YEOSANG
–Quien diría que el pequeño niño que era acosado sería tan bueno succionando y lamiendo.–dijo antes de gemir con voz grave.
Tenía la boca llena, así que no me tomé la molestia de responder. Estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo. Las personas creen que es solo succionar y ya. Sería una vergüenza total si por error mis dientes hubieran rozado el miembro de ese chico. Debía mantener mis mejillas apretando su miembro para evitar que mis dientes lo rozaran. Debía controlar mi respiración para evitar sentir náuseas mientras mi garganta era follada, porque sí, aguantando la respiración por algunos segundos y respirando lentamente evitaba eso, al menos a mi me funcionaba. Tampoco podía olvidar trabajar con la lengua, enrollarla en su longitud. Era satisfactorio sentir su miembro palpitar mientras seguía succionando. Estaba sudando mucho, mi cabello se había pegado en mi frente, tenía los ojos llorosos y saliva al rededor de mi boca. Era tan excitante. Comencé a sentir como su pene se contraía, anticipando que estaba casi por terminar. Procedí a masajear más fuerte con mi mano, sincronizando este movimiento con el de mi boca. Hasta que sentí como su semen llenaba mi garganta, claro que no desperdicié semejante manjar. Realmente amaba hacer garganta profunda. No sé a quien se le ocurrió el sexo oral pero estoy agradecido.
Me puse de pie y enseguida sentí mis rodillas doler, me daba cierta satisfacción dado que estaban adoloridas por lo que había estado haciendo, valió la pena.
Me encontraba en el baño de uno de los edificios de la universidad, con un chico lindo que estudia producción musical.
–¿Cuál era tu nombre?–pregunté al chico de cabello azul, mientras él se abrochaba el pantalón.
Me sonrió mostrando su perfecta dentadura.
–Hongjoong, Kim Hongjoong.
Era un chico realmente sensual. No me hubiera molestado para nada tenerlo dentro de mi pero él no era de los que la ponen, sino más bien él recibía, era una lástima.
–Entonces, ¿Hongjoong?–lo miré para saber si no le molestaba ser llamado de esa forma, él solo asintió.
–¿Qué era eso que habías dicho antes?
Tenía curiosidad, no conocía a ese chico de hace tanto tiempo, solo llevaba dos años en la universidad, desde entonces lo conocía, solo de vista porque teníamos dos clases en común. Por azares del destino terminé haciéndole sexo oral. No conocía el contexto pero este chico se estaba masturbando cuando casualmente entré al baño. No puedes ignorar a una persona que está en apuros, así que gustoso me ofrecí a chupársela.
–Ohh, bueno. Eso es porque te conozco desde que tenías al rededor de diez años. Mi amigo de la infancia, Song Mingi, fue tu compañero de clases. Te mencionó alguna vez diciendo que no entendía porque San te acosaba. Además era difícil no notar a quien podría ser el niño más hermoso de la escuela.–sonrió coqueto.
Mierda, aveces olvidaba todo eso. No solo era San, niños de otros grupos también lo hacían. Pero eso ya no importaba. Aunque odiara mi cuerpo decidí que podría sacarle provecho si era realmente bueno en el sexo. A las personas solo les importa si eres bueno en el sexo.
Me resigné a la idea de que alguien me amaría teniendo ese aspecto. Decidí que si no podía gustarle a alguien de forma "normal", entonces quizás al ser bueno en el sexo podrían darme cierto valor aunque solo me vieran como un juguete sexual, no me importaba. Lo que importaba era que al menos sí era útil para el sexo. Eso me bastaba para sobrellevar el hecho de que nadie me aceptaría de forma seria.
Comencé a tener relaciones sexuales a los quince años con el fin de adquirir experiencia con el tiempo. Nunca tuve interés en las chicas pero si en los chicos, a pesar de algunos ser hetero si los seducía terminaban sucumbiendo. Así es como me convertí en lo que soy, empezando solo con la intención de ganar experiencia sexual terminé también sintiendo una fuerte necesidad por el sexo. Me gusta "acumular" personas, mientras más personas mejor me siento conmigo mismo, con este cuerpo. Dado que eso confirma que sí puedo llegar a ser deseado de forma sexual aunque yo mismo me de asco.
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El factor común es el sexo (Ateez/BL)
أدب الهواةPor razones similares pero a su vez diferentes estos jóvenes universitarios recurren al sexo. Siendo este el factor común entre ellos, una debilidad que todos comparten. Ya sea por amor no correspondido o por un trágico pasado, siempre termina en se...