinado hacerse quisiese hacer aliados en cuanto menos debe.
El Venado se adelantó en adoptar al aliado con más votantes: a pesar de ser carnívoro no le afectaría puesto que el Búho es nocturno, el águila caza pequeños roedores, el buitre podría alimentarse de cuando fallezcan y la jirafa era herbívora; trataba de convencer al Búho, a lo que respondió que sus votantes eran libres de decidir y que no los obligaría a votar por el que elija justamente él, y de igual manera él ya tenía decidido su voto.
El león sin exaltarse ignoró a la Hiena que pasó por su lado repitiendo entre risas: «Ya perdiste León. ¡Perdiste!».
La Hiena se acercó al Venado y entre risas le dijo: «Votaré por ti, pero no me destierres, me volveré herbívora». El Venado sin convencerse salvo que acarrearse la victoria vio fructífero.
Llegado el momento, habían votado por el León: Águila y Buitre; por el Venado: Hiena y Jirafa. El Búho, último en votar dijo: «El mejor cambio es que todo continúe como hasta ahora, herbívoro sin carnívoro y viceversa se pierde el equilibrio a nuestro alrededor perjudicando no solo a nosotros sino a vecinos que nada tienen que ver con nuestras indiferencias».
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La Elección Del Búho
Short StoryEn la naturaleza hay que elegir, elegir lo que conviene pero... aquello es correcto? ▒ Disfruten de esta breve historia. ░ Gracias por brindar insumos necesarios para la portada a: Freepng.es